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La Primera Portavoz del Tercer Tiempo
La Doncella Elegida
El 24 de Diciembre de 1863 Roque Rojas funda el primer recinto de seguidores de la manifestación de Elías en el Tercer Tiempo. Ese día «marca» a doce varones y doce mujeres en representación del pueblo espiritual de Israel.
De las doce mujeres, las siete primeras fueron vírgenes en representación de los Siete Sellos, y en sexto lugar toca a Damiana Oviedo, joven doncella, llevar la representación del Sexto Sello.
Años después, para conmemorar la Pasión del Señor Jesús, en 1869, Roque Rojas preparó con anticipación un acto solemne, mas encontrando entre aquéllos que le seguían fanatismo e impreparación, exasperado ante la incomprensión de su pueblo, destruyó el contenido de un arca donde eran conservadas las revelaciones escritas por él, y procedió a clausurar aquel lugar.
Damiana Oviedo recogió los fragmentos del arca y los guardó.
El año de 1879, diez años después, Roque Rojas falleció (Ver Roque Rojas) y Damiana continuó reuniéndose en su hogar con algunos de los fieles y perseverantes seguidores de Roque Rojas.
Hasta que un día, en Mayo de 1884, entrando en un profundo éxtasis espiritual, Damiana recibe por vez primera la inspiración del Rayo divino a través de su entendimiento, iniciándose con ello el cumplimiento de las profecías entregadas en los tiempos anteriores y dando paso al Advenimiento del Señor.
Desde esa primera revelación, el Espíritu de Verdad entregó las profecías de los tiempos venideros para ese pueblo. Y en ellas se anunciaban el cese de la comunicación por el entendimiento humano para el 31 de Diciembre de 1950, el crecimiento del número de seguidores y de lugares donde se recibiera la palabra divina y las luchas que habrían de dividir al pueblo del Señor al final de esa etapa.
Fue Damiana Oviedo, «Damianita» como cariñosamente la llamaban quienes la conocían, un baluarte entre su pueblo, y todavía el día de hoy, tiempo después de su fallecimiento a edad provecta, es espíritu de luz que vigila sobre los discípulos del Espíritu Santo.
La Reencarnación del Espíritu
No basta a vuestro espíritu una sola materia en su existencia eterna, como tampoco es suficiente para vuestro cuerpo un solo vestido durante su vida en este mundo. En diferentes etapas habéis conocido la riqueza y la pobreza, la salud y todas las enfermedades que afligen a la Humanidad. Conocéis el egoísmo, la soberbia, la iniquidad y la falta de caridad y también el perdón y el amor, la nobleza y la generosidad. El misterio de la resurrección de la carne lo ha esclarecido la revelación de la reencarnación del espíritu. Hoy sabéis que la finalidad de esta ley de amor y de justicia es la de que el espíritu se perfeccione, de que no se pierda jamás, porque siempre encontrará una puerta abierta como oportunidad que le da el Padre para su salvación.
Mi juicio en cada espíritu, por medio de esta ley, es perfecto e inexorable. |
La reencarnación, desde el principio de la humanidad.
Cuando habitáis en la carne, vuestro espíritu viene a purificar manchas de vidas pasadas, y se ha hecho necesario revelaros todo esto para que podáis llevar con paciencia los sufrimientos de la Tierra.
Desde el principio de la Humanidad existe la reencarnación del espíritu como una ley de amor y justicia y una de las formas en las que el Padre ha demostrado su infinita clemencia.
La reencarnación no es sólo de este tiempo, lo es de todos los tiempos, mas tampoco penséis que es hasta ahora cuando os ha sido revelado este misterio.
Desde los primeros tiempos existió en el hombre la intuición sobre la reencarnación del espíritu; mas esta humanidad, buscando ciencias materiales y riquezas del mundo, se dejó dominar por las pasiones de la carne, endureciéndosele aquellas fibras con las que se percibe lo espiritual, convirtiéndose en sorda y ciega para todo lo que corresponde al espíritu.
¿De qué le sirve posar sus ojos en los libros que contienen la Ley y la Doctrina que os revelé en los tiempos pasados, si su mente no logra penetrar en su significado, ni su corazón percibe su esencia?
Recordad que la sensibilidad y la intuición espiritual están atrofiadas en los hombres, y que por eso las más de las veces, al buscar mi verdad en aquellos textos, caen en erróneas interpretaciones.
Ellos tienen la luz frente a sus ojos, pero en vez de penetrar al fondo de las lecciones, se detienen en las letras, o sea en la forma exterior, con lo que frecuentemente se confunden.
Mas ya estoy aquí para hacer luz en los misterios y en las tinieblas, así como para libraros de confusiones y de errores.
Parábola
«Encontrábase delante de Dios un espíritu lleno de luz, pureza e inocencia que dijo a su Señor: -Padre, decidme cuál es mi misión porque deseo serviros.
Y el Señor con dulzura le respondió: Esperad, voy a unir en el mundo a un hombre y a una mujer y de su unión nacerá un hijo en el cual encarnaréis, para que siendo hijo del hombre recojáis experiencia en las pruebas del mundo y sintáis de cerca la ternura de una madre y la caricia de un padre.
«Regocijóse el espíritu y esperó. Entre tanto, el Señor unió un varón a una mujer con lazos de amor y así les envió por el camino de la vida.
«Un nuevo ser germinó en el seno de la mujer y entonces Dios envió a aquel espíritu a encarnar en aquel cuerpo y al noveno mes contempló la luz del mundo. La madre sonreía de felicidad y el padre le contemplaba con orgullo.
Aquel hijo era la obra de ambos, era el fruto de su amor. La mujer se sintió fuerte y el hombre se sintió semejante en algo a su Creador. Los dos se dedicaron a cultivar aquel tierno corazón.
«El espíritu que animaba al hijo sonreía al contemplar la dulce mirada de su madre y la faz severa y a la vez cariñosa del padre.
«Pasó el tiempo y el padre en su lucha alejóse del nido de amor y tomando caminos torcidos se internó hasta perderse, dejando en los zarzales jirones de su vestidura, comiendo frutos venenosos y deshojando las flores que a su paso hallaba.
«Al sentirse enfermo y abatido recordó a los seres que había abandonado, intentó retornar en busca de ellos, mas las fuerzas le faltaron.
«Entonces, sacando fuerzas de flaqueza, arrastrándose y tropezando por el largo camino, llegó a las puertas del hogar, donde la esposa le recibió en sus brazos con lágrimas en los ojos: el hijo estaba enfermo y agonizaba.
«Al contemplar el padre a su hijo agonizante imploró a la caridad divina su alivio, mesó desesperado sus cabellos y blasfemó. Mas aquel espíritu desprendióse de su cuerpo y se fue al Más Allá.
«Los padres quedaron desolados, haciéndose mutuamente responsables de la desgracia que los afligía, él por haberse alejado, ella por no haberlo sabido retener.
«Cuando aquel espíritu llegó a la presencia del Creador le dijo: -Padre, ¿por qué me habéis apartado de los brazos de aquella dulce madre a quien mi ausencia ha dejado sollozante y desesperada?- A lo que el Señor respondió: Esperad, aguardad, que nuevamente volveréis al mismo seno, cuando aquellos hayan reconocido sus faltas y comprendido mi Ley.
«El hombre y la mujer continuaban unidos, solitarios, interiormente arrepentidos de sus faltas, cuando nuevamente fueron sorprendidos por el anuncio de un nuevo hijo. Dios hizo retornar al espíritu nuevamente en aquel seno diciéndole: Sed en aquel cuerpo que se prepara para la vida y recreaos de nuevo en aquel regazo.
«Los padres que daban por perdido al primogénito, no sabían que había vuelto a su seno, mas el vacío que el primero dejó lo llenó el segundo, volvió la alegría y la paz a aquel hogar, volvió a sonreír la madre y a recrearse el padre.
«Ahora el varón temía apartarse de los suyos y procuraba rodearles de amor, permaneciendo cerca de ellos.
«Pero el tiempo le hizo olvidar su pasada experiencia e inducido por los malos amigos, cayó en el vicio y en la tentación. La mujer le reclamaba y comenzó a repudiarle; el hogar fue convertido en un campo de batalla.
«Pronto el varón cayó vencido, enfermo y debilitado, mientras la mujer, dejando al hijo en la cuna, se levantaba en busca del pan para el inocente y del sustento para aquel compañero que no sabía amarla ni cuidarla.
«Ella sufría humillaciones y blasfemias, atravesaba por peligros y desafiaba los instintos de los hombres de mala fe. Y en esa forma llevaba el pan de cada día a los labios de los suyos.
«Dios tuvo caridad del espíritu inocente y antes de que abriera sus ojos a la razón, volvió a llamarle. Y cuando el espíritu fue ante su Señor, le dijo lleno de dolor: -Padre, nuevamente me habéis arrancado de los brazos de aquéllos a quienes amo, mirad cuán duro es mi destino; hoy os pido me dejéis ya sea en el seno de ellos o en el vuestro por siempre, mas no me hagáis ya caminar, estoy cansado.
«Cuando el varón volvió de su letargo, contempló un nuevo cuadro de dolor: la esposa lloraba sin consuelo a la cabecera del lecho donde yacía muerto el segundo hijo.
«Quiso el hombre arrancarse la existencia mas la esposa le detuvo diciéndole: -No atentéis contra vuestra vida, detened vuestra mano, mirad que nosotros mismos somos la causa de que Dios se lleve a nuestros hijos.
«El varón se serenó reconociendo que había luz en aquellas palabras. Un día y otro fueron trayendo la calma a aquellos corazones que recordaban con dolor a los hijos que partieron, que habían sido la alegría de aquel hogar que después se hundió en la desolación.
«El espíritu preguntó entonces a su Señor: -Padre, ¿nuevamente vais a enviarme a la Tierra?-
«-Nuevamente- le dijo el Señor, -y cuantas veces sea necesario, hasta pulimentar aquellos corazones.
«Cuando volvió a encarnar aquel espíritu, su cuerpo estaba enfermo porque su madre se encontraba enferma y su padre también. Desde su lecho de dolor, aquel espíritu se elevaba al Padre en demanda de alivio. Esta vez no había contemplado la luz del mundo, no había sonrisas en los labios de los padres, solamente llanto.
«La madre lloraba desde el amanecer hasta el anochecer junto a la cuna del infante, mientras el padre arrepentido sentía que a su corazón lo taladraba el dolor, al ver que el hijo había heredado sus propias lacras.
«Breve fue la estancia del espíritu en aquella carne enferma, retornando nuevamente a la presencia del Señor.
«Volvió la soledad entre los esposos, pero el dolor les había unido como nunca, sus corazones se amaban y se prometieron caminar unidos hasta el fin de la jornada. El varón cumplía con sus deberes, ella cuidaba a su esposo y ambos se sanaban de sus males.
«Creían difícil que Dios volviera a concederles un hijo más, y he ahí que cuando el Señor contempló que la salud corporal y espiritual florecía en aquellos seres, les envió aquel espíritu como un premio a la abnegación de la una y a la enmienda del otro, y del seno de la mujer brotó un cuerpecito fragante como un capullo, que inundó de felicidad y de paz aquel hogar.
«El varón y la mujer postrados y llorando de dicha, dieron gracias a su Señor, mientras aquel espíritu sufrido y obediente sonreía a través del hijo diciendo a Dios: -Señor, no me apartes más de mis padres, mira que hay paz en mi hogar, hay amor en sus corazones, hay calor en mi cuna, hay leche y miel en el seno de mi madre, hay pan en la mesa y en mi padre hay caricias y en sus manos herramientas de trabajo; bendícenos
«Y el Señor, con regocijo en su Espíritu, les bendijo y dejó unidos en un solo cuerpo, en un solo corazón y en una sola voluntad.»
La Reencarnación en la Biblia – Parte I
Aun cuando la palabra «reencarnación» no existe como tal en la Biblia -de hecho, esa palabra no existe en hebreo arcaico y el término usado en arameo ha sido traducido como «resurrección»-, el concepto sí se encuentra en los textos del Antiguo Testamento, y mucho más claramente en los del Nuevo Testamento. Aunque en la era actual las religiones cristianas no aceptan la reencarnación, ésta era ampliamente aceptada por los contemporáneos de Jesús y Sus apóstoles; fue hasta el Concilio de Constantinopla en el año 553 de la era cristiana cuando la definición de la reencarnación como herejía, inducida en mucho por un folleto ordenado por el Emperador Justiniano declarando anatema este concepto. Para una mayor comprensión de los antecedentes sobre la postura del cristianismo acerca de la reencarnación, léase La Reencarnación y las Iglesias Cristianas.A continuación, vienen algunos de los párrafos relativos a la reencarnación en la Biblia, con un pequeño análisissobre lo que estos textos realmente significan.Hemos separado estos textos y su análisis en dos partes; la primera atañe al Primer Tiempo, los tiempos de la Ley y los Profetas comprendidos en el Antiguo (el Primer) Testamento. La segunda cubre desde la llegada de Juan el Bautista, el precursor, y las enseñanzas de Jesús, el Divino Maestro contenidas en los Evangelios, hasta los escritos de Pedro y Pablo, ésto es, el Nuevo (Segundo) Testamento. |
El concepto de la reencarnación en la Biblia
Génesis 28: La Escala de Jacob.
Desde el libro de Génesis, que cubre el tiempo de los patriarcas, viene contenido el concepto de la reencarnación, del continuo ir y venir de los espíritus (ángeles de Dios) entre el valle espiritual y la tierra. Jacob, hijo de Isaac y nieto de Abraham fuen quien tuvo un sueño donde se entrega al hombre esta revelación.
Algunos creen equivocadamente que este pasaje se refiere sencillamente a la potestad divina de enviar mensajeros para comunicarse con los hombres, pero si ésto fuera así, el orden sería al revés: primero descenderían y luego subirían.
Al especificarse que los espíritus primero suben y luego vuelven a descender, implica algo mucho más profundo; la muerte (subir) y la reencarnación (descender).
Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en la tierra, y su extrem o tocabaen el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Génesis 28:12
El Libro de Job
Los libros sapienciales y proféticos de la Biblia están escritos en un lenguaje alegórico, con el uso abundante de metáforas (metáfora=empleo de una palabra con un sentido diferente al suyo y que identifican dos objetos distintos que guardan una relación de semejanza).
Así, en el Libro de Job vemos la alegoría del árbol cortado (muerto) que es renovado, y que el escritor bíblico usa para cuestionarse si ésto mismo no sucederá con el hombre. Nótese que cuando menciona «como planta nueva», la alegoría es mucho más cercana al concepto de reencarnación (en un cuerpo nuevo) que la resurrección como muchos la entienden (en el mismo cuerpo).
Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; Retoñará aún, y sus renuevos no faltarán. Si se envejeciere en la tierra su raíz, y su tronco fuere muerto en el polvo, al percibir el agua reverdecerá y hará copa como planta nueva. Job 14:7-9 Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi edad esperaré hasta que venga mi liberación. Entonces llamarás y yo te responderé; tendrás afecto a lo que hiciste con tus manos. Job 14:14,15
El Libro de Salmos
Este libro atribuido a David, rey de Israel, contiene ciertos pasajes que se refieren a la vida después de la muerte y a la esperanza de que ésta sea derrotada. La numeración de los salmos corresponde a la versión bíblica de Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera; las biblias católicas difieren en numeración aunque los textos son similares.
Porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción. Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre. Salmo 16:10,11 Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol; Me diste vida, para que no descendiese a la sepultura. Salmo 30:3,4 A ti, oh Jehová, clamaré, y al Señor suplicaré. ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad? Salmo 30:8 He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que que esperan en su misericordia, para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en tiempo de hambre. Salmo 33:18,19 Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, porque él me tomará consigo. Salmo 49:15
Mas en este siguiente pasaje, el rey-profeta va más allá de la esperanza en una vida después de la muerte. Al referirse a un espíritu renovado, concuerda con Job 14:7-9 y con Job 14:14,15 y claramente habla de la reencarnación.del espíritu.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de tí, y no quites de mí tu santo Espíritu, Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente. Salmo 51:10,12
Más adelante, el salmista le pregunta a Dios si podrá dar éste vida de nuevo.
Así no nos apartaremos de ti; vida nos darás, e invocaremos tu nombre. !Oh Jehová. Dios de los ejércitos, restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos. Salmo 80:18,19 ¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti? Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia, y danos tu salvación. Salmo 85:6,7
El uso de la noción del cuerpo humano como vestimenta del espíritu se encuentra claramente en la siguiente metáfora:
Y todos ellos como una vestidura se envejecerán; Como un vestido los mudarás y serán mudados. Salmo 102:26
En el siguiente versículo, la referencia al valle espiritual en tinieblas es muy clara y aquí habría que concordarlo con 1 Pedro 3:18 al 20, donde se habla de lo mismo, aunque David habla aquí de la reencarnación en el pasado.
Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte, aprisionados en aflicción y en hierros. Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, y rompió sus prisiones. Salmo 107:10,14
El Libro de Eclesiastés
En la siguiente alegoría que se encuentra a través de diversos versículos del Libro de Eclesiastés, también llamado El Predicador y cuya autoría se le atribuye al rey Salomón, hijo de David, se puede descubrir una clara referencia a la continua reencarnación de los espíritus, al incesante ir y venir de la vida humana. Incluso se refiere al velo que hace que no recordemos vidas anteriores. Y una vez más, se refiere a la reencarnación llamándole restauración.
Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo. ¿Qué es lo que fué? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido. No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después. Eclesiastés 1:7,9,11 Aquello que fué, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó. Eclesiastés 3:15
El Libro de Isaías
Este libro, el cual para algunos teólogos es realmente obra de dos o quizás tres diferentes escritores escribiendo en diferentes épocas, contiene conceptos muy profundos acerca de la vida, la muerte…y la reencarnación. La primera referencia habla de que la muerte es evitable.
Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Isaías 25:8 Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. !Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos. Isaías 26:19
El versículo que sigue pone muy en claro que la muerte no es creación divina sino humana; lo interesante es que niega la inexorabilidad de la muerte.
Y será anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro convenio con el Seol no será firme; cuando pase el turbión del azote, seréis de él pisoteados. Isaías 28:18
Después, el escritor bíblico aclara que la «resurrección» será a través del nacimiento, cosa que Jesús reafirma en Juan 3.
Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios... ...Y veréis, y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba; y la mano de Jehová para con sus siervos será conocida, y se enojará contra sus enemigos. Isaías 66:,9,14
El Libro de Jeremías
Este libro que unos atribuyen a Baruc, el escriba y otros al mismo Jeremías -de quien trata el libro- contiene el concepto básico, la razón fundamental de la ley de reencarnación espiritual: el perfeccionamiento del espíritu.
A través del uso de la metáfora de la vasija del alfarero, que representa las vidas humanas, se nos dice que éstas serán tantas como sean necesarias para lograr su objetivo: contener el espíritu en su jornada hacia la perfección.
Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oir mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvío y la hizo otra vasija, según le parecío mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. Jeremías 18:1,6
Y el versículo siguiente es contundente para aquellos que dudan del poder divino, capaz de dotar de múltiples vestiduras al espíritu.
He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea dificíl para mí? Jeremías 32:27
El Libro de las Lamentaciones
En esta continuación de las ideas anteriores, el escritor destruye la idea de la condenación eterna, obstáculo, según algunos, para que sea posible la reencarnación.
Porque el Señor no desecha para siempre; Lamentaciones 3:31
Y al igual que en Eclesiastés, la idea de la renovación parece ser contínua y cíclica.
Vuélvenos, oh Jehová, a ti, y nos volveremos; renueva nuestros días como al principio. Lamentaciones 5:21
El Libro de Ezequiel
Este libro profético que ha sido objeto de detallados estudios y análisis por muchas razones, contiene detallados los elementos que son necesarias para la reencarnación del espíritu.
Es importante hacer notar que, hasta Aristóteles, los antiguos creían que las funciones mentales se efectuaban en el corazón; el conocimiento de que éstas se llevan a cabo en el cerebro es relativamente moderna. Por ello, cuando el profeta se refiere al corazón, de lo que está realmente hablando es de la mente.
Así vemos que al darse una nueva vida, viene con ella no sólo un nuevo espíritu sino una nueva mente. Esto va a ser de capital importancia cuando se analicen los pasajes acerca de la reencarnación de Elías en Juan el Bautista que viene descrita en el Nuevo Evangelio.
Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne. Ezequiel 11:19 Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel?.
Una vez más, vemos que la muerte del hombre no es creación divina.
Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis. Ezequiel 18:31,32 Os daré un corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. Ezequiel 36: 26,27
A continuación, viene transcrito el pasaje del valle de los huesos secos, el que ha sido tomado por algunos teólogos en su sentido más literal. La clave del asunto está en la expresión «huesos secos», la cual se repite para no dejar duda de lo que se quiso significar con ello: el polvo de la tierra.
Cuando el profeta, siguiendo las órdenes de Dios, le habla a los «huesos secos» les dice precisamente que de ahí brotará de nuevo la carne para finalmente, ser dotada de espíritu; los antiguos ignoraban lo que ahora conocemos como «la cadena de la vida», expresión moderna que describe el ciclo de recuperación de la materia orgánica para dar vida a nueva vida material. Nada se desperdicia y todo, finalmente, vuelve a la vida; la materia a la materia, y el espíritu a animar cuerpos.
La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobra la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová. Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y dí al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo. Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pareció nuestra esperanza, y somos del todo destruídos. Por tanto, profetiza y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío. Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová. Ezequiel 37:1,14
El Libro de Daniel
Este libro, incompleto en las versiones no católicas -en el canon católico se incluye el Libro II de Daniel- contiene la profecía del regreso de Daniel al final de los tiempos.
Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días. Daniel 12:13
El Libro de Oseas
En Oseas viene reafirmado el concepto de que Dios es enemigo de la muerte. Esto lo toma Pablo más adelante.
De la mano del Seol los redimiré, los libraré de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, Oh Seol; la compasión será escondida de mi vista. Oseas 13:14
El Libro de Amós
En esta profecía, se encuentra la contundente afirmación de que tanto los espíritus confundidos -los de abajo, en el Seol, el «infierno» hebreo- como los espíritus de los obedientes -los que subieron al valle espiritual- están sujetos a la ley de reencarnación del espíritu.
Aunque cavasen hasta el Seol, de allá los tomará mi mano; y aunque subieren hasta el cielo, de allá los haré descender. Amos 9:2
El Libro de Jonás
Una vez más encontramos en este libro el concepto del regreso a la vida. Nótese cómo el significado simbólico de «para siempre», al ser refutado en su forma literal en la línea siguiente, echa por tierra muchas interpretaciones que basan la creencia de un castigo eterno en incorrectas lecturas de los textos bíblicos.
Y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; Desde el seno de Seol clamé, Y mi voz oíste. Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; Mas Tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío. Jonás 2:2,6
La Reencarnación en la Biblia – Parte II
Juan el Bautista: El Dilema de los Teólogos Cristianos
- A pesar de la controversia y de los numerosos intentos por parte de las grandes religiones y sectas cristianas establecidas por negar las evidencias que atañen a la reencarnación del profeta Elías en Juan el Bautista, dichas evidencias son de tal magnitud que no pueden continuar siendo ocultadas…
La controversia comienza a partir de una profecía entregada por Malaquías durante el reinado de Darío, unos buenos 350 años antes del nacimiento de Jesús…y la profecía dice así:
He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos y el corazón de los hijos hacia los padres... Malaquías 4:5,6
Como desde hace tiempo ha sido ampliamente aceptado tanto por los teólogos judíos como por sus colegas cristianos, la profecía se refiere a que, previamente a la llegada del Mesías, habría de regresar Elías de Tesbe, el profeta que fuera arrebatado al cielo en un carro de fuego.
El problema aquí es que las religiones y sectas cristianas se niegan hoy, siguiendo las órdenes, no de un Papa sino las dadas por el Emperador romano Justiniano al Segundo Concilio de Constatinopla en el año 533 (ver Mandato Imperial) a aceptar que en Juan Bautista reencarnara el espíritu de Elías, basando su negación en un solo versículo:
Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres Tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú
el profeta? Y respondió: No. Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que
demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? Dijo:
Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del
Señor, como dijo el profeta Isaías.
Juan 1:21,23
Esto parece ser contundente… y de hecho, así lo toman e interpretan los cristianos que no aceptan que pueda haber reencarnado Elías en Juan el Bautista, aunque curiosamente, omiten el explicar por qué Juan se autocalifica como «la voz de uno que clama en el desierto»… que es justamente la tarea que Elías habría de hacer. La explicación hacia esto viene más adelante en este documento.
Por el momento, comencemos revisando algunos puntos:
¿Por qué si Juan asegura no ser Elías, Jesús asevera exactamente lo contrario?
JUAN BAUTISTA DIJO: | JESUS DIJO: |
![]() Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías. Juan 1:21-23 |
![]() Mateo 11:14 |
Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron,
sino que hicieron con él todo lo que quisieron
Mateo 17:12
Pero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que
quisieron, como ésta escrito de él.
Marcos 9:13
Número de citas con la refutación de que Juan el Bautista NO es Elías: 1 Número de citas donde Jesús afirma que Juan el Bautista SI fue Elías: 3
Y al rehusarse a aceptar que Elías pueda haber reencarnado en Juan el Bautista, los teólogos cristianos se meten directamente en un brete porque surgen de inmediato dos preguntas:
¿Miente alguno de los dos?
…porque si en un texto vinieran dos conceptos totalmente opuestos (e.g.: «la Tierra es redonda», «la Tierra NO es redonda») necesariamente uno de los dos es falso. El asunto sería, en este caso, dilucidar cuál de las dos afirmaciones es la correcta y verdadera… y cuál no lo es.
Si Elías nunca regresó (como anunciara Malaquías) ¿cómo pudo entonces haber sido Jesús el Mesías?
Resulta así, que si diéramos como buena la interpretación de que Elías NO fue Juan el Bautista, los teólogos judíos han tenido siempre la razón: Como Elías nunca llegó, tampoco lo hizo el Mesías… y por ello, lo continúan esperando.
Afortunadamente para nosotros, existen muchas cosas más que nos pueden ayudar a saber la verdad… y comprender que ni Juan el Bautista ni mucho menos Jesús dijeron mentira o inexactitud alguna…
Revisemos paso a paso todas las evidencias:
El Libro de Malaquías
Este libro, el último en el Antiguo Testamento, es sumamente importante porque contiene la profecía del regreso de Elías, que se llevará a cabo, como veremos de inmediato, con la reencarnación de el más grande profeta de Israel en Juan el Bautista. Nótese que las palabras del último párrafo son citadas textualmente en el pasaje de Mateo 3, cuando el ángel anuncia a Zacarías que en su hijo Juan (el Bautista) encarnaría el espíritu del profeta Elías.
He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible . Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos y el corazón de los hijos hacia los padres... Malaquías 4:5,6
A continuación, uno tras otro para su mejor comparación, las descripciones en el Libro 2 de Reyes de la personalidad de Elías tesbita y en el Evangelio de Mateo de la personalidad de Juan el Bautista.
Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. Mateo 3:4 Y ellos le respondieron: Un varón que tenía vestido de pelo, y ceñia sus lomos con un cinturón de cuero. Entonces él dijo: Es Elías tesbita. 2 de Reyes 1:8
¿Simple coincidencia? Veamos. Cuando el mensajero de Dios se aparece ante Zacarías para anunciarle que su mujer va a tener un hijo en el cual encarnará un profeta, anuncia con total claridad que el espíritu que morará en esa criatura por nacer es nada menos que el de Elías, citando incluso a Malaquías:
E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver
los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de
los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
Lucas 1:17
Citemos ahora el versículo (el único) que usan incorrectamente las religiones occidentales que no pueden aceptar la ley de reencarnación porque naturalmente verían disminuido su poder moral y material sobre las consciencias de los hombres. Lo curioso es que al negar que Juan el Bautista fuera la reencarnación del espíritu de Elías, acaban por negar también las aseveraciones del mismo Divino Maestro, como se podrá ver claramente más adelante.
Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres Tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondío: No. Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías. Juan 1:21,23
Y ciertamente, cuando le preguntan los doctores de la ley a Juan el Bautista si era Elías, éste contesta que efectivamente, no lo es: él es Juan, hijo de Zacarías y Elizabeth.
Pero ¿qué hubiera sucedido si la pregunta le es formulada correctamente? «¿Llevas en tí el espíritu de Elías?» La respuesta, por supuesto, hubiera sido otra, confirmando lo anunciado por el ángel a Zacarías.
Y todavía existe la otra posibilidad: de que como viene constatado en Eclesiastés, el recuerdo de vidas pasadas hubiera estado vedado también para Juan el Bautista, pero Jesús, siendo el Hijo del Hombre y el Verbo Encarnado, era conocedor de todas estas cosas ocultas al normal de los mortales.
De no haber llegado el espíritu de Elías a morar en la vida y cuerpo de Juan el Bautista, las profecías de Malaquías 4 y Lucas 1 no se hubieran cumplido y el Mesías, al no regresar Elías, ¡aún no hubiera llegado! Los teólogos cristianos le están dando, inadvertidamente, la razón a los teólogos ortodoxos judíos que continúan negando que Jesús haya sido el Mesías porque también continúan esperando a Elías.
Tan no es así y que sí se cumplieron las profecías que Juan mismo lo aclara cuando reconoce ser la voz de aquel que clama en el desierto para preparar los caminos del Señor. Si Juan el Bautista no hubiese llevado en sí el espíritu del profeta Elías, ¿por qué entonces Jesús de Nazaret, el Mesías esperado de Israel, y a quien reconocemos como el Cristo, afirmaría de una manera tan rotunda éso?
Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. Mateo 11:14 Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron Mateo 17:12 Pero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como ésta escrito de él. Marcos 9:13
Es aquí cuando los teólogos enmudecen. Y se meten en el brete de tachar de mentiroso, debido a su incorrecta interpretación, sea a Juan el Bautista ¡o al mismo Cristo! El hecho de que entre los judíos contemporáneos a Jesús existía ya la noción y el conocimiento aceptado de la ley de reencarnación del espíritu lo demuestra el siguiente versículo, totalmente innecesario si el caso contrario hubiese sido lo verdadero:
Otros decían: Es Elías. Y otros decían: Es un profeta, o alguno de los profetas. Marcos 6:14,15
Tan era normal la noción de la reencarnación entre el pueblo de Israel, que de otro modo no se podría explicar el que Jesús a veces fuera tomado como la reencarnación de alguno de los profetas. En Marcos 8:27, Jesús mismo es quien pregunta a Sus discípulos:
"¿Quién dicen los hombres que soy yo?" Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista, otros, Elías; y otros, alguno de los profetas. Marcos 8:27
El consenso de opinión general pareciera haber sido en ese momento de que Él era la reencarnación ya sea, de Juan el Bautista o de alguno de los profetas del Antiguo Testamento. El hecho de que muchos opinaran así demuestra que la reencarnación era un concepto ampliamente difundido y aceptado en el Israel contemporáneo de Jesús…incluyendo por lo que se puede ver, al mismo Divio Maestro, quien no corrige ni enmienda esa noción.
Una lectura del siguiente versículo arroja aún más luz sobre el conocimiento que los discípulos tenían ya de la reencarnación.
Al pasar Jesús vió a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres para que haya nacido ciego? Juan 9:1,2
¿Qué sentido hubiese tenido que los discípulos de Jesús hubieran formulado esta pregunta si no supieran que se puede pecar antes de nacer, es decir, en una existencia anterior? ¿O es que alguien puede ser «castigado» por Dios -desde su nacimiento- antes de haber cometido pecado alguno?
La resurrección de la carne es la reencarnación del espíritu.
Una de las maneras de ocultar la ley de la reencarnación del espíritu, es a través de inclinar la interpretación de numerosos pasajes de la Biblia que tratan de aquello, para hacerles parecer que se refieren a la materialista noción de la resurreción de los cuerpos de los muertos. Jesús refuta esta interpretación materialista, y explica que la resurreción de la materia es del espíritu (los ángeles en el cielo).
Jesús y la reencarnación.
Aquel día vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurreccion, y le preguntaron, diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y levantará descendencia a su hermano. Hubo, pues, entre nosotros siete hermanos; el primero se casó, y murió; y no teniendo descendencia, dejó su mujer a su hermano. De la misma manera también el segundo, y el tercero, hasta el séptimo. Y después de todos murió también la mujer. En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será ella mujer, ya que todos la tuvieron? Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios. Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo.
Y en el versículo siguiente -por si todavía hubiera duda- Jesús desestima por completo la grosera interpretación de la resurrección de cadáveres cuando afirma: Dios es Dios de vivos, no de muertos.
Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿No habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Issac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Mateo 22:23,32
En el siguiente pasaje del Evangelio de Mateo, Jesús explica cuál es la razón por la cual un espíritu no vuelve a tomar un cuerpo «ya usado».
Nadie pone remiendo de paño nuevo en un vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura. Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente. Mateo 9: 16,17
Juan 3
En el Evangelio de Juan, el Divino Maestro habla de la resurrección no como el cuerpo de un hombre volviendo a la vida -de la carne- sino a través del nacimiento, la reencarnación del espíritu en un cuerpo nuevo.
Respondió Jesús y le dijo: De cierto de cierto os digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Juan 3:3,4
El versículo transcrito abajo ha sido interpretado por los teólogos cristianos, indebidamente, como referente al bautizo material.
Debemos aclarar que el cristianismo, al no aceptar los significados espirituales, continúa bautizando ritualmente a sus hijos con el bautismo de Juan, no con el bautismo sutil y espiritual del Mesías; después de todo, es más fácil ser literal con el bautismo de agua; la aplicación literal del bautizo de fuego resultaría en severos daños para el así bautizado.
Al responder Jesús a Nicodemo, le dice que no confunda lo material con lo espiritual, que es precisamente lo que los teólogos modernos -igual que Nicodemo- han hecho. La clave para una correcta interpretación está en el versículo de Lucas que hemos puesto inmediatamente después, donde Juan el Bautista (Elías) analiza por nosotros el significado del agua y el significado del fuego: arrepentimiento y espíritu, respectivamente.
De este modo sabemos que Dios concede una nueva vida a aquéllos espíritus que, debido al arrepentimiento, sabrán reconocer en cada nueva vida, una nueva oportunidad para enmendarse, pues ciertamente, quien no se enmienda no puede entrar al Reino. Y los espíritus que no se arrepienten de sus errores, permanecen en el valle espiritual en tinieblas sin reencarnar (véase I Pedro 3:18 al 20).
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. Juan 3;5,6 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento, pero el que viene tras de mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Mateo 3:11
A continuación, el Divino Maestro usa la metáfora del viento -la palabra griega significa tanto espíritu como viento- para hablar, una vez más, del espíritu que llega a posarse en el vientre de las madres, y que éstas ignoran de donde vino ese espíritu.
No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? Respondió Jesus y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes ésto?. Juan 3:7-10
Y el concepto de no saber de quién es o de donde viene el espíritu que anima a un nuevo ser humano al nacer, se encuentra también en esta afirmación que el Maestro le hace a Sus discípulos:
Vosotros no sabéis de qué espíritu sois. Lucas 9:55
Pablo y la reencarnación del espíritu.
En las Cartas o Epístolas de Pablo de Tarso, el llamado apóstol de los gentiles, éste se refiere con amplitud al concepto de la renovación del hombre («viejo hombre» le llama Pablo en Romanos 6:6) a través de el sacrificio de Jesús, el Cristo, así como a la resurrección de la carne en el tiempo final, idea de la doxología farisea que llegó al cristianismo precisamente por Pablo. Pero existe un pasaje sumamente «misterioso» -incluso Pablo describe lo que explica como un misterio- y que habla de algo diferente: la reencarnación.
En la primera Epístola a los Corintios, después de tratar acerca de la resurreción de la carne en el sentido literal, es decir, la resucitación de los muertos (1 Corintios 15:12-29), Pablo entra en un terreno insospechado a partir del versículo 35. Comienza por desechar la idea de que se reencarne en el mismo cuerpo anterior («lo que siembras -el cadáver- no es cuerpo que ha de salir») sino en un cuerpo diferente, según la voluntad de Dios.
Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes. Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano; pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo. 1 Corintios 15: 35-38
Por si fuera poco, Pablo continúa y aclara que, contrario a lo que creen algunas religiones orientales, el espíritu que antes habitó en un hombre no puede encarnar en otra criatura más que en otro ser humano y expone las razones para ello, reafirmando lo dicho por Jesús a este respecto. Ver el párrafo de los odres viejos.
No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. Y hay cuerpos celestiales y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. 1 Corintios 15: 39,40
Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. 1 Corintios 15:50
Y el que transcribimos a continuación es el pasaje cumbre de las explicaciones de Pablo respecto a la resurrección de la carne entendida como la reencarnación del espíritu. Nótese la diferencia que Pablo pone entre los que duermen, los que mueren y los que son transformados. Hay teólogos que pretenden interpretar el «dormir» de que habla Pablo como la muerte, pero si así fuera ¿por qué entonces dice Pablo que algunos no dormirán, incluyéndose él? (Pablo fue degollado cerca del año 70 DC)
He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 1 Corintios 15: 51, 52
Y Pablo termina su explicación parafraseando a Oseas, negando también él la ineexorabilidad de la muerte.
¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro,tu victoria? 1 Corintios 15: 55
Por cierto, en Efesios 1:4 viene claramente especificada la pre-existencia del espíritu, no sólo antes de esta vida sino antes de la creación material misma: Orígenes, Padre de la Iglesia, usaba precisamente este párrafo para demostrar la pre-existencia del espíritu previamente a la creación material.
...según nos escogió en él antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos y sin mancha delante de él. Efesios 1:4
El Apóstol Pedro y los espíritus encarcelados.
Pedro (Cefas), el apóstol que atestiguara la transfiguración en el Monte Tabor, escribe sobre «los espíritus encarcelados» que quedaron retenidos después del Diluvio.
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios, en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. 1 Pedro 3: 18-20
Ésto hace surgir de inmediato numerosas interrogantes.
– ¿Únicamente los espíritus de los grandes pecadores quedaban encarcelados?
– ¿Dónde estaba o qué era -o es- esa «cárcel»?
– Y los espíritus de los hombres que no eran grandes pecadores -Jacob, David, Salomón, los profetas, etc.- ¿dónde estaban mientras tanto?
Sabemos, por ejemplo, de un «lugar» metafórico al que Jesús llama «el seno de Abraham» y en la parábola de Lázaro y el rico avaro (Lucas 16:20-25) se puede inferir que al menos existen dos «lugares» o situaciones en las cuales los espíritus habitan, una vez desencarnados.
Y aquí es donde, en vista de los análisis anteriores, entra la última gran interrogante: ¿No será la reencarnación -el retorno al mundo en una nueva vida humana para corregir errores- la otra opción propuesta por el infinito amor de Dios, opción a la que Pablo califica de misterio y que sin embargo el Espíritu de Verdad nos vino a explicar en este Tercer Tiempo? Ver La Reencarnación del Espíritu.
SINOPSIS El debatido tema de la reencarnación del espíritu. Desde la controversia de Jerónimo en contra de Orígenes, Justiniano el emperador romano, por cuestiones políticas, ordenó condenar la reencarnación como herejía en total contraposición al Papa Virgilio que en aquel entonces se suponía gobernaba la Iglesia cristiana; el poder imperial y militar de Justiniano prevaleció encima del poder moral del Papa y a partir de entonces todas las religiones cristianas, hasta el día de hoy, católicas o no, no aceptan la doctrina de la reencarnación del espíritu.
No obstante ésto, reencarnar es la única opción que tiene el espíritu de los pecadores para su salvación. El Espíritu Santo en este Tercer Tiempo, entregó El Tercer Testamento, las revelaciones divinas que contienen la explicación de la reencarnación. Reencarnación del espíritu significa la resurrección de la carne pero visto desde lo espiritual. Reencarnaremos todos, y al que no crea en ello, no hay problema… ya creerá.
Tal y como sucede con las leyes inexorables, no es necesario saber de ellas o creer en ellas para de todas maneras estar sujetos a las mismas tal y como sucede con la ley de la gravedad: Antes de Newton, ésta actuaba, lo supiéramos o no. El tema de la reencarnación está contenido en la Biblia, aunque no con ese nombre.
La reencarnación es algo más que una idea exótica, extraña o sobrenatural, es el amor divino llevado a su máxima expresión. La Doctrina del Espíritu Santo nos habla de ello, porque la reencarnación es la oportunidad de corregir errores pasados así como completar tareas incabadas en una nueva vida… o cuantas de éstas fueran necesarias.
La reencarnación y el Cristianismo: Por la voluntad del Emperador
Es difícil de creer pero quien proscribió el concepto de reencarnación del Cristianismo fue… ¡un emperador romano!
Y lo hizo por propósitos muy mundanos.
Verás: En el año 543 de la era presente, el Emperador Justiniano (considerado por los historiadores como el último emperador romano), convocó un sínodo en Constantinopla, con el único propósito de condenar las enseñanzas de Orígenes sobre la doctrina de la reencarnación aunque el pretexto fue otro: Deliberar sobre los «Tres Capítulos» de las iglesias disidentes (consideradas por Justiniano como rebeldes y heréticas) que no se encontraban bajo el poder directo de Roma. Orígenes era en ese entonces, el más respetado y amado Padre de la Iglesia cristiana original.
El Mandato Imperial contra el Papa
El concilio, conocido también como el Segundo Concilio Ecunémico fue presedido por el Eutiquio, aspirante al patriarcado de Constantinopla, obviamente sujeto a Justiniano, y contó con la presencia de 165 obispos.
Pero el Papa Virgilio, cuya presencia había sido requerida por el Emperador, se opuso fuertemente al concilio y se refugió en una iglesia en Constantinopla, temeroso de la ira vengativa del malvado Emperador. El Papa no estuvo presente en ninguna de las deliberaciones ni envió representante alguno y por lo tanto, jamás aceptó que la doctrina de la reencarnación fuera proscrita del credo cristiano.
El concilio, bajo el total control del Emperador y en la ausencia del Papa, elaboró una serie de anatemas; unos historiadores dicen que fueron 14 y otros que fueron 15, anatemas que fueron dirigidas intencionalmente en contra de las tres escuelas de pensamiento a las que calificaron como heréticas, cuyas creencias Justiniano veía como enemigas de sus intereses políticos y que tenían a Orígenes como su teólogo más respetado. Dichos documentos fueron conocidos, a partir de entonces como «Los Tres Capítulos».
Sólo estos documentos fueron presentados al Papa para su aprobación pero la reencarnación ni siquiera era mencionado en tales papeles.
Pero el poder de Justiniano fue más que suficiente para hacer que su decisión personal de proscribir la reencarnación del canon cristiano prevaleciera por encima de las creencias del mismo Papa.
Los sucesores de Virgilio, incluyendo a Gregorio el Grande (590-604), aunque se ocuparon de diversos asuntos que surgieron a partir del Quinto Concilio, no mencionaban en lo absoluto nada acerca de los conceptos de Orígenes relativos a la doctrina de la reencarnación.
Las Trampas de Un Político Astuto
Lo que Justiniano hizo, fue forzar la aceptación de su decisión personal a lo que parece ser meramente una sesión de obispos que nnunca fue realmente un concilio, ya que no contó ni con la presencia ni con la aprobación del Papa.
Como muchos políticos astutos, Justiniano se las ingenió para aparentar públicamente que contaba con el apoyo ecuménico para esa proscripción la que, repetimos, no estaba incluida en los papeles y acuerdos derivados de ese concilio.
Después de todo, ¿qué obispo podría haberse opuesto a él y rehusarse a seguir sus órdenes?
Es a partir de entonces que la noción de la reencarnación desapareció del pensamiento cristiano en Europa y muchos creen, todavía hasta el día de hoy, que la no aceptación de la reencarnación es un verdadero dogma inspirado.
Todo por la decisión de… un emperador romano.
La Reencarnación y la Ciencia Humana
La mayoría de las religiones occidentales -especialmente las judeocristianas- rechazan el concepto de la reencarnación del espíritu e incluso algunas lo consideran como herejía, aun cuando no existen un solo testimonio bíblico que refute o niegue la reencarnación.
De cualquier manera, algunos teólogos de esas religiones insisten en que un párrafo de la Epístola a los Hebreos «prueba» de que no existe la reencarnación debido a que simplemente dicho, el hombre puede morir una sola vez (ver nota acerca de Hebreos 9:27) y también ¿Se equivocó Pablo?.
Pero más allá de cualquier debate teológico, existe una enorme cantidad de testimonios acerca de la reencarnación que han estado brotando en todas partes del mundo, y su número crece cada día. Y estos hechos, no pudieron permanecer ignorados por más tiempo por la ciencia humana, ni tampoco pueden ser descartados tan fácilmente.
Los estudios de vidas pasadas.
El Dr. Ian Stevenson de la Escuela de Medicina de la Universidad ha investigado más de 2,600 casos de niños que tienen recuerdos de vidas anteriores.
Cuando menos 900 de estos casos han sido verificados, lo que significa que el Dr. Stevenson posee suficiente información proveniente de los niños objeto de sus investigacionescomo para identificar la personalidad en una vida anterior que ellos recuerdan como suyas.
Los métodos y técnicas indagatorias que el Dr. Stevenson ha seguido por muchos años le han ganado un merecido respeto dentro de la comunidad científica, siempre escéptica en estos asuntos como todos bien sabemos, y los pocos intentos por parte de los fanáticos religiosos para echar por tierra y minimizar sus hallazgos han sido refutados como equivocados y carentes de toda base válida.
Y no es sorpresa el ver que la defensa en contra de tales ataques ha sido erigida no por el mismo Dr. Stevenson sino por sus colegas.
Las Vidas Pasadas de los Niños: Un Argumento muy sólido.
Una de las bases más sólidas de la investigación del Dr. Stevenson respecto a la reencarnación lo constituye el hecho de que los sujetos de sus investigaciones son niños pequeños. ¿Por qué? Por que la probabilidad de que no sean presa tan probable de prejuicios o predisposiciones como los adultos resultan ser.
Y los casos estudiados por el Dr. Stevenson poseen otro poderoso elemento: Están localizados en lo que conocemos como naciones subdesarrolladas y muchos de los niños sujetos de esta investigación viven en pequeñas, remotas y miserables poblaciones, muy lejos de cualquier influencia de los medios masivos de información.
Puedes visitar la página Web del Dr. Stevenson’s
(en inglés) en Children’s Past Lives.
La verdadera celebración de Navidad
De Enseñanza 299 (Navidad 1949)
2 Llega hasta Mí el gozo espiritual con que recordáis en estos días la noche bendita en que el Verbo se hizo hombre para habitar entre vosotros.
6 En este día en que los hombres conmemoran aquel amanecer en que el Mesías Niño iniciaba su jornada sobre la Tierra, quiero que toda la Humanidad sienta mi presencia espiritual. Quiero que la niñez se regocije en Mí, que la juventud se detenga un instante a recordar al que se hizo hombre por amor para salvaros, y los ancianos que derraman sus lágrimas meditando en esta enseñanza y rememorando los días felices de su niñez, sientan en su corazón mi paz.
7 Alegrías y tristezas tendrán que mezclarse recordando el maternal regazo que os meciera, el amor y las caricias de vuestros padres, la dichosa pero fugaz infancia y luego todo lo que habéis ido perdiendo en el mundo: padres, niñez, alegrías, inocencia.
10 No tan sólo los hombres recuerdan con gozo el día en que se realizó en la Tierra el milagro de que el Verbo de Dios se hiciera hombre, también el mundo espiritual participa de este gozo en la contemplación de las obras divinas del Señor.
13 Oh pueblo bendito y amado, guardad esos recuerdos sagrados en vuestro corazón y sean ellos el camino y la luz para vuestra vida. Si miráis que los hombres en estas conmemoraciones traspasan los límites del respeto por lo divino y caen en profanaciones, perdonadles como Yo les perdono, y haré llegar a ellos también mi luz.
Una conmoción de orden espiritual acaecerá entre la Humanidad como está pronosticado, y entonces los hombres despertarán para volver a Mí. Los caminos están siendo preparados; pruebas y acontecimientos extraordinarios sacudirán al mundo y serán como voces de justicia que llamen a los hombres a la regeneración.
16 Os bendigo diciéndoos además que, doquiera se recuerde la encarnación del Verbo y se piense en la Natividad de Jesús, estará presente el dulce manto de vuestra Madre Celestial, quien se hizo mujer para que, a través de su seno, pasara Dios al hacerse hombre.
17 Si grande concibió María al Maestro, así tiene que ser la que se hizo madre humana para traerlo al mundo.
18 No vino Ella tan sólo para amar a su Unigénito; su amor divino es manto universal de consuelo; su presencia en todos los tiempos es de ternura e intercesión. Buscadla y hallaréis en Ella una escala que os conducirá a Mí.
21 Vengo a traeros mi paz para que más tarde la llevéis a todos los pueblos de la Tierra, porque la paz es el ideal más alto a que debéis aspirar.
22 La paz del espíritu es un estado desde el cual podréis admirar la luz de mi sabiduría y comprender todo lo que una mente turbada por la falta de paz no puede penetrar.
23 La Humanidad necesita paz en su espíritu, tranquilidad en su corazón, pero esa riqueza no se consigue por la fuerza, ni se compra a ningún precio. Es una gracia que se alcanza mediante la constancia en el bien.
24 Os confío la semilla de la paz, pueblo amado, para que la extendáis por la Tierra, mas de cierto os digo que no sois los únicos que propagarán esta semilla, porque en el seno de otras congregaciones, lo mismo en esta nación que en otros países, existen hombres que oran por la paz, que anhelan el bienestar para sus semejantes, y para lograr su ideal trabajan afanosa mente.
26 El hombre lleva en sí la fuerza inmortal del espíritu y sabrá levantarse de su decadencia con anhelo de libe ración, con ansia de encumbrarse.
27 Éste es un tiempo en el cual el hombre reconoce la capacidad y el poder de su inteligencia; sólo falta que deje que su espíritu se sirva ampliamente de esa potencia, para llevar a cabo las obras que el Señor ordena en el libro de su Doctrina.
29 Para todos tengo preparada una encrucijada en el camino, donde habrán de encontrarse y reconocerse como hermanos de ideal, de lucha y de fe.
30 En verdad os digo que en todas partes del mundo están diseminados los espiritualistas, hombres preparados que contribuirán a la paz de la Humanidad.
Mas os digo que la unión entre los espiritualistas de todo el orbe no se hará por medio de la organización de una nueva iglesia, porque su fuerza no será material. Su unión será de pensa miento, de ideal y de obras y de esta manera su fuerza será invencible, porque la habrán tomado de la fuente eterna que está en mi Espíritu.
32 Todos tienen el deber de dejar que a través de sus dones se esclarezca y defina la Doctrina espiritualista, velando porque no se vea contaminada con filosofías humanas.
33 Ya en tiempos pasados los hombres han mezclado a mis revelaciones y enseñanzas sus ideas, sus filosofías y sus teorías, con lo cual sólo han logrado dividir y confundir a la Humanidad.
35 A los conservadores de ritos, a los que insisten en personificar a Dios en formas, objetos e imágenes, les digo que si no toman el camino de la espiritualidad, sin darse cuenta son de los que contribuyen a las guerras entre los pueblos, al desconocimiento de hermanos con hermanos.
38 ¿No os habéis dado cuenta todavía de que la ambición, el fanatismo y la necedad son como una avalancha que, una vez desbordada, no la podéis contener?
39 Yo no vengo a combatir las creencias de ninguno cuando ellas están encaminadas a la verdad, mas los errores sí vengo a combatirlos en quienes se encuentren.
40 Desde ahora encaminaos todos al mismo fin, conciliando y armonizando vuestra visión de lo espiritual; nadie se crea ir por mejor sendero que el de su hermano, ni piense estar habitando en una escala superior a la de los demás.
Yo os digo que en la hora suprema de la muerte será mi voz la que os diga la verdad de vuestra elevación.
43 Humanidad: En estos días en que conmemoráis el nacimiento de Jesús, es cuando dejáis llegar la paz a vuestro corazón y cuando parecéis una familia unida y feliz. Sé que no todos los corazones sienten una alegría sincera al recordar mi llegada al mundo en aquel tiempo; muy pocos son los que se entregan a la meditación y al recogimiento, dejando que la alegría sea interior y que la fiesta de recordación sea en el espíritu.
47 Ninguno piense que vengo a borrar de vuestro corazón la fiesta más pura que celebráis en el año, cuando conmemoráis la Natividad de Jesús. Sólo vengo a enseñaros a dar al mundo lo del mundo y al espíritu lo del espíritu, porque si tantas fiestas tenéis para celebrar hechos humanos, ¿por qué no le dejáis esta fiesta al espíritu, para que él, convertido en niño, se acerque a ofrecerme su presente de amor, para que adquiera la sencillez de los pastores para adorarme y la humildad de los sabios para inclinar su cerviz y presentar su ciencia ante el dueño de la sabiduría verdadera?
53 Ésta es la conmemoración más tierna de cuantas hacéis de vuestro Maestro; el corazón de los niños rebosa de júbilo y el de los mayores se inunda de paz y de esperanza en el Salvador.
54 Vosotros, los que tenéis la gracia de escuchar esta palabra, sois de los que conmemoráis esta fiesta sin ritos, celebrándola en lo más puro del corazón. Así no podréis caer en profanación.
Es que a vuestro entendimiento ha llegado la comprensión de que la mejor conmemoración, la más agradable ante el Señor, es la que hacéis cuando aplicáis a vuestra vida los ejemplos del Maestro, cuando vivís su Doctrina.
¡Mi Paz esté con vosotros!
De Enseñanza 202 (Enseñanza de Nochebuena)
28 Nochebuena llamáis a esta noche los que recordáis cuando el Rabí llegó al mundo.
29 Bajo el influjo divino de esos recuerdos, los seres se acercan, se evoca al ausente, se perdonan las ofensas, se reúnen las familias, se visitan los amigos, se llenan de esperanza los corazones, todos parecen esperar algo desconocido que no aciertan a definir, en la noche en la cual los hombres ponen un poco de ternura en la dureza de su corazón y algunos un poco de espiritualidad sobre su materialismo.
Mas Yo os pregunto: ¿Creéis que sólo esta noche sea digna de llamarse buena por los hombres? ¿No podríais, con un poco de amor, hacer buenas todas las noches y los días de vuestra existencia, a fin de que vieseis que toda la vida, sin excepción de un instante, es buena?
34 ¡Ah, si pudieseis venir Conmigo en espíritu y contemplar desde aquí toda la miseria de la Humanidad!
35 Si los poderosos, los ricos y los que viven rodeados de comodidades quisiesen estar Conmigo esta noche, Yo les llevaría en espíritu a los lugares de dolor y de pobreza que ellos no quieren ver.
36 Entonces les diría: Dejad por un momento vuestra fiesta y recorramos juntos los sitios donde viven vuestros hermanos los pobres; veamos cómo viven ellos esta noche bendita, de tristeza para unos y de festines para otros. No temáis, les diría, que sólo unos instantes os pido, y luego podréis retornar a vuestro festín y a vuestra alegría.
Entonces les llevaría de sitio en sitio y les mostraría a una madre anciana, que en la soledad de su mísera alcoba llora la pérdida de sus hijos, que eran su esperanza, los cuales le fueron arrebatados por la guerra.
37 Esa mujer vive sólo de recuerdos y de oraciones; mientras hay muchos que llegan a embriagarse de placer, ella apura su cáliz de amargura. Su espíritu sólo espera la hora de dejar este mundo y penetrar en la eternidad, porque su esperanza en los hombres hace tiempo que ha muerto.
38 Después les mostraría a la niñez, vagando entre la Humanidad que no respeta la vida de su semejante, no ama ni comprende al necesitado.
39 Yo haría que esos hombres escuchasen las interrogaciones tan profundas de los niños, que en su inocencia humana se preguntan el porqué de tanta injusticia, de tanto odio, egoísmo y crueldad.
40 Luego les llevaría hasta aquellos lugares donde se ahogan los ayes y lamentos del enfermo, del que ha visto doblarse su cuerpo como se quiebra una rama cuando azota el huracán: son los enfermos, los vencidos, los olvidados.
41 Más tarde haría que las puertas de las cárceles nos dieran paso, para que contemplaran los millares de seres que han caído en las tinieblas del cautiverio por falta de amor, de caridad, de luz, de justicia, de paz.
42 Y así, de sitio en sitio, les presentaría en un solo cuadro toda la miseria y el dolor que han producido las ambiciones, la codicia, el odio, el materialismo y la sed insaciable de poder de los envanecidos con su falso señorío, de los que, creyéndose grandes, no lo son, ni dejan poseer a nadie lo que a cada quien en justicia le corresponde.
43 Pero no les llamo porque sé que aunque en su conciencia se escucha mi voz, se hacen sordos a ella.
44 Mas vos, pueblo amado, que me estáis escuchando, que sabéis de privaciones, de soledad, de frío y de orfandad también, y que, por tanto, vibráis junto con esa Humanidad que llora de hambre y sed de justicia, venid a Mí y juntos visitemos en espíritu a los enfermos, a los tristes, a todos los pobres y olvidados del mundo.
47 ¿Veis aquellas muchedumbres que llenas de animación se encuentran? Son soldados que han dado breve tregua a su combate para ofrendarme unos minutos de oración y de recuerdo, pero su alegría y animación son ficticios; comen y beben para calmar sus penas, mas en su corazón hay un gran dolor.
Sufren, pueblo, sufren mucho y sobre todo esta noche que es para ellos de tortura; cada recuerdo es una espina, cada nombre o cada rostro que evocan es una herida.
49 Muchos de ellos sufren segando vidas, destruyendo hogares y ciudades, sembrando dolor, luto y lágrimas, y entonces creen haber perdido todo derecho a volver al hogar, a la paz, al seno de los suyos.
50 Yo sé que muchos de ellos no son culpables, no llevan odio ni perversidad en el corazón; sé que son víctimas, son esclavos e instrumentos de los verdaderos malvados.
51 Sólo Yo puedo rescatarlos, sólo mi amor puede cubrirles, están solos en el mundo.
53 Orad, pueblo, y con ello haced que el mundo espere la luz de un nuevo día; que los hombres recuerden mi promesa, aquélla que habla de tiempos mejores, de espiritualidad y bienandanza.
54 También a vosotros os digo: Vamos ahora al corazón de los niños y busquemos a aquéllos a quienes todo les falta. Miradles; duermen, en su sueño no hay reproches para nadie, aunque su lecho es muy duro.
55 La mesa hoy no tuvo pan; sin embargo, descansan confiados en el nuevo día. Visten harapos, mas no sienten vergüenza, porque son inocentes y sonríen aunque a sus cuerpos les falte calor. Son ángeles en la tierra, porque en sus sonrisas sin maldad reflejan algo de la pureza de los Cielos.
56 ¡Oh, inocencia! ¡Cubridles con vuestro fino manto porque de ellos es el Reino de los Cielos!
57 Llamáis todos Nochebuena a esta noche y Yo derramo lluvia de bendiciones sobre todos mis hijos.
58 Sabed que Yo soy vuestro y vosotros míos. Recordad que os probé mi amor viniendo a vivir entre vosotros los humildes, naciendo en la pobreza, luchando entre abrojos y muriendo en la ignominia.
59 De Mí no podéis decir que no os comprendo, porque no sólo he visto vuestros dolores sino que los he vivido.
60 Os hablo también de los ancianos, de aquéllos que ha tiempo dejaron la primavera de la vida y ahora sienten el frío del invierno. Con la vejez va faltándoles la fuerza, la energía, la salud; el trabajo se hace pesado, los miembros se tornan torpes y ya no se les solicita para desempeñarlo.
61 Así, los ancianos se ven excluidos de la lucha de los demás, se ven abandonados, y su corazón abatido tiene que hundirse en la tristeza y tiene que conocer la necesidad, la miseria, el hambre, la soledad. Os hablo de ellos, porque necesitan también de vuestra ayuda y consuelo. Amadles, pueblo, y tendréis derecho a sentaros en la gran mesa del banquete espiritual, donde os diré: Bienaventurados vosotros que a imitación del Maestro supisteis comprender a todos los que sufren.
65 ¿Será posible que el corazón de los hombres no se conmueva ante los grandes cuadros de dolor y de miseria que presenta esta Humanidad? Sí, sí es posible; Yo veo a los que no padecen miseria acariciar con su mirada las riquezas que poseen, con más cariño que a los seres, hijos de Dios.
66 Pueblo amado: Me habéis acompañado en estos breves momentos a visitar a los necesitados, por ello, benditos seáis; no creáis que me olvido de los ricos y de los poderosos, porque aunque en apariencia no me necesitan, Yo soy quien mejor sabe su miseria y sus amarguras y quien mejor conoce sus desgracias, pero hoy creen tenerlo todo; entonces, ¿para qué acudir a Mí si soy, según ellos, el Cristo de los enfermos, de los parias, de los tristes? No saben que mi misión es salvarlos del falso esplendor para darles la verdadera y eterna felicidad.
67 Además de vosotros, ¿sabéis quién ha escuchado con ternura mi palabra y ha sentido vibrar de amor su Espíritu? María, pueblo amado, el Espíritu materno que habita en el seno del Creador y cuya esencia estará siempre unida al recuerdo de Jesús.
68 Su paso por el mundo, aunque más largo que el mío, porque llegó antes y se fue después, fue corto; sus palabras breves y dulces fueron una caricia celestial.
69 Sentidla en Espíritu, amadla y buscadla espiritualmente; sabed que, en cuantas obras de caridad hiciereis, Ella estará con vosotros, que sobre el mundo doliente y sangrante tiene extendido su manto de intercesión y de ternura y que en cada una de vuestras quejas o pesares podréis escuchar una voz que os responde con ternura: No temáis, aquí estoy Yo, confiad.
70 Así, pueblo, habéis estado Conmigo; mi hálito ha penetrado en vuestro corazón en esta noche bendita y os he hecho olvidar toda penalidad.
¡Mi Paz esté con vosotros!
Las Profecías Cumplidas – Parte I
¿Se han cumplido las profecías que aparecen en la Biblia respecto al tiempo final?Algunos escépticos dicen que no. Otros, por fe ciega en sus diversas religiones o filosofías, creen que sí…pero no lo saben realmente ni pueden demostrarlo. Pero efectivamente, varias profecías bíblicas que nos hablan de esta era se han cumplido ya cabalmente…y existen datos para confirmarlo. |
El lenguaje bíblico de las profecías
Probablemente, la causa más frecuente de que existan tantos malentendidos e interpretaciones erróneas de la Biblia, se derivan del hecho de que ésta, en muchas de sus partes, se encuentra escrita en un lenguaje alegórico, metafórico, simbólico.
¿Por qué es ésto?
¿No podrían haberse entregado los mensajes que vienen de lo alto en un lenguaje, digamos, común y corriente, sin necesidad de metáforas o alegorías?
La respuesta es no.
Para poder ilustrar ésto, imaginemos que, mágicamente, una persona de la era moderna es transportada hacia otra época, digamos, dos mil años atrás, algo así como el personaje de la novela «Un Yanqui en la Corte del Rey Arturo» de Mark Twain.
Imaginemos que esa persona quiere platicarle a quienes le rodeen en esa época -suponiendo, claro está, que esas personas mágicamente también, hablaran español más o menos moderno,-lo que tuvo que hacer para irse de viaje desde su país a, digamos, Disneylandia, comenzando desde el momento en que levantó un teléfono para comunicarse a una agencia de viajes.
¿Un qué para comunicarse adónde? le preguntarían azorados sus interlocutores. -¡Un teléfono! ¡Un…! ¡Claro, tonto de mí!- se diría nuestro imaginario viajero en el tiempo, dándose un golpe en la cabeza -¡si todavía no se inventa el teléfono!
¿Qué haría usted en esa situación? Ciertamente acabaría por tomar elementos familiares y comprensibles para sus interlocutores que podrían darles alguna idea de a qué se está refiriendo usted.
Probablemente, después de vanos intentos, usted decida, para darse a entender de ellos, tomar un cordel y haciendo hoyos en el fondo de sendos vasos de cerámica, conectarlos para que a través de la vibración acústica, un remedo muy primitivo del teléfono digital que usted tiene en su casa, sirviera para describir algo cuya noción fundamental -la comunicación a distancia- resultaría impensable para dichos interlocutores.
Hasta ahí, aun con problemas, usted pudo describir el teléfono.
Ahora, al pasar a describir el sentido de la existencia de algo que usted ve tan familiar -una agencia de viajes- usted, probablemente, se topará con una tarea digna de Hércules.
Tendría que comenzar por explicar -en una época donde no existían proveedores de servicios intangibles- todo el contexto en que se inserta el concepto de una agencia de viajes que se dedique, no a cultivar patatas ni a hacer pan o rejas de arado, sino a vender ¡boletos de avión! ¿Qué de qué? preguntarían sus interlocutores, rascándose la cabeza. -¡Boletos de avión!- trataría usted de explicar, sin saber a ciencia cierta si le están comprendiendo- ¡papelitos por medio de los cuales se le permite subirse a un avión!.
¿Un avión? ¿Y éso que es?-preguntarían una vez más, los desconcertados habitantes de esa remota época. Y ahí, para ellos, usted entraría en el terreno de lo sobrenatural, de lo fantástico, de lo mágico.
Dejemos la descripción de una máquina voladora a la creatividad de usted…así como la tarea, al intentar describir Disneylandia y a Mickey Mouse, de ingeniárselas para evitar ser quemado en leña verde por hechicero o apedreado por lunático.
No importa el camino que usted tome para ello, tendrá finalmente que recurrir a alegorías, metáforas, parábolas y símbolos, tomando objetos e ideas comprensibles para sus interlocutores, para hacerse entender, aunque sea en mínima parte, por ellos.
Aunque de una manera un poco simplista, es ésta la explicación del porqué los mensajeros de la Divinidad han precisado de usar símbolos y alegorías (rollos que vuelan, tronos, candelabros, vasijas de aceite, etc., etc.) para describir, con términos limitados, las cosas de índole superior.
Por supuesto, el contexto cultural de los recipientes de esos mensajes tendría que ser tomado en cuenta. Así vemos cómo en la descripción de los tormentos que acarrea un mal comportamiento son descritos, para los lapones o esquimales, como un frío de magnitudes aterradoras, mientras que para los habitantes de zonas menos gélidas, la alegoría usada fue la del fuego quemante.
Imagine por otro lado, que alguien le encargara a usted transcribir «La Guerra y la Paz» de Tolstoi, pero usando para ello una máquina de escribir a la que le faltaran cuatro o cinco letras -las que usted decida-.
O trate usted de tocar «La Novena de Beethoven» en un piano al que le faltaran tres notas naturales en cada octava, digamos, las notas do, mi y sol o las que usted escoja. En ambos casos, sus lectores u oyentes, tendrían que hacer uso de su imaginación para deducir todo aquello que, por falta de elementos, tuvo que ser omitido o verse reducido.
Hecha esta explicación, será más fácil comprender el lenguaje aparentemente oscuro o cifrado en que fueron entregadas las anticipaciones o profecías de cuanto iba a suceder de relevante en este Tercer Tiempo.
Las señales precursoras.
Existen referencias en diversos pasajes de la Biblia que, tomando en cuenta la explicación al inicio de esta página, son bastantes claras y precisas para describir los sucesos que habían de ser el preludio para la llegada de una nueva etapa para la humanidad, una etapa marcada por grandes acontecimientos en todos los órdenes a nivel mundial.
Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas y qué señal habrá de tu venida y del fin del siglo? Respondiendo Jesús les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca, pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores. Mateo 24:1-8
En el lenguaje vernacular arameo, como en el hebreo, existen giros del idioma que al ser traducidos literalmente, cambian el sentido de dicha expresión. En el siglo I, después de la crucifixión, muchos esperaban que Jesús regresara al fin de ese mismo siglo; Simón Pedro, considerado por muchos como el príncipe de los apóstoles, tenía muy claro el significado de esta expresión. Así, les explica a aquéllos que creían que Jesús iba a regresar antes del fin de ese siglo primero: «Mas, oh amados, no ignoréis ésto; que para el Señor un día es como mil años y mil años como un día».
Al prevenir a Sus discípulos de la llegada de falsos Cristos y profetas, Jesús deja entrever que Su retorno sería en espíritu, cosa que aclara aún más unos versículos más adelante:
Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Mateo 24:23
Podemos entonces asegurar, conforme a ésto, que la presencia de Cristo en la Tierra, al final de los tiempos, no sería física, material, sino espiritual, sutil, elevada.
Más adelante viene descrito el periodo que iba a anticipar la apertura del Tercer Tiempo y con él, del Sexto Sello. Las referencias que daremos de aquí en adelante fueron extraídas de la Enciclopedia Encarta de Grolier y pueden fácilmente ser cotejadas por cualquier persona.
Peste La peste negra asoló a Europa en el Siglo 16 y mató a millones de personas. En América, millones de indígenas murieron al ser contagiados por los conquistadores españoles con diversas enfermedades: sífilis, tuberculosis, etc. La peste bubónica también cobró millones de víctimas en toda Asia, Africa y parte de Europa en los siglos 15 y 16. Hambre Grandes hambrunas devastaron Europa, Asia y Africa a partir del siglo 17, llegando al extremo de que en la India murieran más de 10 millones de personas en 1769 y solamente en Ovissa murieron en 1866 más de ¡1,500,000 personas! Terremotos Terribles terremotos han devastado muchas naciones y lugares del globo. Irán, Turquía, Grecia, Argel, Japón, y Sudamérica han sufrido repetidas y masivas destrucciones provocadas por terremotos. Lisboa fue destruida en 1755 por un terremoto que causó la muerte de 60,000 personas; Voltaire narra ésto en su novela Cándida. En 1812 el terremoto de New Madrid alteró el curso del río Mississippi. Rumores de Guerra Podría decirse, después de conocer la magnitud de destrucción de que sería capaz de alcanzar el ser humano durante las dos Guerras Mundiales, que las continuas guerras que se propagaron por todo el planeta a partir de la invención de las armas de fuego, en el siglo 15, fueron realmente rumores de las guerras genocidas que habrían de llegar después. Las denominadas Guerra de los Treinta Años, de los Cien Años, del Gran Norte Europeo, de Crimea, de las Siete Semanas, la guerra civil tanto en el Imperio Otomano como en los Estados Unidos y muchas más, dan fúnebre testimonio de ello. Nación contra nación Los expertos dicen que con la invasión de Rusia por Napoleón en 1812, comenzó un nuevo modo de entrar en guerra, ya no por motivos religiosos entre las pequeñas ciudades-estado, sino por motivos seculares, económicos y políticos entre grandes naciones. La guerra franco-prusiana, la guerra ruso-japonesa y varias más, todas ellas fueron el preludio de una nueva era para la humanidad y desembocaron, ya iniciado ese tiempo, en la Primera Guerra Mundial, una conflagración de una magnitud como nunca había visto la humanidad, pero que resultó superada por los horrores de la Segunda Guerra Mundial.
Las señales de la apertura del Tercer Tiempo y con ello, del Sexto Sello.
Existen varias profecías que describen este Tercer Tiempo, profecías que se han cumplido de una manera tal, que pueden ser corroboradas por cualquiera que quiera verlas. Dentro de ellas, la profecía de Joel es particularmente específica:
Y después de ésto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños y vuestros jóvenes verás visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Yahvé. 2 Joel 2:28-31
En este tiempo, ya no es para nadie una sorpresa la multiplicidad de visiones y sueños proféticos que mucha, muchísima gente, de toda condición social, nacionalidad, raza y edad, experimenta todos los días del año. Esto ha dado lugar a que se cree una nueva rama de la ciencia, la parapsicología, que intenta estudiar estas manifestaciones espirituales, que repetimos, de tan extendidas, ya son vistas como algo casi natural, pero no por ello deja de ser extraordinario dentro de la historia de la humanidad.
Pero, ¿y las señales en el cielo y en la tierra? ¿También tuvieron cumplimiento? ¿Dónde y cuando? Veamos.
Prodigios en el Cielo 1858. El Cometa de Donati. La enorme triple cola de este fenómeno cubría 50 grados del arco del cielo. Se calcula que ésto correspondía a una figura lineal de ¡70 millones de kilómetros! 1862. Agosto. La primera de dos lluvias de meteoritos (Perseidas) observadas en prácticamente todo el mundo; los científicos explican ahora que eran los residuos del cometa 1866 III que se incendiaron al penetrar en la atmósfera.. 1862. Noviembre. La segunda -y notable- lluvia de meteoros, ésta perteneciente a los luminosos residuos del cometa 1866 I. 1882. La aparición de un cometa cercano al sol, de una brillantez inusitada, provocó asombro y espanto en muchos países. Prodigios en la tierra Esta parte de la profecía bien podría tener una interpretación distinta a la de fenómenos naturales, al observar el enorme y sorprendente avance de la ciencia y tecnología humanas. La lista de invenciones y descubrimientos científicos a partir del siglo 19 es muy grande, por lo cual únicamente pondremos aquí algunos de los más relevantes. 1802. Fulton inventa el bote con máquina de vapor. 1837. Morse inventa el telégrafo. 1839. Daguerre inventa la primera cámara fotográfica. 1840. Cayley -considerado por muchos como el padre de la aviación- inventa las primeras máquinas voladoras para transporte de pasajeros. 1858. Marsh y Marsh inventan la máquina cosechadora. 1866. Tilston Bright instala el primer cable trasantlántico entre Estados Unidos e Inglaterra. 1866. Nobel inventa la dinamita. 1868. Glidden y Latham inventan la máquina automática de escribir. 1876. Graham Bell inventa el teléfono. (Se le atribuye también a Elmo). 1877. Edison inventa el fonógrafo. 1 877. Berliner inventa el micrófono. El Sol en tinieblas, y la luna en sangre 1883. La explosión del volcán Krakatoa entre Java y Sumatra, es quizás, la señal material más impresionante de todas las que anunciaron la llegada de un nuevo tiempo y el cumplimiento de las profecías de Joel y Juan en el Apocalipsis. En la noche del 26 al 27 de Agosto de 1883, la más violenta explosión volcánica que registran los anales de la historia, destruyó la isla donde se asentaba el volcán y las consecuencias de tal desastre se dejaron sentir en todo el planeta: la nube de gases, polvo y vapor que desprendió violentamente la erupción se proyectó a 27 kilómetros de altura, y la marejada provocada por el fenómeno alcanzó más de 15 metros de altura, llegando hasta una distancia de 12,000 kilómetros, matando miles de personas en las costas de Java y Sumatra. Se considera que el ruido de la explosión ha sido el más grande de toda la historia. La nube de polvo emitida por el volcán cubrió el sol durante más de un día y después de ello, la luna pareció teñirse de un rojo subido, parecido al color de la sangre. Durante tres o cuatro días más, los observadores en todo el globo reportaron coloraciones brillantes en el amanecer y el atardecer, debido a las refracciones de la luz solar en las partículas suspendidas producto de la explosión.
Las Profecías Cumplidas – Parte II
Profecías apocalipticas sobre la apertura del Sexto Sello.
Miré cuando -el Cordero- abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre. Apocalipsis 6:12
Hasta aquí, la profecía de Juan repite punto por punto las profecías entregadas por Jesús a Sus apóstoles antes de la crucifixión y que hemos visto en la primera parte de este trabajo.
Pero adelante, aun cuando toma la alegoría de la lluvia de estrellas que es parte de las señales materiales que Joel había anticipado, el contexto parece referirse a otra cosa: El inicio de las comunicaciones con el mundo espiritual cuyo preludio fue el espiritismo, tan en boga en Europa y algunos paises americanos a mediados del siglo pasado. Una advertencia: En algunas biblias -católicas principalmente- fue añadido un versículo en Deuteronomio o Levítico, dependiendo de la versión, en contra del espiritismo, citándolo incluso por su nombre, versículo que no aparece en ninguno de los textos originales bíblicos por lo que puede deducirse fácilmente que es simplemente una reacción de la jerarquía religiosa del momento hacia la atención que ese movimiento obtuvo desde su inicio.
Las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por el viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes, y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? Apocalipsis 6:13-17
Aquí la profecía escatológica de Juan se interna en un terreno mucho más abstracto y metafórico, al anticipar, como decíamos más arriba, el inicio de la comunicación con entidades espirituales que descienden de las alturas hacia los hombres, ya tan común y extendida en nuestros días, la aparición de nuevas filosofías y corrientes de pensamiento con la consiguiente caída de las monarquías.
Las estrellas del cielo 1840. Jacob Lorber, en Alemania, mediante escritura automática, comienza a recibir mensajes que denomina "La Nueva Revelación". 1849. París y toda Europa es conmocionada por el fenómeno conocido como "las mesas levitantes" que, inexplicablemente, se elevaban del piso sin causa física aparente. 1850. León Rivail "Allan Kardec", toma en París apuntes de comunicaciones de lo que él denomina inteligencias superiores, y que se manifiestan a través de dos muchachas jóvenes, o "médiums". Con las notas tomadas durante el transcurso de dos años, forma y publica "El Libro de los Espíritus", obra fundamental del espiritismo. 1862. Roque Rojas, ex-seminarista mexicano, tiene una visión que le anuncia la inminente apertura del Sexto Sello. 1866. Se abre el Tercer Tiempo con la manifestación, en México del espíritu del profeta Elías a través del entendimiento humano de Roque Rojas. 1871. Daniel Dunglas-Hume, de Escocia, da paso a manifestaciones que él asegura provienen del mundo espiritual, llegando incluso al extremo de materializar algunas de ellas a plena luz del sol. Nunca pudo ser refutado por ello. 1884. Damiana Oviedo se convierte en la primera portavoz del Espíritu Santo y comienza la entrega del Tercer Testamento, todo ésto en la Ciudad de México. 1887. Se inician en la Ciudad de México las manifestaciones del mundo espiritual de luz a través del entendimiento humano, las que continúan hasta Diciembre de 1950. Durante todo este tiempo, se entregan múltiples curaciones. Time-Life ha publicado un libro que cubre parte de estos asombrosos eventos.
El cielo se desvanece y se enrolla como pergamino La alegoría es clara en cuanto se refiere a la desaparición de un antiguo orden de ideas, quedando en su lugar uno nuevo. 1762. Rousseau escribe "El Contrato Social", obra capital que influye de una manera decisiva en los movimientos libertarios de todo el globo. 1776. Adam Smith publica su obra "La Riqueza de las Naciones", y sienta las bases del capitalismo. 1776. Proclamación del Acta de Derechos en las colonias americanas de Inglaterra. 1776. Declaración de Independencia de dichas colonias, constituyéndose en los Estados Unidos de América. 1781. Kant publica su obra cumbre "La Crítica de la Razón Pura", y propone el racionalismo como teoría. 1786. Toma de la Bastilla en Francia. Inicia la Revolución Francesa. 1789. Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano por parte de la Asamblea Francesa. 1810. Se inician los movimientos independentistas en México y países de Sudamérica. 1848. Marx y Engels dan a conocer "El Manifiesto Comunista". 1866. Se reúne la Primera Internacional en Ginebra. Nace el socialismo.
Los reyes y poderosos se esconden La caída de las monarquías es anticipada en este versículo. Y en efecto, para fines del siglo 19, prácticamente desaparece el absolutismo como sistema de gobierno; en algunos países quedan aún reyes y reinas simbólicos que no gobiernan. 1649. Carlos II de Inglaterra es ejecutado. 1793. Luis XVI, depuesto rey de Francia, es guillotinado. 1832. El Acta de la Gran Reforma en Inglaterra, transfiere el poder al hombre común, por encima del poder real. ...y todo siervo y todo libre... No sólo fue conmovido el poder humano; todas las clases sociales sintieron la llegada de ese nuevo tiempo. 1793. Robespierre instaura el "Reinado del Terror"; la guillotina tiñe de sangre a toda Francia. 1861. La oposición de los estados sureños americanos a abolir la esclavitud, desata la sangrienta Guerra Civil.
El Sexto Sello desatado.
Es aquí cuando comienza la etapa descrita por Jesús como «el principio de dolores» (Mateo 24:7). Y ciertamente, como a continuación se verá, la humanidad entró en una fase de turbulencia como nunca había registrado la historia.
Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. Y oí el número de los sellados: 144,000... Apocalipsis 7:1-4
...otro ángel que subía de donde sale el sol... Desde Agustín, los teólogos y exégetas coinciden que aquí Juan se refiere al profeta Elías, concordando las palabras contenidas en Lucas 1:78 y en 2 Reyes 2:11. Existen hipótesis que el mito griego de Helios, se deriva de este último pasaje. 1866. En el sur de la Ciudad de México comienza a manifestarse el espíritu de Elías por el entendimiento humano de Roque Rojas; declara que se abre el Sexto Sello así como que se inicia el Tercer Tiempo. Se entregan las primeras "marcas" a hombres y mujeres que posteriormente darían paso a las comunicaciones de "las estrellas del cielo", el mundo espiritual de luz.
Después de la marca, el relato de Juan acerca de la visión relativa al Sexto Sello, parece saltar hasta Apocalipsis 9:13, donde el sexto ángel obviamente representa ese mismo sello.
El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que esta delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes eran doscientos millones. Yo oí su número. Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. Apocalipsis 9:13-18
Los cuatro ángeles junto al río Eufrates 1981. Irak e Irán, a ambos lados del rio Eufrates, entran en guerra. Ascienden a millones las víctimas de tal guerra. Fuego, humo y azufre En un conflicto donde pierden la vida más de un millón de personas y quedan heridas casi dos millones más, missiles tierra-tierra, tierra-aire y aire-tierra, así como los millones de cohetes y morteros usados por los tanques con corazas metálicas de ambos bandos, verdaderamente parecen vomitar fuego y azufre sobre la zona de guerra, y las columnas de humo son visibles a kilómetros de distancia.
Las Profecías Cumplidas – Parte III
El Retorno del Mesías
Tras el cumplimiento de las profecías que anunciaban la llegada del profeta Elías como precursor (Malaquías 4:5; Mateo 17:11), se cumplen también aquellas que hablaban de cómo sería el regreso del Divino Maestro en esta nueva Era (Hechos 1:11; Lucas 12:40).
Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí sobre las nubes del cielo venía uno como hijo de hombre que vino hasta el Anciano de días y le hicieron sentarse delante de él. Daniel 7:13 ...y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo, con poder y majestad grande Mateo 24:30 Y he aquí que viene con las nubes y todo ojo le verá". Apocalipsis 1:7
Su regreso ha sido tal y como lo anunciaron los profetas, «sobre las nubes». ¿Mas por qué la nube?, ¿cuál es el significado espiritual de ese símbolo?. La nube es sutil, está arriba y no toca el suelo, es mensajera que viaja por todas partes fecundando la tierra con su lluvia y es sombra bienhechora. De ella surge el relámpago que anuncia la tempestad y el trueno vibrante que estremece.
Si traducimos todo esto a un idioma espiritual, analizaremos que la nube es la mejor alegoría que podría Dios haber utilizado para hacer comprender a los hombres que su manifestación en este tiempo ya no sería en forma material, sino sutil, espiritual y elevada.
Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arcoiris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego. Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra; y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces. Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas. Apocalipsis 10: 1-4
Vi descender del cielo a otro ángel fuerte.... Una vez más encontramos el símbolo del ángel envuelto en la nube en la Revelación de Juan. La reiteración de la llegada espiritual del Divino Maestro en este tiempo perteneciente al Sexto Sello. El arcoiris con sus siete colores, simbolo de los siete espíritus o virtudes que rodean al Padre celestial, y símbolo también del primer pacto que hiciera Dios con los hombres en Génesis 9:13. Mirada y pisada ardiente que calcina purificando todo aquello que aparece a su paso.
....y clamó a gran voz.... 1884. En un humilde recinto de la ciudad de México, una jóven doncella llamada Damiana Oviedo, recibe por primera vez la inspiración del Divino Maestro, escuchando su voz a través de la comunicación por el entendimiento humano. Después de ella, muchos hombres y mujeres humildes (muchos de los cuales no sabían leer o escribir), preparados espiritualmente, fueron escogidos para recibir su palabra y para ser testigos de la llegada prometida del Espíritu Santo.
Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Juan 16:12,13
Tenía en su mano un librito abierto.... 1866 - 1950. Durante este período se reciben en diferentes lugares (denominados recintos) de México, todas las enseñanzas y revelaciones entregadas por Dios a la Humanidad como testimonio de su manifestación en este tiempo, y con ellas se forma por orden divina El Libro de la Vida Verdadera, el cual, junto con las enseñanzas de Elías, El Precursor; las explicaciones de Los Protectores, que son el mundo espiritual de luz, y El Mensaje de María, la ternura divina, constituyen el libro del Tercer Testamento. ....sella las cosas que los siete truenos.... Los mirajes que Juan contempló en su revelación, y que le fué ordenado que no escribiera, son las profecías que estaban destinadas para ser reveladas a la Humanidad en este tiempo. Así mismo, otros profetas como Daniel, recibieron la misma orden de no escribir aquello que estaba destinado para el tiempo del juicio. La asombrosa concordancia entre estos diferentes pasajes de la Biblia ha desconcertado a muchos estudiosos bíblicos, algunos de los cuales han llegado a aseverar que el Apocalipsis es simplemente la paráfrasis o repetición del Libro de Daniel, cosa que es inexacta.
Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin…. Daniel 12:4
Es en este tiempo en el que Dios ha permitido que esas profecías vayan siendo reveladas a la Humanidad, a través de sus escogidos, y de las enseñanzas que han sido recopiladas y compendiadas en las páginas del Tercer Testamento.
La Segunda Promulgación de La Ley Divina
En el pasaje siguiente, se describe de una manera vívida lo que este cúmulo de revelaciones ha de provocar en la Humanidad, porque la dulzura del amor divino viene a despertar en nosotros, pecadores, la amargura del recuerdo de nuestras múltiples transgresiones a la Ley Divina, misma que nos ha sido promulgada de nuevo en esta era de luz..
Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre. Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes. Apocalipsis 10:9-11
....Y era dulce en mi boca como la miel.... Toda la palabra contenida en las páginas del libro que Dios ha legado a la Humanidad en este tiempo, y que es Su tercer y último testamento, tiene la misma esencia de su palabra entregada en los tiempos pasados y es el complemento de ella; es enseñanza que endulza la vida de todo aquél que la escucha; es luz que ilumina la mente y descorre los velos del conocimiento; es alimento que nutre y fortalece al espíritu abriendo ante él los arcanos de la sabiduría Divina. Prueba contundente de la divinidad y poder de este libro maravilloso lo constituye el hecho de que, ante la necesidad espiritual de los hombres, basta que ellos abran el libro en cualquiera de sus páginas para que ahí precisamente encuentren la respuesta a su duda, inquietud o ansia de saber.
....pero cuando lo hube comido amargó mi vientre Cuando el hombre logra elevarse en espíritu, recibe el alimento de la enseñanza divina, derriba los muros de la ignorancia y se enfrenta a la verdad de la conciencia. Frente a este espejo el espíritu descubre y saborea la amargura que no es más que el resultado y consecuencia de sus transgresiones a la Ley divina que es eterna. Pablo (Saulo) habla de esto mismo en Hebreos 4:12.
….la palabra de Dios es viva y eficáz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón»
Es necesario que profetices….
Cuando el espíritu del hombre penetra elevado en el análisis de la palabra divina, se abren ante él las puertas de la revelación. Es entonces cuando se presenta la profecía, cuando el espíritu trasciende su tiempo y circunstancia.