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El mal, atado. La victoria final sobre el mal

Este artículo pertenece al tema de La Batalla Invisible. Parte 8 de 8

El triunfo absoluto sobre la tentación y el mal no será en vuestro tiempo, mi pueblo.

Tendré Yo que atar aquel poder por un tiempo, pero vuestros méritos serán tomados en cuenta para ello y ese tiempo en que aquel poder se encuentre atado, servirá para que el bien eche raíces en el corazón de los hombres, para que el bien en todas sus formas tome fuerza.

Y cuando fuerte en el bien el hombre se encuentre, cuando en la balanza de mi justicia el bien pese más que el mal, entonces sí, la tentación en todas sus formas será desatada por un tiempo más y ya en ese tiempo no será mi espada la que venza, sino vuestras propias armas.

Yo sólo vigilaré desde el infinito, porque vosotros tendréis la fuerza necesaria para vencer al adversario.

La virtud en todas sus formas se habrá enseñoreado en este mundo y la tentación no encontrará rincón ni puerta abierta ni cabida, y sus más grandes celadas, sus más grandes lazos serán vencidos hasta el último elemento de aquel poder del mal, y cuando su reinado sea quebrantado y dividido, entonces vendrá el principio de vuestro triunfo y la tiniebla se convertirá en luz, el mal se convertirá en bien y los perdidos serán hallados.

He aquí que éste será el triunfo en vuestro espíritu, y cuando elevéis vuestro cántico, será el triunfo de la luz de la justicia y del amor.

Estoy preparando el valle donde he de reunir a todos mis hijos para el Gran Juicio Universal.

Yo juzgaré con perfección; mi amor y caridad envolverán a la Humanidad y en ese día encontraréis salvación y bálsamo para todos vuestros males.

Las profecías correspondientes a este tiempo se están cumpliendo.

Los que han dormido se han azorado al contemplar los acontecimientos; es que no habéis leído en el libro de los profetas, en el libro de vuestro Dios, mas Yo haré de vosotros mis discípulos que sepan interpretar mi palabra de todos los tiempos.

Cuando el Séptimo Sello quede cerrado junto con los otros seis, quedará cerrado ese libro que ha sido el juicio de Dios sobre las obras de los hombres desde el primero hasta el último.

Entonces abrirá el Señor un libro en blanco para anotar en él la resurrección de los muertos, la liberación de los oprimidos, la regeneración de los pecadores y el triunfo del bien sobre el mal.

temas extraídos de las comunicaciones divinas de El Tercer Testamento