Prometido estaba el retorno del Señor en el tiempo final, simbolizado en la figura espiritual de la nube. He aquí el misterio develado.
El Anuncio del Retorno
«…estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá». Lucas 12:40
La Forma de Comunicación
«…y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo, con poder y majestad grande». Mateo 24:30
«Y he aquí que viene con las nubes y todo ojo le verá»…Apocalipsis 1:7
Las Profecías del Tiempo Final
«Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio de todas las naciones, y entonces vendrá el fin». Mateo 23:14
«…derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová». Joel 2:28-31
El Espíritu de Verdad
¿Se han cumplido las profecías?
Las profecías que anunciaron la nueva venida del Mesías, se han cumplido en todas sus partes y el Espíritu de Verdad se ha hecho escuchar, por medio del entendimiento humano.
Y esta etapa de comunicaciones del Espíritu Santo tuvo su principio en 1866, con la presencia espiritual del Profeta Elías que se manifestara a través de Roque Rojas, el enviado del Tercer Tiempo, y después por medio de los portavoces de la Divinidad, la primera de los cuales fue Damiana Oviedo hasta cesar en el año de 1950, comunicaciones que partiendo desde México llegaron a varias naciones de la Tierra.
Bien podríamos deducir que el tiempo final está muy cerca de nosotros (si es que no se ha iniciado ya) cuando vemos que, a través de los modernos sistemas de comunicación global, los predicadores evangelistas (sobre todo los estadounidenses) han llegado a prácticamente todos los rincones del planeta con el Evangelio.
¿Quién no ha tenido sueños que acaba por ver cumplidos? ¿Quién no ha sabido de grandes dones manifestados a través de personas de la más diversa condición humana?
Ciertamente, las profecías de Joel y de Juan en Apocalipsis se cumplieron de una manera que no pudo pasar desapercibida aun para los más escépticos: La explosión del volcán Krakatoa el siglo pasado provocó un sonido terrible que fue escuchado a muchas millas a la redonda y sus cenizas cubrieron el sol en prácticamente todo el planeta (ver «Las Profecías Cumplidas»); abundan testimonios de periódicos de la época que narran los detalles.
Y dentro de esas profecías cumplidas espeluznantemente ¿qué decir de las hambrunas que acabaron con miles de personas en el Oriente, también el siglo pasado? ¿Y los terribles terremotos que por esos mismos años arrasaron con naciones enteras y de los cuales nadie se atreve a aventurar una cifra de víctimas? Tal fue su magnitud.
¿Y de qué otra manera podrá interpretarse la profecía de Jesús cuando anunció que «se levantaría nación contra nación» que por las terribles guerras mundiales que costaron la vida de soldados y civiles en cantidades inimaginables en el pasado?
¿Y la caída de las monarquías que se hiciera patente a principios de este siglo, no tendrá que ver con la apertura del Sexto Sello como lo describe Juan en Apocalipsis 6:15?
Claro que algunos podrían decir que todo ésto no constituye otra cosa que «otro movimiento milenarista» como el que se diera en Europa a fines del primer milenio.
Pero, ¿y el tremendo avance de la ciencia? ¿Y la aparición de terribles armas y nuevas filosofías? ¿No constituye acaso todo ésto un motivo de reflexión y análisis?
La inquietud espiritual en que se desenvuelve la Humanidad nos habla de la alborada de un nuevo tiempo, de la desaparición a pasos agigantados de un mundo y el nacimiento de otro.
El reloj de la historia parece haberse acelerado y ahora toman lugar eventos en unos cuantos años que antes sucedían en generaciones.
La presencia espiritual de Elías en este Tercer Tiempo en que vivimos ha sido percibida con claridad dese hace muchos años.
Una nota final: ¿No será que, como dijo el profeta Juan, sea en este tiempo cuando se esté cumpliendo la llegada «de un cielo nuevo y una tierra nueva»? Apocalipsis 21:1