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Cátedra Divina – Mayo de 1999

Este artículo pertenece al tema de Comunicaciones Divinas de espíritu a Espíritu. Parte 2 de 11

Comprended que con cada pecado que cometéis, añadís un nuevo tramo al camino de vuestra restitución espiritual por donde habréis de transitar de retorno, volviendo sobre vuestros pasos, para lograr regresar al estado primigenio de pureza con el que brotasteis del Padre.

Ved que os digo pureza, la que no debéis confundir con la perfección.

Os dije antes que la perfección solo la logra el espíritu por medio de su evolución; en cambio, todos estáis dotados de pureza desde el momento mismo en que brotasteis a la vida, pureza que proviene de la inocencia.

Todo espíritu, al nacer a la vida es dotado por el Padre de los mismos atributos y dones, y dentro de ellos se encuentran el libre albedrío y la conciencia.

Mas si todos fuisteis iguales al brotar de Mí, ¿qué es entonces lo que motivó que unos cometieseis errores que os llevaran a alejaros de la mansión del Padre, mientras que otros espíritus permanecieron a mi vera?

Es tiempo ya de que os explique esto.

En el momento mismo de comenzar vuestra vida espiritual, todas vuestras facultades y atributos estaban ya en vosotros; unos en plena vigencia los cuales pudisteis ejercer de inmediato, y otros que se encontraban en potencia, esperando por su desarrollo, el cual habría de ser llevado a plenitud después de una jornada de evolución y de aprendizaje.

Fue por virtud de aquellas facultades y atributos que comenzasteis a poner, por vosotros mismos, en vuestra incipiente vida espiritual las características que luego habrían de definiros como individuos.

No es el Padre quien os fija aquello que determina vuestro carácter; todos tenéis la misma herencia divina, pero toca a cada espíritu ir labrando, paso a paso, hecho tras hecho, pensamiento tras pensamiento, todo aquello que ha de construir su carácter.

Hoy, mucho tiempo después, esto os parece ser lo contrario, pues creéis que es vuestro carácter el que rige y norma vuestros pensamientos, palabras y obras, pero de cierto os digo que al principio esto no fue así.

Vuestro libre albedrío y vuestra conciencia se encontraban activos desde el principio de vuestro ser, mas siendo la conciencia perfecta e inmutable, permaneció invariable ya que no está sujeta a evolución, a diferencia de vuestro libre albedrío, el cual vais desarrollando tal y como todos los demás dones, de manera gradual.

¿Podría el Padre haberos puesto en total uso de vuestro libre albedrío desde el primer momento de vuestra vida espiritual? No mis hijos, porque aun estando en vosotros la conciencia, no podría ésta seros útil sin antes haberse expandido vuestro libre albedrío, y esto solo se logra por medio de su ejercicio, de su puesta en práctica.

Fue entonces cuando comenzaron los primeros errores, y en verdad os digo que absolutamente todo espíritu ha cometido, al menos en su infancia espiritual, errores que le han servido para aprender y para perfeccionarse.

Similitud de ello tenéis en vuestros hijos pequeños que con sus primeros pasos, van adquiriendo la destreza necesaria para aprender a caminar.

Mas durante ese proceso, vuestro libre albedrío tuvo efecto también sobre vuestro propio ser, marcando características propias que os han acabado por diferenciar de los demás.

Y así, mientras a unos, su carácter les permitió aceptar humildemente las reconvenciones y amorosas amonestaciones del Padre, asimilándolas y evitando con ello mayores errores, otros, en uso también de su libre albedrío, manifestaron su carácter rechazando toda corrección y trayendo como consecuencia de sus decisiones, el cometer nuevos y mayores errores.

Mientras unos fueron perfeccionando y elevándose, errando y aprendiendo de inmediato, otros caísteis de pendiente en pendiente hasta llegar a crear, virtud a vuestro don de creatividad, inusitados modos de vida y dentro de ellos, habéis creado el mal.

Sí, mis hijos, el mal no es obra divina, no es parte de la Creación del Padre. ¿Cómo podría serlo si el Padre es todo bien y todo amor, cuando todo en Dios es perfección? ¿Creéis por ventura, que como parte de vuestra herencia divina llevasteis desde vuestro principio la semilla del mal?

De la nada, nada puede brotar; si brotó el mal, entonces ¿de dónde vino? De vuestro carácter, el cual por decisión propia, hicisteis rebelde y desobediente.

Es natural que después de caer tanto como consecuencia de la desobediencia, el espíritu sienta que una fuerza mayor que él le oprime y le mantiene atado a las bajas pasiones y a las malas influencias.

Ved que os he hablado de vuestro carácter, de vuestra individualidad, mas no les confundáis con la personalidad, esa máscara de hipocresía a cuyo cultivo tantos de vuestros hermanos dedican todos sus afanes, convirtiéndose en misioneros de sí mismos y cayendo cada vez más en el abismo del odio, la intolerancia y el egoísmo.

Y me preguntáis: «Padre, ¿existe una cumbre de perfección para el espíritu? Y el Padre os responde ahora: «Si, mis hijos, existe una cumbre de perfección para el espíritu de los hijos; mas sin embargo, nunca llegará el hijo a ser igual al Padre, porque la perfección divina está más allá de lo que vosotros podéis comprender».

No os dije esto antes porque no lo habríais comprendido, pero vuestra evolución ha llegado al punto en que cosas que antes os hubieran turbado, hoy os iluminan el camino.

Así podréis comprender ahora que una es la perfección del Padre y otra es la perfección del hijo.

Mirad: Así como en vuestra vida humana cubre el hombre varias etapas ascendentes hasta llegar a la final donde culmina su vida en cuanto a la carne, a similitud, en el espíritu vais ascendiendo de morada en morada hasta llegar a la apoteosis de vuestra evolución, donde vuestra pureza no es ya nacida de vuestra inocencia, sino que procede de vuestra sabiduría, sabiduría que habéis adquirido después de una jornada que fue plena en experiencia y en aprovechamiento de las lecciones aprendidas durante la misma.

¿Es este el final de vuestra vida como espíritu? En verdad os digo que no, que es apenas cuando comenzará vuestro principado a mi diestra, ocupando el digno lugar que he reservado para cada uno de vosotros, lugar que nunca debisteis haber abandonado y donde como príncipes de la Creación, asumiréis vuestras nuevas y elevadísimas tareas con vuestros hermanos menores, colaborando de manera completa y perfecta con la divina Obra de amor del Padre.

Os he hablado también de los lazos invisibles que unen a cada uno de los espíritus entre sí y a éstos con su Señor; ahora es tiempo de explicaros que esos lazos son conductos de amor, son semejantes a rutas luminosas por donde fluyen pensamientos y vibraciones en un sentido y en otro.

Es a través de esos lazos que os comunicáis espiritualmente entre unos y otros, y es por medio de ellos que vuestro espíritu se comunica con el Mío y por donde, ahora, habéis aprendido a recibir la comunicación de mi Espíritu con el vuestro.

Por esos conductos eternos e inmortales, llegan a vosotros ideas, pensamientos e intenciones, y por medio de ellos también, enviáis a su vez los vuestros.

Todos sois depositarios de una fuente inmortal de salud y bienestar espiritual; cuando enfermáis es porque habéis cerrado la puerta de vuestro ser a los beneficios que emanan de esa fuente inagotable de amor.

Pues bien, es a través de esos lazos de amor que puede fluir la salud de un espíritu al otro; es así como Jesús curaba, transmitiendo por medio de la caridad que es amor, curación espiritual y sanación hacia el espíritu enfermo y a la materia por añadidura.

¿Puede enfermar el espíritu? En verdad que sí, muchas y variadas son las enfermedades que pueden aquejar a un espíritu; la tristeza, la desolación, las bajas pasiones, los vicios, la mala voluntad y la poca fe son algunas de las enfermedades de vuestro espíritu, mismas que por consiguiente se propagan a la materia.

Los médicos materiales sanan al cuerpo, pero al espíritu ¿quién le sanará? El espíritu.

¡Mi paz sea con vosotros!

Consejo de los Protectores – Julio 3 del 2004

Este artículo pertenece al tema de Comunicaciones Divinas de espíritu a Espíritu. Parte 11 de 11

HACIA ESPOSOS QUE TIENEN PROBLEMAS MATRIMONIALES CON UNA ESPOSA REBELDE.

CONSEJO:

A todo ser humano se le dotó de libre albedrío; y en ese libre albedrío el Padre puso también la facultad de hacer y deshacer, de crear o no crear.

Pero no tan solo puso el Señor el libre albedrío, y esto bien lo sabéis, también dentro de cada uno de vosotros, dotó al espiritu del hijo con la conciencia.

Ya desde tiempo anterior a Salomón, había mujeres que desobedecían al esposo, ha habido hijas rebeldes y en este tiempo no iba a ser la excepción.

Y ved lo que hace el Padre cuando uno de sus hijos se rebela.

¿Acaso lo somete por la fuerza? Analizad, tomad ejemplo de ello porque el varón en el matrimonio representa al Padre.

Ved cómo ante la rebeldía del hijo, el Padre opta por dejarle en libertad, sin que por ello lo descuide o lo dispense.

Es por ello que conocéis el dolor, no porque el Padre os lo envíe, sino que vosotros con vuestros actos lo habéis convocado.

Imaginad lo que sería del hijo rebelde, si el Padre no le permitiera recoger los frutos de su rebeldía.

¿Cuándo aprendería entonces? Tú has pretendido tomar para tí esos frutos de la rebeldía, y con ello, no has enseñado.

Debéis permitir que los frutos de cada quien, sean recogidos por quien los propició. En esa entonces, será recogida la enseñanza, dolorosa, sí, pero también útil e iluminadora.

Porque el dolor es fragua, hermanos, el dolor es crisol.

A través del dolor muchos de vosotros habéis aprendido y recogido grandes enseñanzas.
¿Creéis acaso que porque libráis a alguien del dolor, le acabaréis librando de las consecuencias de sus actos? Ciertamente que no, pero diferís el aprendizaje, lo hacéis más tardado.

Y por consecuencia vienen más actos equivocados y con ello, aún más dolor.

Con buena intención, a veces se cae en la falsa caridad. ¿Significa que debe haber olvido o indiferencia? No, hermanos.

Pero el cuidado que debéis tener en este caso, es similar al del Padre cuando ve que el hijo entra por caminos o conductas equivocadas.

El Padre vigila y os previene de males mayores, pero permite que vosotros ejerzáis vuestro libre albedrío y recojáis el fruto de la labranza.

Cuando el dolor es grande, es entonces cuando eleváis los ojos al cielo y pedís ayuda.

Y aún así ¡a cuántos hundidos en el dolor, les llega esa ayuda y no la aceptan! Esto significa que es menester aún más dolor, hasta que llega el momento que el espíritu rendido ante el dolor, se abre para recibir la enseñanza, y en un instante recobra la paz, la fortaleza y la salud.

Cuando llegan los problemas dentro de un matrimonio, recordad que debéis apurar el caliz de amargura hasta las heces.

Y si llegara la violencia, si llegara la sinrazón, simplemente hay que evadirla. Basta con darle la espalda para que esa violencia se tenga que consumir en sí misma. Y después de eso, vendrá un gran dolor.

Ese dolor, os repetimos, es un dolor que acabará dando vida, aun cuando en el mundo material véis las cosas de otra manera.

ACERCA DE COMO TRATAR A UNA PERSONA QUE ES DADA A LA CONFRONTACION Y A LA VIOLENCIA.

CONSEJO:

No se combate la tiniebla con la tiniebla, hermanos, como tampoco debéis combatir el fuego con el fuego.

La mejor enseñanza que podeis dar es con el ejemplo. Si no estáis presta a dar ese ejemplo, vanas son las palabras.

Sin el ejemplo la enseñanza, que siendo vida y que siendo luz debía estar en vosotros, se convertiría en prevaricación.

Sed pacíficos, sed tiernos, y en ésto incluimos a los varones; procurad estar dispuestos a escuchar, y veréis como toda esa fiereza, como esa tiniebla, se disipa.

Consejos del mundo espiritual de luz acerca de los seres en tiniebla

Este artículo pertenece al tema de La Batalla Invisible. Parte 4 de 8

CONSEJOS DEL MUNDO ESPIRITUAL DE LUZ ACERCA DE LOS SERES EN TINIEBLA

«En todos los tiempos ha existido en el Más Allá un número infinito de espíritus en diversas escalas, con diferentes grados de espiritualidad; los que se han encontrado en la parte más baja de la escala debido a su confusión, han tendido siempre a buscar a los seres humanos, abrumados por el peso de su materialismo.

«También podemos deciros que los seres en tinieblas, los espíritus enfermos, los espíritus obsesores, están saturados de influencias maléficas, influencias malsanas que depositan en los seres encarnados, enfermándoles a su vez.

«Esos espíritus faltos de evolución, manejan a las materias y ejercen un efecto de sugestión sobre todos aquellos que les dan cabida, a través de los hilos fluídicos que todo espíritu posee.

«Dios ha permitido que esos espíritus que necesitan de los hombres, desciendan entre ellos para experimentar y comprender muchas cosas, para restituir y hacer restituir a los demás.

«La mayor parte de los seres espirituales turbados, lo son porque todavía no se han dado cuenta de que se hallan ya en estado espiritual, conservan la creencia de que continúan en el mundo material y persisten en querer vivir como vivieron cuando eran seres humanos.

«Estando en espíritu, insisten en creer que son seres humanos, porque la impresión que la carne dejó en su espíritu fue muy profunda, muy intensa, debido a que vivieron sumergidos en el materialismo, en las pasiones, en el pecado y el fanatismo.

«La ignorancia que tuvieron en su vida terrestre, les envolvió el espíritu, y éste no tuvo fuerzas, al llegar la transición que llamáis muerte material, para despojarse de esa pesada carga, de ese pesado fardo.

«Esos espíritus son dignos de la más grande caridad, porque no están plenamente en el valle material, como estáis vosotros, ni tampoco plenamente en el valle espiritual, como estamos nosotros.

«Una gran parte de esos espíritus, viene en busca de consuelo, en busca de luz, de una mano que les ayude, de un afecto, de un corazón sensible.

«Esos espíritus materializados, necesitados y turbados, han rodeado siempre a la Humanidad, más aún en este tiempo del Espíritu Santo, en que Él, con Su divina llave de amor y de luz, ha abierto las puertas del más allá para dar paso a la comunicación de espíritus entre sí, y entre ellos y su Creador.

«Los espíritus necesitados descienden en este tiempo a las naciones, a los pueblos, a los hogares, invadiendo las comarcas, rodeando a los hombres y a todo ser viviente, y según sea lo que ellos contemplen y escuchen, será lo que reciban de la Humanidad.

«Si donde penetran es un antro de vicio, su turbación será mayor y no recibirán la luz; si donde penetran encuentran un ambiente de dolor y desesperación, no pueden recibir consuelo alguno.

«Mas, por el contrario, si ellos se acercan a hermanos con buenos sentimientos, con espiritualidad o con virtudes manifiestas, esos espíritus irán perdiendo su materialismo, sus malas tendencias y recibirán la luz que emana de aquellos espíritus encarnados.

«Si esos espíritus en tinieblas penetran en un ambiente de espiritualidad, de fraternidad, de oración y de fe, ahí reciben luz, razón, paz y fortaleza.

«Los espíritus necesitados en este Tiempo, saben que en el seno de la Humanidad vive Israel, el pueblo de Dios, aquél que ha llevado la marca del Padre en los tres Tiempos, el sello trinitario, la luz del Espíritu Santo; esas enormes legiones acuden presurosas entre vosotros para rodearos, no siempre con el deseo de recibir luz.

«¿Habéis practicado de una manera correcta tan delicada misión, hermanos míos?
Israel tiene el deber, en todos los tiempos, de dar luz a sus hermanos, hasta que el último de los espíritus la haya recibido plenamente.

«¿Qué luz podrá recibir un espíritu de parte vuestra, si no sentís la caridad que debéis impartir a ese necesitado? ¿Qué podréis entregar, si en el momento de practicar vuestra misión, no se ha sensibilizado vuestro corazón ni elevado vuestro espíritu, si no habéis meditado en lo que estáis haciendo, si os halláis materializados o dominados por las tendencias humanas?

«En vez de hablar con amor a esos espíritus, tomáis en vuestras manos las aguas que llamáis benditas y las esgrimís como látigos, y tomáis el nombre de Dios Todopoderoso para apartar a esos espíritus.

«¡Ah, hermanos míos! Lo único que lográis con todo ésto, es ofenderlos y desafiarlos, y por su misma turbación no son capaces de perdonar las ofensas; entonces se levantan contra vosotros, aún con más saña.

«En vez de entregar luz, habréis entregado confusión que es tiniebla.

«Os repetimos, la luz del espíritu es amor, paz, caridad, consuelo y fortaleza.

«Entre ellos, como sucede con los seres humanos, hay espíritus de índole diversa, y la misión que el Padre ha confiado a Israel en este Tercer Tiempo es la de dar luz a todos los espíritus, la luz espiritual que es razón, paz, consuelo, verdad y fuerza: en una palabra, la luz del amor.

«Cuando os encontréis rodeados de espíritus en tiniebla, sea en vuestro hogar, en vuestros caminos o en vuestra propia persona ¿cómo entregar en forma efectiva la luz a esos espíritus?
«A través de vuestra oración espiritual; después, a través de vuestra caridad y, más tarde, practicando la virtud, los buenos modales y la moral en vuestra vida, y ellos, que habitan con vosotros y que os miran incesantemente, al contemplar que sois más fuertes por la virtud que ellos por el mal, se irán doblegando, deponiendo sus malas inclinaciones al recibir la luz.

«No les arrojéis de vuestra vida y cuando fuese posible atraerles, hacedlo con amor, con caridad, y entonces formaréis en torno a vosotros, un ambiente de verdadera espiritualidad.

«Y esos seres, que se acercaron para probar vuestra fuerza y la Doctrina que practicáis, al verse iluminados por la luz de vuestro amor y de vuestra caridad, se convertirán en la barrera que os proteja, serán vuestro escudo, vuestros defensores y amigos en la vida humana; y cuando vuestro espíritu traspase los umbrales del más allá, se encontrará seguido y bendecido por esas legiones de espíritus que os recibirán con amor y paz, y vuestro espíritu se sorprenderá al contemplarlos tan llenos de luz, la luz que vosotros supisteis darles.

«La mayor parte de los seres espirituales turbados, lo son porque todavía no se han dado cuenta de que se hallan ya en estado espiritual, conservan la creencia de que continúan en el mundo material y persisten en querer vivir como vivieron cuando eran seres humanos.

«Estando en espíritu, insisten en creer que son seres humanos, porque la impresión que la carne dejó en su espíritu fue muy profunda, muy intensa, debido a que vivieron sumergidos en el materialismo, en las pasiones, en el pecado y el fanatismo.

«La ignorancia que tuvieron en su vida terrestre, les envolvió el espíritu y éste no tuvo fuerzas, al llegar la transición que llamáis muerte material, para despojarse de esa pesada carga, de ese pesado fardo.

«Esos espíritus son dignos de la más grande caridad, porque no están plenamente en el valle material, como estáis vosotros, ni tampoco plenamente en el valle espiritual, como estamos nosotros.

«Son seres que vagan en una situación muy penosa, mas aun dentro de su tristeza, el espíritu adquiere experiencia, evoluciona y alcanza a comprender que ha pasado a una vida distinta. Su postración no puede ser eterna y su turbación se puede apartar si se acercaran a un espíritu, a un corazón obediente de la Ley, a un labriego del Señor.

«Cuando un espíritu turbado se acerca a una de vuestras congregaciones y se asoma a la enseñanza del Padre, una tempestad tiene lugar en su espíritu y en un instante toma el control de sí mismo y se entera de que es un espíritu que pertenece a otra vida; desde ese momento se pone obedientemente bajo la conducción del mundo espiritual de luz.

«Pero no todos los espíritus alcanzan a perder su turbación en una sola ocasión y tendrán que regresar varias veces entre vosotros a aprender y a despejar su confusión.

«Después de 1950 proseguiremos entregando la luz, tanto en el valle espiritual como en el material y vosotros, en materia, llevaréis también la luz espiritual a todos.

«Y ¿en qué forma habremos de entregar la luz para entonces? Os volvemos a decir: con nuestro amor, con nuestra virtud, con la caridad y la luz que el Señor ha depositado en nuestro espíritu.»

temas extraídos de las comunicaciones divinas de El Tercer Testamento

Cristo, la luz que rasga las tinieblas

Este artículo pertenece al tema de La Batalla Invisible. Parte 6 de 8

Discípulos: Cristo es la suprema manifestación del amor divino, esa luz que es la vida en las regiones del espíritu, la luz que rasga las tinieblas y descubre la verdad ante toda mirada espiritual, la que destruye los misterios, abre la puerta y muestra el camino hacia la sabiduría, la eternidad y la perfección de los espíritus.

La lucha en la cual serán abatidas las tinieblas ya se ha entablado de un mundo a otro.

La gran batalla está en el Universo y es necesario que el hombre se convenza de ello para que pueda esgrimir sus armas.

¿Cuándo lograréis que todo aquel mundo de tinieblas, de sufrimientos y de turbaciones se convierta en un mundo de paz? ¿Cuándo sabréis atraer sobre vosotros la luz de las altas moradas espirituales, para que penetréis en armonía con todos vuestros hermanos en la morada que os tengo destinada?.

Debido a la enseñanza que os he entregado en mi palabra, se han realizado verdaderos milagros entre vosotros.

Los espíritus despiertan a un nuevo día, los corazones laten llenos de esperanza.

Los que no llegaban a ver la verdad, porque su ignorancia era como una venda que les cubría sus ojos espirituales, ahora que ven quedan maravillados. Los enfermos del cuerpo así como los del espíritu, sanan al recibir en su ser, en su corazón, la esencia de mi palabra.

Entonces surge de lo más íntimo, de lo más puro de este pueblo, una acción de gracias por las obras que hago en él y me dicen: -¡Gracias, Señor, porque nos habéis hecho dignos de que en nosotros se obren estos milagros!

De cierto os digo: Sin llegar a ser santos ni justos, podréis hacer grandes obras de redención, grandes prodigios entre la Humanidad y también podréis ser ejemplo entre los hombres.

Si Yo enviase santos y seres perfectos entre la Humanidad para que diesen ejemplo a los hombres, les parecería a éstos imposible siquiera asemejarse a ellos.

Yo quiero enviar entre los hombres a pecadores convertidos que, sin llegar a ser justos ni santos, sepan dejar un ejemplo de regeneración, de arrepentimiento, de fortaleza, de ahínco en la Doctrina del Padre, de anhelo, de progreso y de evolución espiritual y ¡esos sois vosotros!

Vuestro espíritu llegará algún día a la perfección, mas no sabéis cuando.

El Padre no os obligará ni vosotros forzaréis vuestros pasos, pero sí, no os detengáis jamás; aun cuando sea lento vuestro paso, quiero que sea siempre firme y ascendente.

La virtud se manifiesta solamente en la prueba.

La luz brilla más en las tinieblas, la luz no brilla en la luz y así, era menester que vuestro espíritu fuese probado y acrisolado.

temas extraídos de las comunicaciones divinas de El Tercer Testamento

Damiana Oviedo. La primera cátedra del Divino Maestro en el Tercer Tiempo

DOMINGO 11 DE MAYO DE 1884

¡La paz sea con vosotros!


Heme aquí entre vosotros, irradiando mi Verbo y mi luz, a través del entendimiento de Damiana Oviedo, en cumplimiento a mi palabra entregada en los tiempos pasados.


Os anuncié mi llegada, la cual sería como un relámpago que surge del Oriente para llegar al Occidente, en un tiempo en que las grandes guerras fraticidas se desatarían y en el que la perversidad de los hombres llegaría a su mayor altura.

Por ello, a través de esta manifestación, estoy preparando la simiente que habéis de llevar, ¡oh, pueblo amado!, a los hogares destruídos y en donde la virtud será pisoteada y la Ley en su totalidad adulterada.


De nuevo he venido entre los humildes y mansos de corazón, entre los pobres e ignorantes, y contemplo que la humanidad duerme en su letargo.

Al igual que ayer, vuestro Padre no será comprendido por todos: los exégetas y los teólogos, a pesar de que vean el cumplimiento de cada una de mis señales reveladas, no querrán reconocerme, se habrán olvidado que el ayer les anuncié que cuando volviera para entregar mi Verbo al mundo, no sería en la forma de hombre para enseñaros nuevamente el camino, sino intangible, semejante al relámpago que ilumina los cielos.

Así ahora, el Verbo ilumina los cielos y la Tierra, y la vida espiritual que para vos era un misterio, el mañana ya no lo será, mas ante todo os digo: ¡Oh, humanidad amada! Volved a Mí.


Empezad por orar como el ayer os enseñé, para que sintáis la paz de mi Espíritu. Orad delante del Padre, sintiendo aquellas palabras que os enseñé en el tiempo pasado y que os dicen: ¡Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu Reino y hágase tu voluntad! Hasta hoy no sabíais su significado verdadero: eran una invocación de mi presencia en este Tercer Tiempo.


¡Oh, mi nuevo pueblo de Israel! Os confío esta Obra iniciada por Elías a través de Roque Rojas, como si fuese un árbol, que hoy es tierno pero mañana será corpulento y dará sombra y fruto al peregrino fatigado, al enfermo, al caído y al menesteroso.


Grandes multitudes se acercarán a escuchar mi palabra, que como rocío de gracia llegará a sus corazones, pero serán pocos los discípulos que me comprendan, como ha acontecido con Elías, que ha recibido los dardos de la duda, la indiferencia y la mofa.


Elías, a través de Roque Rojas, preparó a mis primeros labriegos que habrían de recibirme en este tiempo, mas sus lecciones no fueron comprendidas y cada uno concibió la Doctrina de acuerdo con su manera de pensar y han tratado de crear una religión en dónde buscar a su Señor.

Por eso contempláis tanta confusión en las interpretaciones que se han dado a las enseñanzas dejadas por Elías.

No se ha querido reconocer el significado de cada símbolo, que Roque Rojas forjó para que la humanidad empezara a concebir el verdadero sentido de las enseñanzas espirituales, mas no para que los adorase como cosas sagradas ni se postrase ante ellos. ¿Hasta cuándo, humanidad amada, comprenderéis las revelaciones que a través de los tiempos el Espíritu Divino os ha entregado?


Ahora os digo que aquellos símbolos que os dejó Roque Rojas, cuando hayan sido estudiados y comprendidos por vosotros, tendrán que desaparecer, tendrán que ser ocultados a los hombres para que este pueblo de Israel no caiga en idolatría;, pero el sentido o esencia de aquellas enseñanzas, quedarán escritos en la conciencia del discípulo.


Así como en el Segundo Tiempo, después de consumado el sacrificio de vuestro Maestro, hice desaparecer el símbolo más grande del cristianismo: la cruz, y todo cuanto podía haber sido objeto de fanática adoración por parte del hombre.


Hoy he venido a manifestarme dentro del Tabérnaculo de vuestro espíritu, para depositar en el Arca de la conciencia mis nuevas revelaciones.


Elías, al estar vibrando a través del entendimiento de Roque Rojas, escogió a siete doncellas vírgenes, que habían de ser el tabernáculo en donde Yo habría de manifestarme para doctrinar a las multitudes. De éstas siete doncellas solamente una conservó la flama encendida en espera de la llegada del Esposo amado.

Ella es Damiana Oviedo, por quien inspiro, transmito y manifiesto mi palabra divina.

En verdad os digo que en este lugar os arrullaré por un tiempo en mis brazos de Padre, manifestándome a través del entendimiento humano, mas llegará el momento en que esta simiente se esparza por todos los pueblos y comarcas.

Grandes portavoces se prepararán el mañana y brindarán bellos conciertos celestiales a las multitudes. Mientras llega ese tiempo, lavad vuestro espíritu en esta cascada de luz que hoy se desborda sobre vosotros y así quedaréis limpios y preparados para penetrar en lo que antes os parecía un misterio.


Díscipulos amados: Sed fuertes para que podáis resistir la incredulidad, la calumnia o los ataques verbales de los hombres.


En verdad os digo que mi palabra hará estremecer al espíritu de la humanidad.

El teólogo consultará sus libros, el filósofo escudriñará a sus más grandes maestros y toda secta o religión se conmoverá hasta sus cimientos ante mis nuevas revelaciones. Y aun dentro de mi Obra, a mediados del siglo venidero, surgirá la batalla de ideas, porque mientras unos despierten a la verdad, otros querrán permanecer en su fanatismo y se aferrarán a sus tradiciones y combatirán unos contra otros.

En medio de esa lucha, se escuchará mi Voz previniendo a las multitudes: No convirtáis el fruto de la vida que con tanto amor os he entregado, en manzana de discordias.


Ahora os sentís pequeños y débiles, pero estáis conmigo, mas mirad a los labriegos y congregantes que Elías reunió en torno a mi Obra: se han dispersado, me han dejado solo en mi mesa, y el pueblo, en su ingratitud ha caído en desunión y muchos han negado a su Padre; mas hoy he venido a devolverles su heredad, a alimentarlos con el pan de vida eterna.


Yo os entrego fortaleza, para que vayáis en busca de los que se han perdido y los traigáis ante mi presencia, mas si os desconocieren, si os dijeren que sois magos o hechiceros, estad en paz, porque de cierto os digo que ya habréis cumplido. Dejadme la causa a Mí.


Roque Rojas, en sus enseñanzas que recibió de Elías, os dijo que este tiempo sería llamado también del Sexto Sello, una etapa en que se manifestará el juicio de Dios y la penitencia entre los hombres.

Vengo a abrir el Libro de la Justicia divina que es mi Obra; en ella están los conocimientos de la más alta sabiduría, con los cuales edificaréis mi santuario en este Tercer Tiempo en vuestro corazón y espíritu, tal y como Elías os los anunció.


Estudiad cada una de las enseñanzas dejadas por Roque Rojas, discernidlas, comprendedlas y analizadlas, para que lleguéis a ser los más fervientes discípulos de mi Obra.


Os dejo mi paz, mi amor y mi perdón.


¡La paz sea con vosotros!


Cátedra transcrita por María Arellano González.  Damiana Oviedo recibía la inspiración divina con los ojos abiertos y estando de pie…hasta años después, y debido a su edad, comenzó a entregar las inspiraciones sentada. Ella jamás entró en estado de trance mediúmnico exterior, su elevación y éxtasis eran interiores y profundamente espirituales.

De la comunicación de espíritu a Espíritu

Yo quiero hablaras como hablo a los ángeles no porque tengáis la pureza de ellos. sino porque quiero que gocéis de esa gracia y que os vayáis semejando a aquellos seres en su elevación.

La comunicación de espíritu a Espiritu, acercará a todos los seres y a todos los mundos; pero es menester que estéis pareparados para entenderos unos a otros y para ello, os estoy dando un solo lenguaje, una sola luz, una sola forma de comunicación: la del verdadero amor.

Ha llegado el momento del silencio, el momento de vuestra comunión conmigo, para que asi como se confunden las olas en el mar, vosotros os unáis a mi Espíritu divino; silencio no solamente en los labios, también en el templo interior del hombre, porque es vuestro espíritu el que me habla, y el momento es solemne.

Es necesario que comprendáis que los tiempos en que los hombres y los pueblos buscaban mi voz, mi lenguaje y mis mensajes a través de las tempestades, de los vientos huracanados y de toda manifestación de la Naturaleza, han pasado y que ya estáis capacitados para que podáis comunicaros espiritualmente conmigo y podáis recibir mis divinos mensajes.

Esa nueva comunicación será profundamente espiritual, sencilla, natural, pura y perfecta.

Ella señalará el principio del fin de todo culto imperfecto, idólatra, fanático, oscuro y abrirá el santuario de vuestro ser, para que en él more mi Espíritu por la eternidad.

No habrá éxtasis exterior, ni misticismo, ni ostentación de ninguna especie, sólo habrá limpidez, respeto y verdad, en una palabra: Espiritualidad.

Ved que ese tiempo ya está aquí y que ese será el principio de la comunicación espiritual, el fin del reinado de la idolatría y del fanatismo religioso.

Cuántas veces he sorprendido a los hombres preguntándose a sí mismos si no habrá alguna forma de comunicarse con Dios y muchas veces, suspirando han exclamado: ¡Ah, si pudiese hacerle una consulta al Señor y recibir la respuesta! Mas luego. creyendo que eso es imposible, se resignan y continúan buscando mi misericordia a través de cultos externos y ofrendas materiales, aunque allá muy dentro de su ser no alcanzan a concebir cómo un Padre que siempre ha dicho amar tanto a sus criaturas, no se digne responderles cuando ellas le invocan y le aman.

iAh pequeños seres consagrados a la vida terrenal, si supieseis que esa necesidad de comunicaros conmigo es sed que llevo en mi Espíritu!

Si supieseis que no sólo os está concedida esa comunicación que anheláis, sino que todas mis enseñanzas reveladas a vosotros a lo largo de los tiempos, llevan la finalidad de conduciros a la comunicación de espiritu a Espíritu, pero como vivis materializados, habéis querido escuchar mi voz, respondiendo a aquellas palabras que pronuncian vuestros labios y eso no puede ni debe ser, porque entonces dejaría de ser una comunicación espiritual, en la que vuestro Señor se rebajaría a la altura de vuestro materialismo.

Si os hubieseis preocupado un poco por desarrollar algunos de vuestros dones espirituales, como la elevación a través del pensamiento, la oración, el presentimiento, el sueño profético, o la vista espiritual, Yo os aseguro que por cualquiera de ellos estaríais comunicándoos conmigo y por lo tanto recibiendo contestación a vuestras preguntas e inspiración divina en vuestro pensamiento.

Yo estoy eternamente dispuesto a hablaros, siempre en espera de vuestra elevación y preparación espiritual, para complaceros y daros la dicha de comunicarme con vuestro espíritu.

Sólo falta que vosotros también os dispongáis con la mayor pureza a lograr esa gracia.

A través de mi palabra me acerco a vosotros y al mismo tiempo os voy aproximando a la comunicación perfecta con mi Espíritu

Meditad sobre mis manifestaciones de los tiempos pasados y encontraréis que
siempre he buscado una forma de comunicarme con vuestro espíritu, haciéndole
llegar mis mensajes como un testimonio del amor divino de vuestro Padre hacia
vosotros.

 

«…y estén preparados para el día tercero, porque en el día tercero descenderá el Señor a la vísta de todo el pueblo.» (Exodo 19:11)

«Derramaré mi espírítu sobre todo hombre; profetizarán vuestros híjos y vuestras hijas; vuestros ancianos tendrán sueños y vuestros jóvenes tendrán vísíones.» (Joel 2:28)

 

¿No se os profetizó desde los primeros tiempos que llegaría el día en que todo ojo contemplaría a su Padre? Pues el que esté limpio me verá y ese será su premio y aquel que lleve mancha en su corazón, también me verá y esa será su salvación.

El que abre sus ojos delante de mi luz, penetra en el misterio y conoce el por qué, sabe el principio y el fin. Ese tendrá que caminar con firmeza en el futuro.

Buscad la palabra de los profetas y en ella comprobaréis que ellos os preparaban desde aquel tiempo y os hablaban de hechos que habían de cumplirse.

Ved cómo Joel os habló de estos tiempos de manifestaciones espirituales. Daos cuenta que todos los profetas han combatido la idolatría para enseñar la comunicación de espíritu a Espiritu.

Cuando lleguéis a comunicaros conmigo de espíritu a Espíritu, se cumplirán aquellas palabras de los profetas que dijeron: «Los hombres y las mujeres penetrarán en una vida espiritual desconocida hasta ese tiempo, sus ojos verán más allá de lo terrenal y todo se transformará». Vosotros sois de los llamados a ver el principio de una nueva era que llevará a la Humanidad a conocer el verdadero fin para el cual fue creada.

En ese tiempo, Yo seré amado y reconocido por mis hijos y ellos se amarán entre sí.

Esta es la meta que Yo he señalado al hombre y a la cual llegará, Yo os lo anuncio desde ahora.

No se oirá mi palabra como la oyó Moisés en el Sinaí, materializada en el estruendo de la tempestad, ni humanizada como en el Segundo Tiempo en labios de Jesús, ni tampoco a través de portavoces humanos como la habéis escuchado del Espíritu Santo en este tiempo.

Todo el que se prepare alcanzará la comunicación de espíritu a Espíritu, que no será privilegio sólo de algunos.

Es lo más natural que los espíritus sepan comunicarse y conozcan el lenguaje del Espíritu del cual brotaron.

Para daros mis lecciones con palabras humanas, vine a comunicarme a través del entendimiento del hombre, mas ya comunicado de espíritu a Espíritu, ni vosotros me hablaréis con palabras materiales, ni vuestro Padre tampoco lo hará con vosotros.

Sólo los que se hayan espiritualizado sabrán manifestar mi obra en su nueva forma de comunicación.

¿Mas cómo harán para llegar a tener la inspiración necesaria para recibir mis pensamientos e interpretar mis mensajes espirituales? Velando y orando.

Si no existiese esa evolución espiritual en esta humanidad, ni se encontrara en la proximidad de su liberación Yo no os había hecho la revelación de la comunicación de espiritu a Espírítu para este tiempo.

Hoy os puedo asegurar que en el futuro la comunicación a través del pensamiento alcanzará un gran desarrollo y por ese medio desaparecerán muchas barreras que hoy separan a los pueblos y a los mundos.

Si aprendéls a comunicaras en pensamiento con vuestro Padre, si alcanzáis a lograr la comunicación de espiritu a Espíritu ¿qué dificultad podréis tener para comunicaros con vuestros hermanos visibles o invisibles, presentes o ausentes, cercanos o distantes? En mi Doctrina estáis aprendiendo esta forma de comunicación espiritual que Yo he venido a enseñaros y para que os ejercitéis diariamente en ella, os he aconsejado que guardéis silencio. que cerréis vuestros labios y dejéis que hable vuestro espíritu.

Principia para vosotros la era de la comunicación espiritual.

Largo es el camino que tendréis que recorrer y pasará mucho tiempo para que veáis culminar este don; pero desde los primeros pasos y en cada uno de ellos, encontraréis un aliciente para perseverar en el camino.

Vosotros formáis mi jardín; mi palabra ha sido la que os ha cultivado, pero aún no habéis florecido ni fructificado; y en verdad os digo, que las flores de vuestro huerto se abrirán cuando os comuniquéis de espíritu a Espíritu y los frutos madurarán en vuestro árbol cuando vuestras obras encierren verdad, amor, saber, cuando den vida, sustento y buen sabor.

Mi voluntad es que en este tiempo la Humanidad llegue a comunicarse de espíritu a Espíritu con su Señor, que en el corazón del hombre exista un verdadero santuario donde escuche la voz del Padre.

Los que alcancen ese tiempo, se maravillarán con la grandeza de mi Obra y el cumplimiento de mi palabra. Entonces verán a los niños enseñando, doctrinando y dando .testimonio de Mí con verdadera espiritualidad; a los jóvenes y hombres dejando tras de sí los goces y placeres del mundo para dedicarse a la práctica de mis enseñanzas, declarando que el tiempo en que viven, es aquel anunciado por los profetas.

Desde los primeros tiempos he venido preparando los caminos que habrian de conduciros hasta el punto en que os encontráis en estos momentos; a la evolución espiritual que os permitirá concebir la comunicación de espíritu a Espíritu con vuestro Padre.

El espíritu elevado sabe que la palabra humana empobrece y empequeñece la expresión del pensamiento espiritual, por eso hace enmudecer los labios de la materia para elevarse y decir con el lenguaje que sólo Dios conoce, el secreto que lleva oculto en lo más íntimo de su ser.

Limpiad vuestro corazón y vuestra mente para que vuestro espíritu se eleve y se purifique. Entonces Yo manifestaré mi luz a través de vuestro ser y sorprenderé a la humanidad con vuestras obras de amor. Por medio del niño hablaré al anciano, por medio del rudo e ignorante hablaré al sabio y a través del humilde hablaré al orgulloso.

Hoy no comprendéis aún lo que os espera, pero mañana lo sabréis y con sumisión os levantaréis a caminar hacia las comarcas que hoy duermen y que mañana al recibir mi mensaje divino, se levantarán dispuestas a seguirme. Vosotros anunciaréis que para ese tiempo los hombres todo lo consultarán con su Señor, para llevar a cabo sus obras en el mundo, dentro de los preceptos de la Ley Divina.

El padre de familia hablará a sus hijos con palabras que el Señor ponga en sus labios, los maestros enseñarán bajo una inspiración superior; los gobernantes sabrán transmitir a sus pueblos la voluntad de Dios; los jueces se sujetarán a los dictados de su onciencia que es Iuz de Aquel que todo lo sabe y por lo tanto, es el único capaz de juzgar con perfecclón.

Los médlcos confiarán primero en el poder divino y su palabra y su bálsamo vendrán del Señor.

Los hombres de ciencia comprenderán la misión tan delicada que han traído a la Tierra, y por su preparación espiritual recibirán las divinas inspiraciones.

Finalmente todos los que hayan traído al mundo la misión de conducir espiritus por la senda de evolución, sabrán elevarse para recibir mis revelaciones y lIevarlas al corazón de las multitudes con la luz y la pureza con que las recibieron.

Yo os revelaré grandes lecciones del Más Allá, porque vengo prepárandoos para la vida espiritual, para la verdadera vida, para esa vida que no tiene principio ni fin.

Yo os prepararé, os mostraré el camino y os señalaré la puerta, porque sois los primogénitos, a los que siempre he enseñado el camino que también vosotros debéis enseñar a los demás y asi como en este mundo os he señalado el sendero, en el Más Allá lo habéis de reconocer y seguiréis conduciendo a los espíritus por el camino que os lleva a la verdadera paz.

 

…y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí mas noche;
y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz de sol, porque Dios el Señor
los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 22:4-5)

¿Os extrañáis de que mi espíritu o el de mis enviados se manifiesten entre vosotros? Es que no analizáis vuestra vida y por eso os sorprendéis de todo y llamáis sobrenatural a lo que es completamente natural.

Os sorprendéis de que un espíritu se manifieste o se comunique con vosotros, sin pensar que vosotros también os manifestáis y hasta os comunicáis en otros mundos, en otras moradas. Vuestro cuerpo no se da cuenta de que vuestro espiritu, en los instantes de orar, se comunica conmigo; no sabe percibir la aproximación que por medio de ese don tenéis con vuestro Señor y no solamente con mi Espíritu, sino también con el de vuestros hermanos espirituales a quienes recordáis en los momentos de oración.

Tampoco os dais cuenta de que en vuestro reposo, cuando la materia duerme, el espíritu, según sea su elevación y su espiritualidad, se desprende de su cuerpo para presentarse en lugares distantes, y hasta en moradas espirituales que vuestra mente ni siquiera puede imaginar.

Nadie se sorprenda de estas revelaciones, comprended que estáis aproximándoos a la plenitud de los tiempos.

Si mi luz ha borrado las fronteras, antes os he preparado para que podáis entrar en comunicación tanto con mi Espíritu Divino, como con vuestros hermanos del Valle Espiritual, porque no quiero que seáis los hijos de la ignorancia, sino que como discipulos de mi Obra podáis entrar con toda pureza y elevación dentro de esta comunicación; sólo el que no sepa prepararse, no podrá quedar dentro de ella.

Aquel que se encuentre manchado, no podrá tampoco llegar a la feliz comunicación de que os estoy hablando, porque ya os he dicho que lo manchado no llega a Mí.

Si solamente la curiosidad os llevase a pretender la comunicación con el Más Allá, no encontraréis la verdad; si os llevase el deseo de grandeza o la vanidad, no obtendréis la comunicación verdadera; si la tentación revistiese vuestro corazón de falsas finalidades o intereses mezquinos tampoco obtendréis la comunicación con la luz de mi Espíritu Santo.

Sólo vuestro respeto, vuestra oración limpia, vuestro amor, vuestra caridad, vuestra elevación espiritual obrarán el prodigio de que vuestro espíritu extienda sus alas, traspase los espacios y llegue a las mansiones espírituales hasta donde sea mi voluntad.

Esa es la gracia, el consuelo que el Espíritu Santo os reservaba, para que contemplaseis una sola morada y os convencieseis de que la muerte y la distancia no existen, de que ni una sola de mis criaturas muere para la vida eterna, porque en este Tercer Tiempo, podréis también estrecharos en un abrazo espiritual con aquellos seres que habéis conocido y que se han apartado de esta vida terrestre, de los que habéis amado y perdido en este mundo, pero que no habéis perdido en la Eternidad.

Esta Humanidad dará grandes pasos hacia la espiritualidad, su espíritu podrá ir más allá de los límites humanos, y llegar a las moradas superiores, para comunicarse con sus hermanos y recibir la luz que aquellos les han de ofrecer. Podrá también descender a los planos donde habitan seres de escasa elevación, seres retrasados para ayudarlas a salir de su pobre condición y colocarlos en un nivel mejor.

La escala por donde asciende el espíritu hacia su perfeccionamiento es muy grande; en ella encontraréis seres en infinidad de grados diferentes y les ofreceréis algo de lo que poseéis y ellos también a su vez os darán algo de su riqueza espiritual.

Si deseáis que el Padre more entre vosotros, es menester que aprendáis a vivir como hermanos.

Cuando deis ese paso en el camino de la fraternidad, vuestro triunfo tendrá por galardón la comunicación de espíritu a Espíritu.

Muchos dones os he entregado y os anuncio que, cuando estéis unidos en voluntad y en pensamiento, Yo os concederé que os comuniquéis por inspiración con vuestros hermanos que habitan más allá de vuestro mundo.

 

Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: el espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la tus nietos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre. (Isaías 59:21)

Surgirán los videntes en todo el mundo, los profetas, los que se comuniquen de espíritu a Espíritu; los hombres y mujeres de diferentes edades y nacionalidades, hablando de grandes inspiraciones. Ese tiempo ya está próximo, por eso os pongo alerta, os preparo y enseño, para que no caigáis en tentación ni en confusión, porque grandes confusiones van a levantarse en tiempos venideros entre esta humanidad.

En verdad os digo que lo mismo en el éxtasis que por medio de la oración o hasta del sueño material, podéis recibir revelaciones y mensajes del Reino Espiritual, si os sabéis preparar y disponer para ello.

Mas os ha faltado preparación y fe para saber aprovechar esos dones y he tenido que preparar videntes y profetas que os hablen del mañana, que os pongan alerta y os amonesten para que veléis y oréis.

En los días de vuestra comunicación de espíritu a Espiritu, Yo sabré premiar vuestra elevación con inspiraciones y profecías que conmoverán al mundo.

Por ahora, procurad espiritualizaros para que vuestros dones ocultos vayan despertando y paso a paso os vayáis aproximando, primero a la comunicación de espiritu a Espiritu y después a la morada de perfección.

No os dejaré ociosos un solo día. Si estáis preparados, mi inspiración será constante. Yo os revelaré siempre que os encuentre preparados, grandes lecciones pertenecientes al espíritu y os daré grandes profecías que servirán a las nuevas generaciones; porque vosotros dejareis escritas muchas enseñanzas.

Os permitiré escribir esas inspiraciones para que no sean borradas de la memora frágil, para que queden para todos los tiempos como un legado para la Humanidad.

No desmayéis en vuestra lucha por acercaras a Mí, juzgando débil vuestra elevación.

Estáis iniciando una era de espiritualidad y no seréis precisamente vosotros los que alcancéis la perfección de vuestra comunicación espiritual; otros vendrán después y tras de ésos, otras, los cuales oirán mi voz, recibirán la divina inspiración y sabrán interpretar mis mensajes, en una forma en que por ahora no podéis imaginar.

¿Quién podrá deciras que no seréis vosotros mismos los que viváis en aquellos tiempos? Mas en esas profecías sólo Yo puedo penetrar y saber quiénes son los que han de volver y quiénes se quedarán en lo espiritual, para no retornar más a la Tierra.

Para su estudio y penetración os dejo enseñanzas que forman un precioso legado de amor: el Libra de la Vida.

Cada una de sus páginas os revela la sabiduría que he puesto en ellas, tomando vuestra reducido lenguaje y sirviéndome de vuestro entendimiento.

Este conocimiento os llevará a comunicaras en forma perfecta conmigo, cuando vuestra oración no use ya las palabras, sino tome el idioma espiritual, la expresión sincera, la demostración de amor que el espíritu elevado tiene para su Dios y que Yo conozco y recibo con agrado. Así quiero que converséis conmigo para revelar el futuro y daros mandatos, y esas profecías y órdenes que recibiréis, las daréis a conocer a vuestros hermanos.

Cuando así os encontréis preparados, vuestros labios que han permanecido atados se abrirán, un gran don de palabra aparecerá y lo que hoy habéis callado se manifestará plenamente.

Cuando hayáis aprendido a comunicaros conmigo de espíritu a Espíritu, vuestros dones quedarán desarrollados y en vuestra práctica, esos dones florecerán en grandeza y en espiritualidad. Entonces me buscaréis en lo espiritual y vuestro culto será perfecto.

Grandes misterios prometo revelaros cuando viváis en paz, porque entonces podrá brillar mi luz en vuestro ser.

Os hablo ahora de esto para que preparéis a vuestros hermanos y a vuestros hijos, a fin de que velen y cuando la hora llegue y la voz divina os busque para hacerse oír, los hombres y los pueblos se encuentren orando, porque su gozo será infinito y las revelaciones que reciban serán incomparables.

 

«En esto conoceremos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su espíritu» (1a. Juan 4:13)

Es mi voluntad que por este pueblo que ha sido testigo de mi comunicación bajo esta forma, sepa la humanidad que el hombre desde su origen, estuvo destinado a comunicarse con su Padre Celestial, a servirle de portavoz en este planeta, y que si en los tiempos pasados fueron aislados los casos de los hombres por cuyos labios habló el Señor, ahora vivis un tiempo en el cual la humanidad, de generación en generación, alcanzará mayor perfección y claridad al comunicarse de espíritu a Espiritu con el Padre.

«Invócame y Yo te oiré benigno y te declararé cosas grandes y ciertas que tu ignoras.» (Jeremías 33:3)

Cuando un hombre ha preguntado a su Señor y en el silencio de su corazón ha sabido escuchar la respuesta, ha descubierto secretos mayores que todos los que la naturaleza pudiera revelarse por medio de la ciencia.

Ese hombre, verdaderamente ha descubierto la fuente de donde brotan todas las sabidurías.

Cuando desarrolléis el don de la comunicación con mi Espíritu, no buscaréis más los libros de la Tierra, porque en ese libro podréis leer y saber todo cuanto necesitáis. Las ciencias del bien os serán reveladas; el amor vendrá a resolver grandes problemas; la paz y la caridad serán los dones preciosos que han de acompañaras y os sentiréis fuertes cual nunca lo habíais estado, porque recibiréis la explicación de grandes enseñanzas, podréis leer delante de vuestras hermanos en ese libra interior, que os he heredado, para daras la luz y ellos acudirán a vosotros.

Cuando el hombre haya aprendido a comunicarse con el Padre por medio del espíritu, ciertamente que ya nada tendrá que consultar en los libros ni que preguntar en la Tierra. Mi presencia será palpable.

Cuando habléis de mi Obra, estaréis inspirados por MI y hablaréis con frases de inmensa sabiduría que sorprendan a los-hombres de mucho saber. Los que lleguen a alcanzar gran adelanto en esta comunicación, recibirán no sólo palabras, frases o ideas, sino cátedras llenas de perfección.

Vuestras manos podrán ser como las de las plumas de oro, escribiendo como la de Juan el apóstol bajo la inspiración del Espíritu Santo.

Cuando os encontréis rodeados de increyentes, de escribas y sacerdotes y os sintáis llenos de mi Espíritu, no digáis a nadie que es el Padre el que habla por vuestra boca, pero Yo estaré hablando a la Humanidad a través de vosotros.

En esta comunicación tendréis vuestros ojos abiertos y vuestro espíritu extasiado, maravillándose de lo que los labios estén revelando en ese instante.

«Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros» (Mateo 10:20)

Si sabéis limpiar vuestro corazón y vuestros labios en los momentos de dirigir vuestras palabras al duro corazón de vuestro hermano, si sabéis en esos instantes elevar vuestro pensamiento a Mí lleno de confianza, seré Yo el que hable por vuestro conducto y toque con mi palabra las fibras más ocultas de aquel corazón haciéndole sentir mi presencia.

Llevad mi verbo en vuestra boca; no es menester para ello que uséis la misma forma en que Yo os hablo. Hablad de Mí y de mi Obra, con el mismo lenguaje con que habláis a vuestros hermanos y sólo cuando tratéis de repetir mis frases, hacedlo en la forma en que Yo os he hablado, mas estad preparados, porque habrá ocasiones en que sea Yo quien hable por vuestros labios y entonces vuestro lenguaje sencillo y material desaparecerá, para dejar manifestarse mi palabra divina en la forma y en el sentido.

¡Mi paz sea con vosotros!

De la Creación Material

Este artículo pertenece al tema de La Creación. Parte 2 de 6

 

Mas no todos regresaron mansos y arrepentidos de su primera desobediencia, de su primer acto de soberbia.

No, muchos llegaron llenos de soberbia o de rencor. Otros, avergonzados y conociendo su culpabilidad, quisieron justificar sus faltas ante Mí, y lejos de purificarse con el arrepentimiento y la enmienda, continuaron creando, ayudados por sus atributos, una vida alejada de las leyes de amor de su Padre.

Así esos seres cayeron en nuevos y desconocidos estados de vida; al darse cuenta de que estaban dotados de grandes dones, de que tenían inteligencia y fuerza para crear por sí mismos, y creyendo ascender a cada paso, fueron cayendo lentamente hacia el abismo.

Ahí crearon una vida artificial y permitieron que se desarrollara la violencia, el egoísmo, la necedad, lo absurdo y la ceguera espiritual.

Y en cada paso que los alejaba más y más del sendero de justicia, mi voz les llamaba diciéndole: -Deteneos, volved a Mí-. En la conciencia vibraba mi voz, exhortándoles a detenerse.

Fuisteis libres y grandes pero después os hicisteis misioneros de vuestras pasiones, degenerando espiritual y moralmente.

Y así muchas criaturas espirituales habrían de necesitar tomar forma corpórea para habitar en mundos materiales para así evolucionar, ya que, en virtud del libre albedrío del que fueron dotados, hubo espíritus que, alejándose del camino de perfección que su Padre les había trazado, decidieron crear sus propios senderos, alejándose del seno de Dios; mas el Padre, siendo infinito y anhelando ser comprendido por todos sus hijos, formó el Universo y la vida material como un apoyo para esas criaturas, y dentro de ella creó una de vuestras moradas pasajeras: este mundo.

El Padre con paciencia perfecta, infinita, fue forjando y preparándolo todo, para que el hijo no encontrara imperfección alguna, sino que a cada paso y en cada obra encontrara la huella de su Padre; porque todo quedó dispuesto desde el principio como un libro, a través de cuyas páginas y con el paso de los tiempos encontrarais la respuesta anhelada a la pregunta que me haríais: ¿Quién soy, de dónde he venido y a dónde voy?

Pero en verdad os digo: Elías ha sido siempre antes.

Antes de que el hombre llegase a morar el planeta, Elías vino para darle ambiente espiritual, para inundar de esencia espiritual todos los ámbitos de vuestra morada, para dejar convertido este planeta, no solamente en un paraíso terrestre, sino en un santuario para el espíritu, para que el hombre no se inclinara solamente ante la Naturaleza para adorarla, sino que por medio de la Naturaleza descubriera la presencia de su Dios.

Y cuando todo estuvo preparado, doté a vuestro espíritu del cuerpo que le serviría de báculo, de vestido para habitar un mundo maravilloso, creado con sabiduría y perfección para él; como un libro que con todas sus lecciones y bellezas se ofrecía a los hijos del Señor, como una escala que comenzaba en ese mundo y se perdía en lo infinito.

¿Es acaso Elías vuestro Padre? No. ¿Es acaso el Espíritu Santo? Tampoco. ¿Quién es entonces Elías? Elías es el gran espíritu que está a la diestra de Dios, que en su humildad se nombra siervo del Padre y por su conducto, como por el conducto de otros grandes espíritus, muevo al Universo espiritual y llevo a cabo grandes y altos designios.

Sí, mis discípulos, a mi servicio tengo multitudes de grandes espíritus que rigen la Creación.

Entonces os preguntáis: -¿El Padre no es Aquél que todo lo hace?- Y Yo os contesto: -Yo soy el que todo lo hago, porque sin Mí nada se movería; pero así como he dado vida a muchos espíritus, a todos les he dado parte en mi Obra, en mi trabajo, sitio en mi Creación, lugar digno a mi diestra.

temas extraídos de las comunicaciones divinas de El Tercer Testamento

De la llegada de los espíritus a la Tierra

Este artículo pertenece al tema de La Creación. Parte 3 de 6

Sembró el Señor de bendiciones el camino que habrían de recorrer Sus hijos; inundó de vida el Universo y llenó de bellezas la senda del hombre, en quien depositó un destello divino: el espíritu, formado de amor, de inteligencia, de fuerza, de voluntad y de conciencia; mas a todo lo existente lo envolvió en Su fuerza y le señaló su destino.

Yo lloré vuestra partida desde el instante en que dejasteis la morada espiritual para ir a la Tierra.

Desde entonces han sido mis lágrimas y mi sangre las que os han perdonado vuestros pecados, y mi voz dulce y serena no ha dejado de aconsejaros en vuestra jornada.

El Padre quedaba ahí, como el principio de todo lo existente; y luego de ofrecer al Universo el camino de la evolución y el perfeccionamiento, se quedaba en espera del retorno de sus hijos, para que en Él encontrasen también su final que sería la perfección del espíritu en la eternidad.

Ese camino trazado a cada elemento, a cada criatura y a cada especie, era ley que el Creador escribió imborrablemente en Sus hijos desde el principio: la ley de evolución.

Mi sombra os ha seguido por todos los caminos.
Yo soy quien en verdad os ha extrañado, vosotros no, porque cuando partisteis os sentíais fuertes y creíais que ya no necesitabais de mi apoyo.

Vuestro camino fue el libre albedrío, vuestros sentidos se dilataron para aspirar y palpar cuanto os rodeaba y fue necesario que cayeseis muy abajo para que volvierais vuestros ojos nuevamente hacia Mí.

Hasta entonces recordasteis que teníais un Padre a cuya mesa os sentabais.

Entonces clamasteis a vuestro Señor, mas antes ya os había llamado Yo y estaba reclamando en mi mesa vuestra presencia.

Os había buscado, como el padre que vio partir pequeño a su hijo llevando la inocencia en su corazón y desconociendo el camino.

temas extraídos de las comunicaciones divinas de El Tercer Testamento

Del Dolor y las Pruebas

El dolor os purifica, el dolor es el cincel que modela el corazón del hombre para que éste alcance espiritualidad.

Para que vuestro dolor no sea estéril, necesitáis que la antorcha de la fe os ilumine para que tengáis elevación y paciencia en las pruebas.

Yo soy quien permite las pruebas en vuestro paso, para detener a vuestro espíritu cuando se aparta del camino de mi Ley para vivir sujeto tan sólo a su libre albedrío.

Examinad el fondo de las pruebas; Yo os lo permito, para que comprobéis que cada una de ellas es como un cincel que va puliendo vuestro corazón. Esa es una de las razones por la cual el dolor os acerca a Mí.

Cada día trae sus pruebas y Yo miro cómo las recibís y el fruto que me presentáis.

Muchas de esas pruebas son pequeñas y con ellas podíais dar principio a una vida de enmienda y perfeccionamiento, pero sin analizarlas las desecháis, y si así obráis ¿cómo podréis prepararos para pruebas mayores?.

Las pruebas que encontráis en vuestro camino, tienen la virtud de retirar la materialidad de vosotros, para que así vuestro espíritu, engrandecido y lleno de Luz y Gracia, quede limpio, y al limpiar las pruebas también vuestra vida material, hayáis limpiado el vaso por dentro y por fuera.

Bendigo vuestras penas y lágrimas, pueblo amado, pero os digo que todavía no habéis aprendido a aceptar con amor y conformidad el cáliz de amargura.

No olvidéis que el mérito no consiste en sufrir, sino en saber sufrir con amor hacia el Padre, con fe y paciencia, a fin de extraer del sufrimiento el mayor provecho y las más profundas lecciones.
Si en vuestras pruebas no hubiese amor hacia la voluntad de vuestro Padre, no habréis hecho méritos ante Mí, no habréis sabido aprovechar la oportunidad de elevaros un poco más; por tanto, tendréis que volver a pasar por aquella prueba que es necesaria a vuestro espíritu.

Las pruebas y el dolor NO son castigo

Nunca digáis que las pruebas que atravesáis son castigo divino, o la sentencia del Juez Supremo, porque os digo que vosotros mismos sois vuestros propios jueces, y son vuestros hechos equivocados así como vuestras infracciones a la Ley Divina, las que se levantan ante vuestra conciencia, acusándoos.

Si el dolor, la flaqueza y las pruebas os acometen a vuestro paso, no es por que el Señor así lo haya dispuesto, sino es porque no habéis estudiado, analizado y vivido su Ley.

Juzgáis superficialmente, como si fueseis niños, ignorando que las pruebas que os azotan son obra vuestra.

Así, cuando ellas se desatan sobre vosotros, deseáis que se aparten, que los designios sean cambiados para no sufrir, para dejar de apurar el cáliz amargo.

Es que no podéis penetrar con vuestra vista en la realidad espiritual, para comprender que todo aquello que recogéis es lo que habéis sembrado, y que todo dolor que a vosotros llega, es porque lo habéis atraído.

No, no habéis sabido penetrar en la verdad, y es por eso que cuando el dolor embarga vuestro corazón, os creéis víctimas de una injusticia divina y Yo os digo que en Dios no puede existir ni la menor injusticia.

El amor de Dios es inalterable, inmutable y eterno, por eso quienes crean que el Espíritu Divino puede verse poseído por la ira, por el furor y por la cólera, cometen grave error; esas flaquezas sólo son concebibles en los seres humanos, cuando les falta la elevación del espíritu y el dominio sobre las pasiones.

A veces me decís: -Señor, ¿por qué hemos de pagar consecuencias de obras que no son nuestras, y por qué hemos de venir a recoger el fruto amargo que otros han cultivado?- A lo cual Yo os respondo, que de esto nada sabéis, porque ignoráis quiénes habéis sido antes y cuáles han sido vuestras obras.

¡Cómo han falseado la verdad de mi justicia todos los que van predicando una doctrina de temores, de castigos y de ignorancia! Mas, ¿sabéis el porqué de esa actitud? Porque necesitan tener supremacía sobre los demás, porque no conocen la humildad, y en cambio tienen mucha vanidad para nombrarse poseedores de la verdad y predilectos sobre los demás.

Bienaventurados los que bendicen el dolor

Otra sería vuestra vida si en vez de arrastrar penosamente vuestra cruz, avanzaseis por el sendero bendiciendo vuestro dolor, pues al instante sentiríais como si una mano invisible llegara hasta vosotros para apartar de vuestros labios el cáliz de amargura.

Bienaventurado el que bendice la voluntad de su Señor, bienaventurado el que bendice su propia amargura sabiendo que ella lavará sus manchas, porque ése está afirmando sus pasos para ascender la montaña espiritual.

No siempre será necesario que bebáis hasta el fondo el cáliz de amargura, porque me bastará con mirar vuestra fe, vuestra obediencia, vuestro propósito e intención de obedecer mi mandato para que Yo os exima de llegar al instante más duro de vuestra prueba.

Recordad que a Abraham le fue pedida la vida de su hijo Isaac, a quien mucho amaba, y que el patriarca, sobreponiéndose a su dolor y pasando por sobre el amor al hijo, se aprestó a sacrificarlo en una prueba de obediencia, de fe, de amor y humildad que aún vosotros no podéis concebir, mas no le fue permitido que consumase el sacrificio en el hijo, porque ya en el fondo de su corazón había probado su obediencia ante la voluntad divina y con ello era bastante.

¡Cuán grande fue el gozo de Abraham, cuando su mano fue detenida por una fuerza superior impidiéndole el sacrificio de Isaac! ¡Cómo bendijo el nombre de su Señor y se maravilló de su sabiduría!

¡Cuántas pruebas rechazáis con vuestra ignorancia, sin daros cuenta de la luz que traían a vuestro espíritu! ¡Cuántas lecciones no han llegado a su término, porque vuestra inconformidad, falta de fe o cobardía, no lo han permitido!

No es que Yo diga que es el dolor lo que debéis amar, no; es la paz, es la dicha, es la luz la que debéis amar; pero ya que el dolor, como resultado de vuestras imperfecciones, ha llegado a vuestros labios como un cáliz de redención, apuradlo con paciencia y bendecidlo, sabiendo que a través de él podréis encontrar vuestra purificación, así como la revelación de muchas verdades.

Soportando las pruebas

No fue mi deseo que el hombre padeciera dolor en la Tierra; mas ya que desde el primero hasta los presentes así lo han querido, llevad vuestro fardo con paciencia y amor y ofreced me vuestros sufrimientos con humildad; vuestro dolor será fecundo en vos y aun en algunos de vuestros hermanos.

Hombres y mujeres de poca fe: ¿Por qué decae vuestro ánimo en las pruebas? ¿No habéis visto nunca cómo me apresuro a levantar al caído, cómo enjugo las lágrimas del que llora, cómo acompaño al solitario y visito al enfermo?.

Vengo a confortaros en vuestras pruebas y a deciros que cuando el cáliz sea muy amargo en vuestro paladar, digáis a vuestro Padre que mora en los Cielos, como Jesús en el huerto: Padre, si es posible que apartéis de Mí este cáliz, hacedlo, pero ante todo hágase vuestra voluntad, mas no la mía.

Si así oraseis y velaseis, Yo detendré el ángel que se acerca a ofreceros el cáliz de la prueba; pero si la voluntad divina es que lo apuréis, estaré junto a vosotros para daros fortaleza y podáis salir triunfantes de la prueba.

Quien logra cumplir sus pruebas con elevación, experimenta paz en ese cumplimiento.

Aquel que camina en la Tierra con la vista puesta en el Cielo, no tropieza ni se lastima sus plantas con los cardos del sendero de su restitución. Vosotros que me oís, resistid con amor vuestras pruebas para que seáis imitados; ved que vais adelantando en vuestro perfeccionamiento, pues si no fuera así, ¿a qué habéis venido en este día? ¿Por qué habéis dejado vuestro trabajo para sentaros en estos humildes banquillos? Porque venís en busca de paz, de luz, de fortaleza y de bálsamo.

¡Cuánto han sufrido inútilmente los hombres en este mundo! ¡Cuánto han llorado sin alcanzar un galardón y sin recoger una simiente! En cambio, los que han sabido llevar con paciencia su cruz, cuando ha llegado el último instante para ellos y han creído encontrarse en el fondo de un abismo, han abierto los ojos de su espíritu y se han contemplado de pie sobre la montaña.
Hombres y mujeres que mucho habéis llorado en la vida, a vosotros va dedicada esta lección.

Meditad profundamente en ella y veréis qué consuelo tan dulce penetra en vuestro corazón. Una lucecita se encenderá en lo más recóndito de vuestro ser y una sensibilidad, que nunca antes habíais experimentado, sorprenderá vuestras fibras dormidas, dejándoos sentir mi presencia espiritual, así en vuestras penas como en vuestras alegrías y en vuestros momentos de paz.
temas extraídos de las comunicaciones divinas de El Tercer Testamento

El Advenimiento – El Retorno del Mesías

Prometido estaba el retorno del Señor en el tiempo final, simbolizado en la figura espiritual de la nube. He aquí el misterio develado.

El Anuncio del Retorno

«Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir». Hechos 1:11

«…estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá». Lucas 12:40

La Forma de Comunicación

«Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días y le hicieron sentarse delante de él». Daniel 7:13

«…y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo, con poder y majestad grande». Mateo 24:30

«Y he aquí que viene con las nubes y todo ojo le verá»…Apocalipsis 1:7

Las Profecías del Tiempo Final

«Se levantará nación contra nación y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambre y alborotos; principio de dolores son éstos». Marcos 13:8

«Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio de todas las naciones, y entonces vendrá el fin». Mateo 23:14

«…derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová». Joel 2:28-31

El Espíritu de Verdad

«…el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre. Él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que Yo os he dicho». Juan 14:26

¿Se han cumplido las profecías?

Las profecías que anunciaron la nueva venida del Mesías, se han cumplido en todas sus partes y el Espíritu de Verdad se ha hecho escuchar, por medio del entendimiento humano.

Y esta etapa de comunicaciones del Espíritu Santo tuvo su principio en 1866, con la presencia espiritual del Profeta Elías que se manifestara a través de Roque Rojas, el enviado del Tercer Tiempo, y después por medio de los portavoces de la Divinidad, la primera de los cuales fue Damiana Oviedo hasta cesar en el año de 1950, comunicaciones que partiendo desde México llegaron a varias naciones de la Tierra.

Bien podríamos deducir que el tiempo final está muy cerca de nosotros (si es que no se ha iniciado ya) cuando vemos que, a través de los modernos sistemas de comunicación global, los predicadores evangelistas (sobre todo los estadounidenses) han llegado a prácticamente todos los rincones del planeta con el Evangelio.

¿Quién no ha tenido sueños que acaba por ver cumplidos? ¿Quién no ha sabido de grandes dones manifestados a través de personas de la más diversa condición humana?

Ciertamente, las profecías de Joel y de Juan en Apocalipsis se cumplieron de una manera que no pudo pasar desapercibida aun para los más escépticos: La explosión del volcán Krakatoa el siglo pasado provocó un sonido terrible que fue escuchado a muchas millas a la redonda y sus cenizas cubrieron el sol en prácticamente todo el planeta (ver «Las Profecías Cumplidas»); abundan testimonios de periódicos de la época que narran los detalles.

Y dentro de esas profecías cumplidas espeluznantemente ¿qué decir de las hambrunas que acabaron con miles de personas en el Oriente, también el siglo pasado? ¿Y los terribles terremotos que por esos mismos años arrasaron con naciones enteras y de los cuales nadie se atreve a aventurar una cifra de víctimas? Tal fue su magnitud.

¿Y de qué otra manera podrá interpretarse la profecía de Jesús cuando anunció que «se levantaría nación contra nación» que por las terribles guerras mundiales que costaron la vida de soldados y civiles en cantidades inimaginables en el pasado?

¿Y la caída de las monarquías que se hiciera patente a principios de este siglo, no tendrá que ver con la apertura del Sexto Sello como lo describe Juan en Apocalipsis 6:15?

Claro que algunos podrían decir que todo ésto no constituye otra cosa que «otro movimiento milenarista» como el que se diera en Europa a fines del primer milenio.

Pero, ¿y el tremendo avance de la ciencia? ¿Y la aparición de terribles armas y nuevas filosofías? ¿No constituye acaso todo ésto un motivo de reflexión y análisis?

La inquietud espiritual en que se desenvuelve la Humanidad nos habla de la alborada de un nuevo tiempo, de la desaparición a pasos agigantados de un mundo y el nacimiento de otro.

El reloj de la historia parece haberse acelerado y ahora toman lugar eventos en unos cuantos años que antes sucedían en generaciones.

La presencia espiritual de Elías en este Tercer Tiempo en que vivimos ha sido percibida con claridad dese hace muchos años.

Una nota final: ¿No será que, como dijo el profeta Juan, sea en este tiempo cuando se esté cumpliendo la llegada «de un cielo nuevo y una tierra nueva»? Apocalipsis 21:1