En el principio. El inicio de la vida
1 Yo soy el Increado. Soy Espíritu y Esencia eternos y mi Presencia divina lo llena todo. Yo soy todo aquello que no podéis comprender.
2 En ningún sitio del Universo existe el vacío, todo está saturado de Mí, todo lo creado por mi Potencia divina vibra y evoluciona.
3 Antes de vuestro principio, antes de crear los mundos y que el tiempo fuera, cuando no habíais surgido aún a la vida, ya os amaba, porque se hallan latentes en Mí todos los principios, elementos y naturalezas que alientan a los seres nacidos de mi Ser.
4 Y os preguntáis: ¿A quién amaba, de quién se sentía Padre y Madre el Ser Divino? Y yo os contesto: De todos los seres y de todas las criaturas que habrían de brotar de Él y cuya fuerza estaba latente en Su Espíritu.
5 En mi Espíritu están todas las ciencias, todos los elementos, todas las naturalezas, todos los principios y todos los amores, él es el Todo, la eternidad y el infinito. En Mí están el pasado, el presente y el futuro con todas sus infinitas posibilidades, aun antes de surgir a la vida los mundos y los seres.
6 El Padre, a semejanza del sembrador, toma los elementos fundamentales que en Él hay, y como si fuesen tierra fértil allí deposita la semilla de vida que procede de Su amor, para esperar el día de recoger un fruto tan perfecto como son la semilla y la inspiración de donde esa Creación brota.
7 Mi inspiración toma forma bajo la fuerza del amor divino.
8 Y así principia la vida.
El amor divino, el poder supremo
9 Toda creación comienza con una idea; la idea de la Creación brota de la mente paterna y materna de Dios como un pensamiento del amor divino, el poder supremo en todo lo que existe, ya que es fuente y manantial inagotable de donde surge y fluye interminablemente la vida.
10 El amor es la esencia de Dios, y por tanto es el compendio de todos los atributos de la Divinidad.
11 Y previo a que los tiempos y los cosmos fueran, esa idea primigenia se hizo vibración, se hizo luz, se hizo vida y todo comenzó.
Todo en la Creación vibra e irradia
12 Todo vibra, todo irradia, nada es muerte, todo es movimiento, eco, reflejo; todo es transformación, combinación y variedad; todo, sea material o esencial, tiene un átomo de la luz divina con propiedades diversas, luz que es amor, que es sabiduría, que es vida.
13 Todo se penetra y se compenetra dentro de una infinita escala con variación de vibraciones que llenan todos los mundos y todos los espacios del Universo que es uno solo e indivisible, creado y regido por Mí con amor y sabiduría, como magnífico hogar y escuela de perfeccionamiento para los seres que habrían de brotar de mi seno amoroso.
14 Todo el Universo es tan solo una expresión material de la Divinidad. Todo cuanto os rodea es un reflejo de la vida espiritual que está más allá de esta morada, así como todo lo creado es un reflejo de la verdad.
15 No entendáis la palabra universo únicamente como cosmos o la suma de fuerzas y energías regidas por un orden misterioso.
16 Mas comprended que Yo, el Creador, no he cesado ni cesaré de construir, de crear.
Las tres naturalezas que proceden de Dios
17 De mi Espíritu proceden las tres naturalezas: la divina, la espiritual y la material.
18 Primero en el orden divino son los espíritus, creados a mi imagen y semejanza; para que Dios pudiera nombrarse Padre, hizo brotar de Su seno espíritus, criaturas semejantes a Él en sus divinos atributos; éste fue vuestro principio, así surgisteis a la vida espiritual.
19 Sabed que vuestro espíritu es un pensamiento puro que brotó de Mí. Todos en vuestro principio habéis sido puros y es vuestro destino final que volváis a serlo.
Al crearos, doté a cada uno de vosotros, espíritus, con el don del libre albedrío, para que por vuestra propia voluntad me glorificaseis con el amor y la caridad que derraméis en vuestros hermanos, y os doté asimismo con una chispa de mi Espíritu Divino, con una luz que nunca se apaga y que es la conciencia que os enseña a distinguir el bien del mal.
20 Como un manantial inagotable es el seno divino y así, el espacio espiritual se pobló de criaturas, cada una de ellas como manifestación de mi amor, mi poder y mi sabiduría.
21 Y a continuación surgió, merced a la Providencia divina, la naturaleza material, brotando ésta continuamente del mismo seno paterno y materno de la Divinidad para que los espíritus, mis hijos que inician su vida al lado de su amoroso Padre y Maestro, tengan campo propicio para su aprendizaje y recreo, así como dónde ensayar y poner en práctica lo que han de ir descubriendo.
Todos los mundos bajo los benditos cuidados de la maternal ternura divina
22 Mas esa misma existencia material habría de servir también de escuela a aquellos de mis hijos que, en erróneo uso de su libre albedrío habrían de abandonar la mansión divina separándose de su Creador, y que incapaces ya de vibrar en las esferas más altas, necesitaran de una forma corpórea con la cual poder evolucionar, habitando en múltiples mundos, planos y naturalezas. Mirad que todos los mundos son semejantes a jardines y huertos benditos cuidados por María, la Señora, la Madre, la ternura Divina.
23 María, mujer, es la representación del amor maternal. María, espíritu, es la Ternura Divina que descendió a la Tierra para dar al hombre, entendido como varón y varona, Su ejemplo de elevación y humildad. En la femenina eternidad, sus brazos abiertos esperan amorosamente la llegada de sus hijos.
María, la escala hacia la perfección.
24 Sobre la cima de la montaña, donde se encuentra el Maestro, también está María, la Madre Universal. Buscadla y hallaréis en Ella la escala que os conducirá a la perfección.
25 Si la buscáis en la soledad de la noche, allí en el Cosmos, encontraréis Su imagen. Si la buscáis en la fragancia de las flores, allí la hallaréis y en el corazón de vuestra madre también la tendréis. María es la esencia femenina universal que podréis descubrir en todas las obras de la Creación. Ya podréis comprenderme cuando os hablo de mi amor hecho hombre y de mi ternura hecha mujer.
26 En verdad os digo que doquiera se manifieste mi Espíritu, ahí estarán presentes el amor y la dulzura de María.
27 Si buscáis a María, la encontraréis en mi palabra, la que os bendice y acaricia a cada instante. En Mí hablan el Padre y la Madre, en Mí hablan todos los amores. Si me buscáis en mi Verbo que he derramado en todos los tiempos, encontraréis todo lo que ambicionáis. No habrá vacío en vuestro corazón, en Mí encontraréis al Padre, al amigo, al hermano, al maestro, más también a la madre. Yo soy el amor perfecto, el amor de los amores.
28 De esa esencia divina que es amor y es ternura habría de surgir la familia humana que es una representación de la familia espiritual; en ella está el varón convertido en padre, guardando verdadera semejanza con su Padre Celestial; la mujer, la varona, con su corazón maternal lleno de ternura, es imagen del amor de la Madre Divina, y los hijos fruto de ese amor y esa ternura, en su unión con sus padres forman la familia, que es una representación de la familia espiritual del Creador.
29 Y vuestro hogar es el templo que a semejanza del Universo, es en dónde podréis aprender y evolucionar de acuerdo con mis leyes.
30 María es ejemplo de pureza, obediencia y humildad. Cada una de esas virtudes, es un peldaño en la escala por donde Yo, como Verbo divino, descendí a vuestro mundo para hacerme hombre en el seno de aquella mujer. Esa escala es la misma que os presento ahora, para que a través de ella ascendáis hasta Mí, transformándoos de hombres en espíritus de luz.
31 María es parte de mi Espíritu. ¿No habéis reconocido en mi palabra su ternura y su gracia? En esta palabra hablan el Padre y la Madre, unidos en una perfecta conjunción divina. El espíritu de María es un ejemplo perfecto de sumisión y mansedumbre. En Ella se cumplieron las profecías que anunciaban que el Mesías nacería de una joven virgen y, después de cumplida su misión en la Tierra, quedó como Madre espiritual de la Humanidad.
La mujer en el apostolado del Tercer Tiempo. Los primeros portavoces divinos en este tiempo fueron mujeres
En el Segundo Tiempo, para ser mi discípulo era indispensable poseer no sólo una gran fortaleza espiritual, sino también física, mas en mi apostolado del Tercer Tiempo se encuentra también la mujer, que habiendo sido la que acompañó al Maestro en el camino de amargura hasta los pies del madero de la crucifixión, desoyendo blasfemias y soportando escarnios, ahora en el Tercer Tiempo ha sido labriego fiel, espíritu fuerte, y soldado de lucha; por eso le he dado asiento en mi mesa de este tiempo e hice que las primeras portavoces del Rayo Divino, una vez abierto el Sexto Sello, fueran mujeres porque el apóstol está en el espíritu, sin distinción de sexo.
Mujeres benditas: También vosotras formáis parte de mi apostolado; entre el espíritu del varón y el vuestro no existe diferencia, aunque físicamente seais distintos y también diferente la misión del uno y de la otra.
Tomad como Maestro de vuestro espíritu a Cristo y seguidle por la senda trazada por Su amor; haced vuestra Su palabra y abrazaos a Su cruz.
Trabajad unidos y caminad por la senda de verdad, hasta llegar en espíritu a la Tierra Prometida.
Varonas amadas: Estoy hablando a vuestro espíritu con la misma palabra con que le hablo a los varones, porque espiritualmente sois iguales. Sin embargo, cuando vuestro corazón de mujer busque un modelo a quien imitar, cuando necesitéis de ejemplos perfectos en qué apoyaros para perfeccionaros en la vida, recordad a María, observadla a lo largo de su jornada en la Tierra.
Fue la voluntad del Padre que la vida humilde de María quedara escrita por mis discípulos, quienes la conocieron a través de sus obras y conversaron con ella.
32 Yo soy semilla de eternidad, María es el riego divino. He ahí al Padre y a la Madre velando por Su Obra; junto a la palabra del Maestro está Su palabra de Madre; ante la presencia del Juez, Ella es la intercesora. Amadla e invocad su nombre y sentiréis su presencia. En verdad os digo que María vela por vosotros y os acompaña eternamente.
Lo espiritual y lo material, una sola Creación.
33 Podéis entonces comprender que la Creación divina es en realidad una sola: lo espiritual y lo material son cualidades que provienen ambas del supremo amor divino, manifestado en luz, en movimiento, en vida.
34 Comprended que no sólo el espíritu está destinado a lo espiritual, sino que aun lo más pequeño dentro de lo material ha sido creado para fines espirituales.
Perfecto es tanto lo espiritual como lo material
35 Perfecto es tanto lo espiritual como lo material. Así podéis contemplar, hasta en el átomo y en la célula, manifestada la omnipotencia divina, y si estudiáis el espíritu, descubriréis en él su naturaleza simple como el átomo de una vida superior. Entonces comenzaréis a comprender que nada existe que se encuentre desligado de lo divino.
36 Mi Espíritu, infinitamente mayor que lo que podríais llegar a concebir como universal, existe en todo lo creado por Mí, ya sea en lo espiritual o en la Naturaleza material; en todo está mi Obra, dando testimonio de mi perfección en cada uno de sus planos.
37 Todo lo por Mí creado, cada una de mis obras, tiene por principio el amor y la justicia. Todo cuanto percibís por medio de vuestros sentidos materiales o vuestra mente, encierra esos atributos, mas nunca hallaréis en el origen de ellos impureza o imperfección alguna.
Las vibraciones en la infinita Escala Divina. Los infinitos órdenes de existencia. La metáfora del concierto divino de la Creación.
38 Como ocurre en vuestros más finos y completos instrumentos musicales, donde las notas se suceden de forma equivalente y se incrementan sus vibraciones desde rangos inferiores hasta los superiores, lo mismo ocurre en el concierto divino en la escala de la interminable Creación divina, mas no teniendo ésta confines o límites, se proyecta al infinito, y conforme suben de grado las vibraciones se tornan sutiles hasta ser inaudibles, intangibles, invisibles e imperceptibles para los grados inferiores, escapando a su captación y por ello, para los seres en escalas más bajas, aquéllas parecieran ser inexistentes, irreales.
39 Mas mirad que ciertamente todo dentro de esa escala está sujeto a evolución.
40 Por ello, en regiones altas, existen cosas que son imperceptibles para vuestros sentidos materiales que están confinados a alturas y ámbitos menores. Existen colores, sonidos, modos y órdenes de existencia que ni siquiera podéis imaginar con vuestros sentidos humanos.
41 Comprended que a mayor altura en el orden de la Creación corresponde una mayor espiritualidad, y al llegar cierto punto en la gran escala, el tiempo como lo concebís deja de ser relevante y lo que entendéis como espacio simplemente continúa expandiéndose sobre la infinita vastedad de lo divino. ¿Cómo puede entonces un ser materializado aspirar a percibir las altas vibraciones que corresponden a lo espiritual?
42 Vosotros, Humanidad, vibráis en todo momento, pero las más de las veces vibráis erradamente y por ello habéis generado el egoísmo, el odio y las bajas pasiones.
La diferencia entre materia y materialidad o materialismo
43 La materialidad es contraria a la espiritualidad, pero entended que con esto me refiero a vuestra materialidad mal acostumbrada o viciosa, a vuestra materialidad antinatural y artificiosa, llena de errores y degeneraciones, no a la materia en sí, que es parte de la Naturaleza y por tanto que es creación dotada de perfección porque proviene de Dios. Por esto, es importante que distingáis entre la materia, que es obra mía, y la materialidad o materialismo que es obra vuestra.
Las múltiples naturalezas. Una sola Creación, un solo Universo. La existencia material. Moradas temporales y moradas eternas
44 Comprended que la Creación material, con toda su magnificencia y perfección, es tan sólo un símbolo de la vida espiritual.
45 El Universo como vuestros hombres de ciencia lo entienden, es solamente una manifestación material, un débil reflejo de la Divinidad.
46 Mas en verdad os digo que de un solo Creador surge un solo Universo, una sola gran escala donde caben lo material y lo espiritual, todo entrelazado con lo divino.
47 Todas las naturalezas que existen y existirán se encuentran dentro de esa gran escala divina, porque entre la naturaleza del hombre y la naturaleza divina hay muchas otras. Mas las leyes que rigen cada naturaleza, provienen de una misma Ley: la Ley suprema del amor de Dios. Por tanto, armonizad las leyes naturales con las leyes espirituales y seréis siempre sanos de cuerpo y de espíritu.
48 Las leyes divinas que rigen al Universo provienen de la sabiduría, poder y amor infinitos del Creador; de ellas emana cuanto se refiere a la creación de todo lo que existe.
La estructura primordial del Universo
49 Y dispuse la estructura primordial que rige al Universo, conteniendo todos los elementos y seres con múltiples funciones y tareas; esa estructura fundamental es la sabia contextura que conocéis como leyes naturales que gobiernan y ordenan de manera inexorable la Creación en todas fases y zonas, mas sois vosotros, espíritus dotados de libre albedrío, los únicos con la bendita libertad de obedecer o no los ordenamientos del Señor.
50 Cada zona tiene múltiples regiones a su vez, y así debéis entender las palabras de Cristo cuando os dijo que en la casa del Padre muchas moradas hay, mas esas moradas no son idénticas las unas con las otras; en las de ámbitos inferiores, rige el tiempo y por ello podéis llamarles temporales; en las superiores, rige la eternidad, y por ello el Cristo les llamó moradas eternas.
De la infancia del espíritu manso y la del rebelde. La diferencia entre el error y el pecado
51 Y en unas y otras moradas el espíritu de mis hijos va avanzando, mas no penséis que los obedientes al principio no cometan equivocaciones o errores, comprensibles por ser espíritus en su más tierna infancia, los cuales, estando libres de malicia y llenos de inocencia, ante la diligencia y cuidado de sus hermanos mayores y su Padre Celestial son corregidos con sutileza y con amor.
52 No he creado espíritus destinados a ser siempre pequeños ni a vivir siempre en la oscuridad. Si en las altas mansiones existen espíritus grandes, es porque ellos han ascendido por sus méritos en el camino del amor, mas en su principio fueron también pequeños.
53 ¡Cuán diferente ha sido el aprendizaje para los desobedientes, quienes renunciando a los cuidados del amor divino, en su rebeldía se ven precisados de corregir con dolor y con lágrimas sus errores y equivocaciones, realizados las más de las veces con malicia y en el deliberado desconocimiento y negación de la Ley divina!
54 Todo mal propósito, toda mala intención vienen a ser la causa del pecado, de las manchas que impiden que el espíritu manifieste en toda su plenitud la imagen y semejanza con su Padre, y esto dio origen al mal.
55 El mal, pues, no nació en ningún mundo material.
56 Vuestros hermanos mayores, los obedientes, adquiriendo y sumando experiencia en mansedumbre sin perder su inocencia, os han ido adelante en el camino del perfeccionamiento espiritual, ¡oh, hombres que canjeásteis vuestra inocencia por la búsqueda de una engañosa y egoísta experiencia cayendo en la ignorancia, sin que esto os fuera forzoso e indispensable!
57 Y desoyendo la voz de vuestro Padre que os llamaba a arrepentimiento, fuisteis entrando en mayor desarmonía con el concierto divino, cayendo cada vez más bajo. En verdad os digo que entre vosotros, Humanidad, no hallo espíritus inocentes.
El don del libre albedrío y la conciencia
59 Me decís que por causa del libre albedrío habéis caído en faltas y errores mas juzgáis mal, pues Yo os digo que por ese don podéis también elevaros infinitamente más allá del punto de donde partisteis al principio de vuestra evolución.
60 Un espíritu sin libre albedrío no sería digna creación del Ser Supremo. Sería un ser inerte, una cosa más, sin voluntad y sin aspiraciones para su perfeccionamiento, semejante a esas máquinas que vosotros creáis.
61 Mas ¡mirad!, pues he aquí que desde el principio, junto con el libre albedrío, di a cada espíritu mi luz en su conciencia para que nadie se perdiese; deposité esa chispa divina inmortal en cada uno de los espíritus, que es la voz que nunca enmudece y que en todo instante le indica de manera sabia y perfecta dónde están el bien y el mal.
62 Vuestro espíritu fue creado para la lucha, para la elevación; no fue creado para la inercia, para la inmovilidad. He ahí por qué muchos espíritus, cumpliendo con mis mandatos, han llegado a ser grandes, inspirados en el amor divino y en las bellezas creadas por Dios.
La primera desobediencia, la primera caída
63 También dentro del número infinito de espíritus, hay los que siendo grandes en sí, pero pequeños ante lo infinito de Dios, han querido en virtud de su libre albedrío, desafiar los designios del Padre, y cayendo en libertinaje que es el abuso de la bendita libertad con la que habían sido dotados, van descendiendo por su propia voluntad a moradas y senderos creados por ellos mismos, los cuales los apartaron del camino de perfección y de la casa del Padre; ese acto fue su primera caída, su primera desobediencia, su primer error.
64 Un solo error genera muchos errores; una sola falta trae muchas consecuencias penosas.
65 Una sola imperfección desarmoniza con la pureza del amor divino; una sola caída atrasa al espíritu y trae resultados que sólo pueden disminuirse y hasta evitarse volviendo en el acto al camino, al arrepentimiento definitivo y a la obediencia.
66 Muchos espíritus vuelven inmediatamente, arrepentidos y rendidos, llenos de dolor, pero también de esperanza, a pedirle al Padre que los purificase de aquellas faltas, y el Señor, siempre misericordioso, los recibe con infinito amor y caridad, confortando su espíritu, perdonándolos borrando sus amarguras y enviándoles a reparar sus faltas, reafirmándolos en su misión.
67 Así se presenta mi justicia, no para castigarlos, sino para corregirlos; no para destruirlos, sino para conservarlos eternamente, proporcionándoles amplias oportunidades para perfeccionarse.
68 Unos descienden movidos por la soberbia y la ambición, otros por la curiosidad. El curioso es un intruso en el dominio ajeno, así como el desobediente es siempre soberbio y el más terrible enemigo de sí mismo; mas aquéllos que pronto han vuelto al Padre en busca de perdón, son recibidos por el Amor perfecto. Sus vestiduras les son desmanchadas y su luz vuelve a brillar.
69 Mas no todos regresan mansos y arrepentidos de su primera desobediencia, de su primer acto de soberbia. No, muchos llegan llenos de arrogancia o de rencor. Otros, aunque avergonzados y conociendo su culpabilidad, quieren justificar sus faltas ante Mí, y lejos de purificarse con el arrepentimiento y la enmienda, continúan creando, ayudados por sus atributos, una vida alejada de las leyes de amor de su Padre.
70 Así esos seres caen en nuevos y desconocidos estados de vida; al darse cuenta de que están dotados de grandes dones, de que tienen inteligencia y fuerza para crear por sí mismos, y creyendo ascender a cada paso van cayendo lentamente hacia el abismo. Ahí crean una vida artificial y permiten que se desarrollara la violencia, el egoísmo, la necedad, lo absurdo y la ceguera espiritual.
71 Y en cada caída, en cada paso que los alejaba más y más del sendero de justicia, mi voz les ha llamado diciéndoles: -¡Deteneos, volved a Mí!- En la conciencia vibra mi voz, exhortándolos a detenerse.
72 Muchos, ante mis continuos llamados, finalmente detuvieron su descenso y recomenzaron su elevación, su ascensión y reconquista de su lugar en la casa del Padre para el cumplimiento de sus altas misiones; mas otros, los pocos, continuasteis obstinados en la pendiente hacia el abismo, hacia el caos en el que continuáis viviendo.
73 Fuisteis libres y grandes, pero después os hicisteis prisioneros de vuestros libertinajes y misioneros de vuestras bajas pasiones, degenerando espiritual y moralmente.
74 Hoy vivís dentro de una vida material donde la falta de fraternidad, la violencia, el rechazo de los unos hacia los otros y la desarmonía prevalecen, mientras que en el seno de Dios todo es perfección y armonía.
75 Yo no me he equivocado en lo que he hecho; el hombre sí se ha equivocado de ruta y de vida, pero pronto volverá a Mí como el hijo pródigo de la parábola que desobedeciendo a su padre disipó toda su herencia.
76 Los mundos son lo que sus moradores quieren que sean.
El más pequeño de los espíritus, más grande que todo el Universo
77 Mi Obra divina todo lo abarca, desde los seres más grandes y perfectos que habitan a mi diestra, hasta el animalillo menos imperceptible, el vegetal o el mineral, en el átomo o partículas que forman todas las criaturas, y en esto os muestro una vez más la perfección de todo lo creado por Mí, desde los seres materiales hasta los espíritus que ya han llegado a alcanzar su perfección. ¡Ésa es mi Obra!
78 Y no os asombre saber que el más pequeño de los espíritus, es más grande que todo el Universo, siendo éste creado con un sólo propósito: el de servir como gran morada y escuela a los espíritus, mis amados hijos, para su perfeccionamiento y evolución.
79 Apreciad en toda su perfección y belleza al Universo mas no os confundáis; éste fue creado para que en él se inspiraran los hijos del Señor y en él vieran una imagen de su Padre. Si así tomáis la Creación, elevaréis vuestra mente hacia mi Divinidad.
80 La Naturaleza o el Universo son tenidos por muchos como un dios y como la fuente creadora de todo cuanto existe, mas en verdad os digo: Esta naturaleza en cuyo seno han brotado todos los seres y cosas materiales no es creadora; ella antes fue concebida y formada por el Hacedor divino; ella no es el principio, ni la causa, ni el por qué de la vida.
81 Yo soy la fuente de donde han brotado todas las naturalezas, en Mí se encuentran la simiente y el fruto.
82 Os hice a mi imagen y semejanza para que os identifiquéis Conmigo, y quise que ayudárais a embellecer mi Creación con vuestras propias creaciones mentales y espirituales, teniendo como campo la eternidad.
83 Sabed que desde el instante de vuestra creación, nunca la irradiación del Amor Supremo ha dejado de ser sobre vosotros.
El verdadero concepto del amor divino.
84 El verdadero concepto del amor de Dios no es conocido aún en la Tierra, a pesar del mensaje que os envié a través de Jesús. Pero si Yo supiese que el hombre no habría de salvarse, no vendría a él con el amor con que siempre le he buscado.
Amad a vuestros prójimos como si fueran vuestros propios hijos y entonces principiaréis a comprender a Jesús, lo amaréis y empezaréis a sentirlo y a reflejarlo, porque quien lo siente, ineludiblemente tiene que reflejarlo.
85 Es imposible la separación entre el Creador y sus criaturas; no es posible que haya distancia entre Cristo y los hombres, así como no puede existir un cuerpo sin cabeza ni el Sol sin planetas.
86 El Arcano que os estoy revelando es mi propio Espíritu, el cual se encuentra más allá de la escala de Jacob. Yo no estoy en la escala, porque soy perfecto, en ella sólo están los seres que evolucionan y caminan en pos de la perfección
87 Comprended que siendo vuestro espíritu único, me es precioso. De ahí que mi celo y dedicación hacia vosotros sea total, incondicional, como lo es mi amor.
88 Todo espíritu nace en Mí y es en Mí donde tiene su infancia, en la que comienza a recibir mis primeras lecciones y revelaciones, iniciando así el desarrollo de todos los dones y facultades que son su herencia, evolucionando y aprendiendo hasta llegar a su plenitud espiritual.
89 Nunca, en el transcurso de los siglos, ha sucedido que el Cielo haya dejado a la Tierra, porque la Tierra es partícula integrante, inseparable y evolutiva del Todo ilimitable.
Todo en la Creación es luz
90 Toda unidad, por pequeña o grande que sea, todo movimiento, todo compuesto, todos y cada uno de los elementos de la Creación irradian luz que puede ser visible o invisible para vosotros, puede trabajar y hacer sentir sus efectos en lo que llamáis energía, y aunque no la percibáis es fuerza, es potencia, es poder, es muchas cosas desconocidas hasta ahora para vosotros con matices luminosos y variados.
91 Así, vuestras ideas, vuestros pensamientos, vibran e irradian; las palabras y las obras vibran e irradian también, en variedad múltiple de acciones, colores y efectos.
92 Esa diversidad de matices forma parte de una escala inmensa de luz con variadísimas y particulares vibraciones, expansiones u ondas, como inapropiadamente las llamáis.
Los matices del Todo
93 A cada matiz corresponde determinada vibración y a cada vibración corresponde a su vez un determinado efecto; aunque todo está ligado de manera recíproca al Todo, simultáneamente cada matiz es dotado de su propio ámbito de acción de su individualidad o de su ser.
94 En la inmensa escala de la Creación divina, así como en la plasmación sucesiva y continuada de las creaciones de Dios, hay infinita variedad de criaturas que son unidades o individualidades con características propias, múltiples y diversas, según sea el ser a quien pertenezcan.
Mundos y espacios invisiblemente conectados unos con otros
95 Los innumerables espíritus de vuestro grado, que no es el mayor pero tampoco el menor en la Creación, palpitando en armonía con la esencia creadora y vivificante latente en todas partes, eran y son los seres que vibran, existen o viven en mundos y espacios diseminados en todo el Universo y conectados inseparable e invisiblemente para vosotros, tanto los unos con los otros como con la omnipotencia divina.
96 Mientras más alto es un pensamiento, una idea o una obra, más espiritual y menos material es, más delicada o sutil es la vibración de luz, y mientras mayor o más rápido es el movimiento de esa fuerza, mayor es la dificultad de que la puedan percibir quienes se encuentran en grados más bajos, mas aun así su efecto espiritual es grande, porque todo está interconectado, todo es interdependiente.
El glorioso destino del hombre
97 Estas entidades existen y oscilan entre y desde lo muy pequeñito hasta lo muy grande. Vuestro espíritu fue creado con atributos adecuados y armónicos para seguir y llegar hasta el destino señalado por los altos designios de Dios.
98 Esos fines que hoy, como hombres, que aunque quisierais no podéis entenderlos a plenitud, son grandiosos y bellos como son todos los propósitos de la Inteligencia Suprema, mas no sois vosotros, hombres dotados de espíritu, ni las más grandes ni las más pequeñas criaturas de Dios.
99 El hombre, y comprended que cuando os hablo del hombre me refiero a varón y varona, en cuanto criatura de Dios, es hermano de todas las criaturas de éste y los demás mundos, porque cada forma de vida es un pensamiento del Padre en manifestación distinta.
100 No sois los únicos habitantes en el Universo, ni vuestro planeta es el único habitado.
101 A las generaciones del mañana les será dado contemplar abiertas las puertas que les aproximen a otros mundos y tendrán motivo para maravillarse ante el Padre.
102 Si vosotros estáis dotados de razón, comprended que sois parte de la Creación, y en ese sentido, hermanos de todos los seres.
103 Entended que ni siquiera la Tierra está hecha como morada exclusiva para vosotros los seres humanos.
104 Como os he explicado, fuisteis creados, y en ese instante, por la voluntad del Omnipotente, vuestro espíritu tomó expresión y vida sutil, esencial, luminosa, bella, poderosa, con tantos atributos como necesarios eran y son para cumplir vuestra misión en el curso de la eternidad.
105 El camino que he trazado para vosotros es infinito. Nunca llegaréis al límite: siempre encontraréis sorpresas gratas que alienten a vuestro espíritu.
Esencia y sustancia: de la diferencia entre espíritu y alma
106 Para el logro de esos fines divinos, dotó el Padre a toda la Creación material del hálito de vida, de ese impulso vital que poseen lo mismo un átomo que los más grandiosos cuerpos celestes, soplo de vida de donde se originó lo que llamáis alma o ánima.
107 El alma, así como el espíritu y toda criatura en sus diferentes escalidades, está sujeta también a evolución; mas la finalidad de la evolución del espíritu es para que al llegar éste a la cumbre de su perfeccionamiento, pueda reinar plenamente sobre todo lo que el Padre ha creado para beneficio de Sus hijos, y cumpliendo éstos en esa forma Sus mandatos divinos.
108 De ese hálito de vida que vibra en toda la Creación, formó Dios el alma humana. Mas no confundáis al espíritu con el alma: el espíritu es esencia y el alma es sustancia.
109 Cada ser material en el Universo, posee, acorde con su escalidad, su propia alma que le sirve como soporte en su existencia, dotándole así de sustancia para desempeñar el papel y la función que le corresponde, todo dentro del orden de la Creación, y es ley natural que a mayor evolución, mayor calidad y sutilidad de esa alma.
110 Así, desde los organismos más minúsculos hasta los de mayor tamaño, poseen su propia e individual alma.
111 Mas el alma de un cuerpo donde un espíritu se halla encarnado, es por definición, más elevada, más tendiente a la excelsitud que el de organismos más rudimentarios, aunque en su inocencia semeja a un tierno niño.
112 El alma en el ser humano, como sucede con su cuerpo, es incapaz de sentir malicia, no tiene la inclinación hacia la maldad o el pecado, puesto que no tiene libre albedrío. El espíritu, en cambio, es parte del mismo Padre y es el único que posee libertad de pensar, de vivir, de decidir y actuar.
113 El alma es el elemento sutil por medio del cual el espíritu se desenvuelve en el universo material, mas como sucede con todo lo material, hay un umbral que el alma no puede traspasar.
Del velo entre el Universo material y el Valle espiritual.
114 Entre el Universo material y el verdadero Valle Espiritual, hay un velo que no le es permitido a nadie profanar, y sólo le es concedido traspasar aquellos umbrales a los espíritus que llegan hasta ellos revestidos de respeto y de humildad, de pureza y nobles ideales, de amor y verdadera fe, como os lo explicara Cristo en la parábola del rico y Lázaro, el leproso.
115 Sabéis que al desencarnar, el espíritu llega por sus propios méritos al valle en el Más Allá que su preparación y elevación le permiten, sea éste una morada de luz y bienandanza, o un mundo de tiniebla, habiendo también muchos que permanecen por su materialismo y falta de elevación encadenados a este valle de lágrimas, hasta que liberándose de esa pesada carga, comprenden que su verdadera morada es el infinito, es el Universo todo, es el espacio espiritual sin fin que Yo les brindo.
116 ¿Qué sucede con el alma de un hombre cuando éste llega al final de su existencia para continuar en lo espiritual? Esa bendita energía, ese hálito de vida que animó ese cuerpo, tampoco muere, continúa vibrando y se disgrega para, cuando la ocasión es llegada, pase a sumarse a otras vibraciones que formarán parte de una nueva alma, aún más evolucionada, en un bebé humano recién concebido, todo esto maravillosamente regido por la perfecta voluntad divina, continuando de esta manera colaborando en el progreso de todo lo material.
117 Aun siendo tan etérea y diáfana el alma, ¿creéis que ésta existía antes de la formación de lo material? No, discípulos. Es el espíritu el que ha existido desde antes de que fueran los mundos materiales y en mi Reino no necesita de más sustancia que el amor divino de donde brotara.
Del paraíso original
118 Los primeros hombres, aquéllos que fueron padres y madres de la Humanidad, conservaron en sus primeros pasos en este planeta la impresión que su espíritu trajo del Valle Espiritual; ese estado de inocencia, de paz, de bienestar y salud fue como una era de luz, un paraíso de belleza plena, inolvidable, del cual os hablan los escritos de la antigüedad, ese paraíso cuya pérdida os ha traído a vosotros, descendientes de aquellos primeros espíritus encarnados, una nostalgia por ese valle terrenal de dicha y bienandanza del que las pasiones de la materia y la lucha por subsistir os despojaran.
119 Mas comprended que ese paraíso, ese edén maravilloso, no fue ni será jamás un lugar o un sitio determinado que podáis encontrar en este u otro mundo, sino un estado espiritual de gracia, concordia y amor infinito, el que podréis alcanzar de nuevo y recobrar cuando sometáis vuestro libre albedrío a la conciencia.
120 Y en verdad os digo, que los justos que vivieron entre vosotros disfrutan y moran en ese paraíso espiritual.
121 ¿Por qué no aprendéis de vuestros hermanos de creación, esos animalitos que aun viviendo en vuestro mismo planeta, se recrean en ese paraíso que es la Naturaleza, armonizando con toda la Creación?
122 Por eso, podréis comprender por qué os he dicho que cada mundo es lo que sus moradores quieren que sea.
Las fases infinitas de Dios y los Tres Tiempos. El mito de la Sagrada Trinidad. Moisés, Jesús y Elías, los enviados.
123 Un solo Dios hay, un solo Padre y Creador. Un solo Espíritu que es el mío en quien existe un número infinito de fases y atributos, y me he manifestado a vosotros en tres de esas fases.
124 Y esas tres fases distintas han cubierto tres tiempos. El primer Tiempo fue el de la Ley, el segundo el del Amor y el tercero, que es el presente en que vivís, corresponde a la Sabiduría.
125 Con la promulgación de la Ley sobre el Sinaí, Moisés, el primer enviado en el Primer Tiempo, fue como una estrella en la soledad de los desiertos, fue guía, legislador, consejero y conductor de las tribus de Israel hasta llevarles a las puertas mismas de la Tierra Prometida a vuestro espíritu.
126 Cuando en el Segundo Tiempo, Cristo vibrando en Jesús apareció en el seno de ese mismo pueblo, habían transcurrido muchos siglos desde Moisés. Fue el Maestro Divino, que venía a nacer y vivir entre los hombres para enseñarles la segunda parte del Libro de la Vida, mostrándose como Dios de amor, preparando con Su palabra y Sus obras un nuevo tiempo, una nueva vida para el espíritu. El Segundo Tiempo y todo cuanto os enseñé con mi palabra, milagros y ejemplos, hasta culminar con mi Pasión, fue la hoja de la Ley de amor que escribí para vosotros en Jesús.
127 Ahora, estáis en el Tercer Tiempo, en cuyo inicio Elías manifestó su espíritu como enviado y precursor del Espíritu de Verdad, diciendo a través del entendimiento humano: "Yo soy Elías el profeta del Primer Tiempo, el de la transfiguración en el monte Tabor; preparaos, porque los Siete Sellos os son dados a conocer y las puertas del misterio os son abiertas para que podáis contemplar el camino de vuestra salvación".
128 Elías es el rayo de Dios, es la luz que viene a disipar toda tiniebla. Escuchad el llamado de Elías, pues es quien guiará vuestro espíritu a través del desierto hasta llegar a la verdadera Tierra Prometida en el seno de Dios, liberándoos del pecado.
El plan divino de redención espiritual
129 Mi plan de redención universal no podéis abarcarlo en su totalidad, mas os doy a conocer una parte de él con el fin de que toméis parte activa en mi Obra.
130 La redención de la Humanidad no la hará un solo hombre, ni siquiera un pueblo: seré Yo, quien haga levantar en este tiempo a los hombres, señalándoles el camino de la salvación que Cristo os enseñó.
131 Sabed que al final todos seréis redimidos y salvos por mi amor, todos tendréis la oportunidad de retornar a Mí.
132 Es menester que todos sepáis que vuestro destino es aprender las grandes lecciones de la vida, porque sólo así llegaréis a la cumbre de vuestra perfección.
133 Siete son las etapas que os fueron concedidas para el progreso y expiación espiritual de la Humanidad, de las cuales tenéis una imagen en los siete días simbólicos de la formación en vuestro mundo de la Naturaleza material, siete son las etapas del camino del perfeccionamiento espiritual, camino que os conduce de retorno a mi seno, desde donde irradiaréis eternamente vuestra luz sobre aquellos de vuestros hermanos que queden rezagados en los peldaños más bajos.
134 La conciencia es la que os da la intuición de que debéis caminar hacia adelante por el camino de la luz, que es el de la perfección.
Reencarnación: Una sola existencia no es suficiente para el espíritu en el hombre.
135 La existencia del hombre en la Tierra es sólo un instante en la eternidad, un soplo de vida que alienta por un tiempo al ser humano y luego se aparta, para después volver y poseer un nuevo cuerpo.
136 Para vuestro desarrollo y perfeccionamiento, tenéis que habitar este mundo cuantas veces os sea necesario. Para que el espíritu sea grande, sabio y virtuoso, es menester que viva eternamente.
137 Una sola existencia en el mundo no es suficiente para conocer todo lo que tengo que revelaros.
138 Si la ciencia humana no la podéis asimilar sin recorrer un extenso camino, menos podréis poseer el conocimiento espiritual sin una completa evolución.
139 Así podréis conocer, en diferentes etapas, la riqueza y la pobreza, la salud y la enfermedad; el egoísmo y la soberbia y también el perdón, la nobleza y la generosidad, reencarnando sea como varón o como varona.
Israel, el pueblo fuerte tuvo su origen antes de la formación de este planeta.
140 Sois el pueblo escogido de Israel, el fuerte, el mimado, el que tuvo su origen antes de ser enviado el primer hombre a la Tierra, y tenéis por misión ir delante de las multitudes de toda la Humanidad, abriendo paso hacia mi Reino.
141 Éste es mi plan divino y eterno; vosotros, espíritus israelitas, sois mis colaboradores y llegaréis a reinar Conmigo, cuando hayáis roto las cadenas del materialismo y del pecado.
142 Amaos los unos a los otros, porque el amor es vida y redención.
El Advenimiento. La llegada del Espíritu de Verdad, del Espíritu de Consolación
143 Israel, escuchadme: Heme aquí de nuevo entre vosotros, irradiando mi Verbo y mi luz, en mi Advenimiento que comenzara a través del entendimiento de Damiana Oviedo, mi primera portavoz en este Tercer Tiempo, en cumplimiento a mi palabra entregada en los tiempos pasados.
144 Os di a través de Moisés la Ley en el Primer Tiempo sobre el monte Sinaí para que la promulgara entre los hombres; en la Segunda Era, encarnado mi Verbo en Jesús, me transfiguré en el monte Tabor para mostraros mis planes divinos. Y ahora, me presento en la montaña de la elevación espiritual, para invitaros a llegar a Mí, en donde encontraréis sabiduría y amor.
145 ¿Quién se manifiesta en este tiempo ante vosotros? ¿El Padre, el Hijo o el Espíritu de Verdad? Yo os contesto: Se manifiesta entre vosotros vuestro Dios.
La infinidad de fases y atributos de Dios.
146 En mi Espíritu Divino existe un número infinito de fases y atributos. Mas por haberme mostrado a esta Humanidad en tres formas a través de tres eras, os he nombrado Trinitarios y ahora ya me reconocéis en esas tres revelaciones y las sabéis unir en una sola, mirando en ella a un solo Dios que lo mismo puede manifestarse hoy como Juez que mañana como Maestro y más tarde como Padre de infinita sabiduría y bondad.
147 No digáis ni creáis entonces que el Padre, o Jehová como algunos le decís, pertenezca a una era, Cristo a otra y el Espíritu de Verdad a otra más.
148 Yo estoy sobre del tiempo, sobre todo lo existente, sobre todo lo creado. Mi Divino Espíritu no está sujeto a evolución, los tiempos me pertenecen como me pertenece el Universo. Vosotros, como todo lo creado, sí habéis tenido un principio, sí estáis sujetos a evolución y sentís sobre vuestro ser el paso del tiempo.
149 Todo esto que os digo, se resume así: Tres potencias, y un sólo Dios, una sola voluntad.
150 Si en el Segundo Tiempo os dije en cuanto hombre que "quien conoce al Hijo conoce al Padre", hoy que no vengo a vosotros en cuanto hombre, sino en Espíritu, os digo: Quien escucha a Cristo, escucha y recibe a Jehová, y he aquí también la voz del Espíritu de Verdad.
151 No miréis tres personas ni tres dioses; mirad un solo Espíritu Divino que en este tiempo se manifiesta entre vosotros en plenitud, y en esta voz, en esta palabra de vuestro Maestro de maestros, encontraréis al Juez, descubriréis el amor del Padre y sentiréis la esencia del Espíritu de Verdad.
No existe el misterio de la Trinidad Sagrada.
152 A través de los siglos, algunos grupos de esta humanidad han hecho del Jehová de Moisés, del Dios de Israel, del Padre no sólo de Jesús sino de todas las humanidades, un anciano lleno de muchos de los defectos de vuestra Humanidad: vengativo, cruel, interesado, olvidadizo, exigente de frivolidades y oropeles, lleno de vanagloria y más terrible que el peor de vuestros jueces.
153 Y después de la partida de Jesús, el hombre manifestador de Cristo, otros grupos hicieron de Él un hombre-dios exclusivista, transformándole en un ídolo pagano con el cual comercian, y crearon tres figuras humanas representativas de las que dicen que son Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, figuras a las que han denominado la Santísima Trinidad Divina, afirmando que esa trinidad es de tres personas distintas y un solo Dios verdadero, creando un mito que ellos mismos no pueden explicar, encerrándose en su propia ignorancia e impotencia: Es lo que han llamado el Misterio de la Trinidad Sagrada.
154 Y Yo en verdad os digo, que no hay tal misterio ni hay tal triángulo santísimo y y que jamás ha habido tres personalidades que constituyan al Dios verdadero, al Ser Supremo, al Absoluto, a la Primera Esencia.
155 Yo os digo que Dios no es persona ni hombre, y tampoco el hombre es a imagen y semejanza mía, ni en la forma ni en los atributos. Quien es a mi imagen y semejanza es vuestro espíritu.
156 Cristo fue, es, y seguirá eternamente siendo en éste y todos los mundos el Espíritu supremo, eterno e inmutable del Amor Divino, y en verdad es el Espíritu de Consolación, el Espíritu de la Verdad que ahora os habla, no persona alguna; Cristo es el vibrar del Espíritu de Dios que palpitó en el Jesús amoroso como también palpitará en cada uno de vosotros cuando sepáis amar en espíritu y en verdad; es el efluvio del mismo Padre Eterno.
Entended que para Mí todas vuestras grandes religiones son sectas; entended que Yo no tengo favoritos ni vine a fundar religión alguna, vine a poneros ejemplos de amor.
1884: La llegada del Espíritu de Verdad prometido
157 Humanidad, os prometí volver entre vosotros y no podía dejar de asistir a la cita con vuestro espíritu. Recordad que, como Cristo en Jesús, en el Segundo Tiempo dije a mis discípulos: "Aún tengo muchas cosas que deciros y que ahora no podéis sobrellevar, pero cuando viniere el Espíritu de verdad, Él os guiará á toda verdad".
158 He aquí al Espíritu de Verdad, explicando lo que en otros tiempos se os dijo y que no supisteis interpretar. Y en verdad os digo: Ha llegado el tiempo en que todo lo ignorado será conocido, lo oculto saldrá a la luz y todo misterio quedará aclarado, porque el Espíritu de Verdad se está derramando sobre todo espíritu y sobre toda carne.
159 Os anuncié mi llegada, la cual sería como un relámpago que surge del Oriente para llegar al Occidente, en un tiempo en que la ciencia humana avanzaría de gran manera, en que las grandes guerras fraticidas se desatarían y en el que la perversidad de los hombres llegaría a su mayor altura.
160 Por ello, a través de esta manifestación, están cumpliéndose así las profecías que os entregaron mis enviados de tiempos anteriores cuando os anunciaron la llegada del Espíritu de Verdad, del Espíritu de Consolación, y he preparado la simiente que habéis de llevar, ¡oh, Israel amado!, a los hogares destruidos y en donde la virtud ha sido pisoteada y la Ley en su totalidad adulterada.
Elías, el Precursor en todos los tiempos
161 En este tiempo en que Elías, por mandato divino, vino en 1866 a abrir las puertas del Más Allá a los hombres, Yo haré comprender a la Humanidad que esta comunicación mía por el entendimiento humano no debe tomarla como una profanación, sino una gracia reservada por el Padre para los hombres de este tiempo, como precursora de la comunicación de Espíritu a espíritu, la que vendría después de 1950, cuando aquella gracia os sea retenida.
162 Mirad que de nuevo he venido entre los humildes y mansos de corazón, entre los pobres e ignorantes, y he aquí que contemplo que la Humanidad duerme en su letargo.
163 Al igual que ayer, vuestro Padre no será comprendido por todos: los exégetas y los teólogos, a pesar de que vean el cumplimiento de cada una de mis señales reveladas, no querrán reconocerme, se habrán olvidado que el ayer les anuncié que cuando volviera para entregar mi Verbo al mundo, no sería en la forma de hombre para enseñaros nuevamente el camino, sino intangible, semejante al relámpago que ilumina los cielos.
164 Así ahora, el Verbo ilumina los cielos y la Tierra, y la vida espiritual que ha sido un misterio para vos, el mañana ya no lo será, mas ante todo os digo: ¡Oh, Humanidad amada! Volved a Mí.
La oración del Padrenuestro, invocación y anuncio.
165 Empezad por orar como el ayer os enseñé, para que sintáis la paz de mi Espíritu. Orad delante del Padre, sintiendo aquellas palabras que en Jesús os enseñé en el tiempo pasado y que os dicen: ¡Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu Reino y hágase tu voluntad! Hasta hoy no sabíais su significado verdadero: eran una invocación y el anuncio de mi presencia en este Tercer Tiempo.
166 Así como en el Segundo Tiempo mi presencia no fue en la misma forma que en el Primero, también en esta era mi manifestación es diferente, siendo siempre la misma Doctrina. Os anuncié mi llegada con siglos de anticipación, porque he querido que a mi llegada todo lo tuvieseis dispuesto.
167 Mas he aquí que he venido en la noche como un ladrón y os he sorprendido en vuestro sueño, para despertaros a la luz del nuevo día y volveros a repetir: ¡Amaos los unos a los otros!
De la incomprensión por la que esta Doctrina será combatida.
168 Díscipulos amados: Sed fuertes para que podáis resistir la incredulidad, la calumnia o los ataques verbales de los hombres.
169 En verdad os digo que mi palabra hará estremecer al espíritu de la humanidad.
170 El teólogo consultará sus libros, el filósofo escudriñará a sus más grandes maestros y toda secta o religión se conmoverá hasta sus cimientos ante mis nuevas revelaciones.
171 Y aun dentro de mi Obra, a mediados del siglo venidero, cuando por mi voluntad al final del año 1950 cese esta de etapa de comunicación por el entendimiento humano, precursora de la comunicación verdadera y perfecta de Espíritu a espíritu con vuestro Padre, habrá de surgir la batalla de ideas, porque mientras unos despierten a la verdad, otros querrán permanecer en su fanatismo y se aferrarán a sus tradiciones y combatirán unos contra otros.
172 En medio de esa lucha, se escuchará mi Voz previniendo a las multitudes: No convirtáis el fruto de la vida que con tanto amor os he entregado, en manzana de discordias.
173 Ahora os sentís pequeños y débiles, pero estáis Conmigo, mas mirad a los labriegos y congregantes que Elías reunió en torno a mi Obra: se han dispersado, me han dejado solo en mi mesa, y el pueblo, en su ingratitud ha caído en desunión y muchos han negado a su Padre; mas hoy he venido a devolverles su heredad, a alimentarlos con el pan de vida eterna.
174 Yo os entrego fortaleza, para que vayáis en busca de los que se han perdido y los traigáis ante mi presencia, mas si os desconocieren, si os dijeren que sois magos o hechiceros, estad en paz, porque de cierto os digo que ya habréis cumplido. Dejadme la causa a Mí.
La Humanidad vive ya en el Sexto Sello.
175 Roque Rojas, en sus enseñanzas que recibió de Elías, os dijo que este tiempo sería llamado también del Sexto Sello, una etapa en que se manifestará el juicio de Dios y la penitencia entre los hombres.
176 Vengo a abrir el Libro de la Justicia divina que es mi Obra; en ella están los conocimientos de la más alta sabiduría, con los cuales edificaréis mi santuario en este Tercer Tiempo en vuestro corazón y espíritu, tal y como Elías os los anunció.
177 Estudiad cada una de las enseñanzas dejadas por Roque Rojas, discernidlas, comprendedlas y analizadlas, para que lleguéis a ser los más fervientes discípulos de mi Obra.
El verdadero significado del Tabernáculo, el Arca y las siete doncellas de la parábola de Jesús.
178 Hoy he venido a manifestarme dentro del Tabérnaculo de vuestro espíritu, para depositar en el Arca de la conciencia mis nuevas revelaciones.
179 Elías, al estar vibrando a través del entendimiento de Roque Rojas, escogió a siete doncellas vírgenes, que habían de ser el tabernáculo en donde Yo habría de manifestarme para doctrinar a las multitudes. De éstas siete doncellas solamente una conservó la flama encendida en espera de la llegada del Esposo amado.
180 Ella es Damiana Oviedo, por quien inspiro, transmito y manifiesto mi palabra divina.
181 En verdad os digo que en este lugar os arrullaré por un tiempo en mis brazos de Padre, manifestándome a través del entendimiento humano, mas llegará el momento en que esta simiente se esparza por todos los pueblos y comarcas.
182 Grandes portavoces se prepararán el mañana y brindarán bellos conciertos celestiales a las multitudes. Mientras llega ese tiempo, lavad vuestro espíritu en esta cascada de luz que hoy se desborda sobre vosotros y así quedaréis limpios y preparados para penetrar en lo que antes os parecía un misterio.
183 Díscipulos amados: Sed fuertes para que podáis resistir la incredulidad, la calumnia o los ataques verbales de los hombres.
184 En verdad os digo que mi palabra hará estremecer al espíritu de la humanidad.
185 El teólogo consultará sus libros, el filósofo escudriñará a sus más grandes maestros y toda secta o religión se conmoverá hasta sus cimientos ante mis nuevas revelaciones.
186 Os dejo mi paz, mi amor y mi perdón.
187 ¡Mi Paz sea con vosotros!