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El mal, atado. La victoria final sobre el mal
El triunfo absoluto sobre la tentación y el mal no será en vuestro tiempo, mi pueblo.
Tendré Yo que atar aquel poder por un tiempo, pero vuestros méritos serán tomados en cuenta para ello y ese tiempo en que aquel poder se encuentre atado, servirá para que el bien eche raíces en el corazón de los hombres, para que el bien en todas sus formas tome fuerza.
Y cuando fuerte en el bien el hombre se encuentre, cuando en la balanza de mi justicia el bien pese más que el mal, entonces sí, la tentación en todas sus formas será desatada por un tiempo más y ya en ese tiempo no será mi espada la que venza, sino vuestras propias armas.
Yo sólo vigilaré desde el infinito, porque vosotros tendréis la fuerza necesaria para vencer al adversario.
La virtud en todas sus formas se habrá enseñoreado en este mundo y la tentación no encontrará rincón ni puerta abierta ni cabida, y sus más grandes celadas, sus más grandes lazos serán vencidos hasta el último elemento de aquel poder del mal, y cuando su reinado sea quebrantado y dividido, entonces vendrá el principio de vuestro triunfo y la tiniebla se convertirá en luz, el mal se convertirá en bien y los perdidos serán hallados.
He aquí que éste será el triunfo en vuestro espíritu, y cuando elevéis vuestro cántico, será el triunfo de la luz de la justicia y del amor.
Estoy preparando el valle donde he de reunir a todos mis hijos para el Gran Juicio Universal.
Yo juzgaré con perfección; mi amor y caridad envolverán a la Humanidad y en ese día encontraréis salvación y bálsamo para todos vuestros males.
Las profecías correspondientes a este tiempo se están cumpliendo.
Los que han dormido se han azorado al contemplar los acontecimientos; es que no habéis leído en el libro de los profetas, en el libro de vuestro Dios, mas Yo haré de vosotros mis discípulos que sepan interpretar mi palabra de todos los tiempos.
Cuando el Séptimo Sello quede cerrado junto con los otros seis, quedará cerrado ese libro que ha sido el juicio de Dios sobre las obras de los hombres desde el primero hasta el último.
Entonces abrirá el Señor un libro en blanco para anotar en él la resurrección de los muertos, la liberación de los oprimidos, la regeneración de los pecadores y el triunfo del bien sobre el mal.
temas extraídos de las comunicaciones divinas de El Tercer Testamento
El mal no es creación divina
Probado en todas formas ha sido desde su principio el espíritu. Si ha sido probado con el mal, ¿creéis acaso que el Padre pueda haber creado el mal para tentar a sus hijos? De cierto os digo: No.
El mal ha sido creado por la flaqueza, la debilidad del espíritu y de la carne; del espíritu, por no saber hacer uso de su propia fortaleza y de la carne por ceder ante las tentaciones.
¿Qué ha hecho ante ésto el Padre? Permitir que los elementos del mal os sometan a prueba.
¡He aquí por qué he venido! Porque vosotros no habéis sabido perseverar ni conservaros en el bien; porque habéis cedido a las flaquezas de la carne; porque habéis caído ante las tentaciones tanto visibles como invisibles, bajo ese poder sobrenatural del mal que existe sobre vosotros.
A vosotros os dejaré ir por todos los caminos del orbe, lo mismo que a vuestros hijos, discípulos también del Espíritu Santo y los hijos de ellos llevarán mi simiente.
En verdad os digo que no pasarán tres generaciones después de la vuestra, para que no se haya conmovido hasta sus más profundas fibras esta Humanidad, ante la venida del Espíritu Santo, ante hechos extraordinarios, unos, que he verificado entre vosotros y, otros, que reservados tengo para el mañana.
Así vosotros iréis aboliendo el reinado del mal. Ese poder irá siendo quebrantado por vuestras obras de amor y de justicia.
Cada hombre que sea convertido al Espiritualismo será uno menos que pertenezca a aquel reinado.
Pero si vosotros creéis que os doy la tarea o el cargo de vencer con vuestras obras de amor y de luz el ambiente del mal, en verdad os digo que no es el tiempo aún en que podáis vencerlo por completo; todavía es más fuerte que vosotros.
temas extraídos de las comunicaciones divinas de El Tercer Testamento
Cristo, la luz que rasga las tinieblas
Discípulos: Cristo es la suprema manifestación del amor divino, esa luz que es la vida en las regiones del espíritu, la luz que rasga las tinieblas y descubre la verdad ante toda mirada espiritual, la que destruye los misterios, abre la puerta y muestra el camino hacia la sabiduría, la eternidad y la perfección de los espíritus.
La lucha en la cual serán abatidas las tinieblas ya se ha entablado de un mundo a otro.
La gran batalla está en el Universo y es necesario que el hombre se convenza de ello para que pueda esgrimir sus armas.
¿Cuándo lograréis que todo aquel mundo de tinieblas, de sufrimientos y de turbaciones se convierta en un mundo de paz? ¿Cuándo sabréis atraer sobre vosotros la luz de las altas moradas espirituales, para que penetréis en armonía con todos vuestros hermanos en la morada que os tengo destinada?.
Debido a la enseñanza que os he entregado en mi palabra, se han realizado verdaderos milagros entre vosotros.
Los espíritus despiertan a un nuevo día, los corazones laten llenos de esperanza.
Los que no llegaban a ver la verdad, porque su ignorancia era como una venda que les cubría sus ojos espirituales, ahora que ven quedan maravillados. Los enfermos del cuerpo así como los del espíritu, sanan al recibir en su ser, en su corazón, la esencia de mi palabra.
Entonces surge de lo más íntimo, de lo más puro de este pueblo, una acción de gracias por las obras que hago en él y me dicen: -¡Gracias, Señor, porque nos habéis hecho dignos de que en nosotros se obren estos milagros!
De cierto os digo: Sin llegar a ser santos ni justos, podréis hacer grandes obras de redención, grandes prodigios entre la Humanidad y también podréis ser ejemplo entre los hombres.
Si Yo enviase santos y seres perfectos entre la Humanidad para que diesen ejemplo a los hombres, les parecería a éstos imposible siquiera asemejarse a ellos.
Yo quiero enviar entre los hombres a pecadores convertidos que, sin llegar a ser justos ni santos, sepan dejar un ejemplo de regeneración, de arrepentimiento, de fortaleza, de ahínco en la Doctrina del Padre, de anhelo, de progreso y de evolución espiritual y ¡esos sois vosotros!
Vuestro espíritu llegará algún día a la perfección, mas no sabéis cuando.
El Padre no os obligará ni vosotros forzaréis vuestros pasos, pero sí, no os detengáis jamás; aun cuando sea lento vuestro paso, quiero que sea siempre firme y ascendente.
La virtud se manifiesta solamente en la prueba.
La luz brilla más en las tinieblas, la luz no brilla en la luz y así, era menester que vuestro espíritu fuese probado y acrisolado.
temas extraídos de las comunicaciones divinas de El Tercer Testamento
Liberando a los espíritus postrados
LIBERANDO A LOS ESPÍRITUS POSTRADOS
La Humanidad de hoy, tan grande como la consideráis en número, es pequeña comparada con el mundo de seres espirituales que la rodea, y con cuánta fuerza esas legiones invaden los caminos de los hombres y éstos no perciben, no sienten ni oyen ese mundo que se agita en torno suyo.
Sobre los seres y elementos de la Naturaleza podéis obrar en múltiples formas para llevar a todos el consuelo.
Mas también os digo: No temáis a las enfermedades y sed con todos pacientes y misericordiosos.
En cuanto a los poseídos y confundidos en su mente humana, también podéis curarlos, porque tenéis esa facultad y debéis ponerla al servicio de esos seres que han caído en la desesperación y el olvido. Libertadlos y manifestad esa potestad ante los incrédulos.
A los que creyendo pertenecer a este mundo vivan turbados y confundidos en su espíritu, ayudadles con amor a salir de su gran error.
No uséis la violencia, llenad de ternura y de compasión vuestro corazón para tratar a todos los seres.
Por la paz que sentís en vuestro espíritu podéis reconocer mi presencia. Nadie más que Yo puede daros la verdadera paz.
Un espíritu en tiniebla no podría brindárosla.
Os digo esto, porque muchos corazones temen las asechanzas de un espíritu tentador, al que han dado vida y forma los hombres según su imaginación.
Cuán erróneamente se ha interpretado la existencia del príncipe de las tinieblas.
Cuántos han llegado a creer más en su poder que en el mío, y qué lejos de la verdad han andado en ésto los hombres.
El mal existe, de él se han derivado todos los vicios y pecados.
Los pecadores, o sea los que practican el mal, existen, lo mismo en la Tierra que en otras moradas o mundos; mas ¿por qué personificáis todo el mal existente en un solo ser, y por qué lo enfrentáis a la Divinidad? Yo os pregunto: ¿Qué es ante mi poder absoluto e infinito, un ser impuro, y qué significa ante mi perfección vuestro pecado?
El pecado no ha nacido en el mundo; los espíritus al brotar de Dios, unos permanecieron en el bien, mientras que otros, al desviarse de ese camino, crearon uno distinto, el del mal.
Las palabras y las parábolas que en sentido figurado os entregaron como una revelación en los primeros tiempos, han sido erróneamente interpretadas por la Humanidad.
La intuición que los hombres tuvieron acerca de lo sobrenatural, quedó influenciada por su imaginación, y llegaron a formar alrededor de la fuerza del mal, ciencias, cultos, supersticiones y mitos que han llegado hasta vuestros días.
De Dios no pueden brotar demonios; a éstos los habéis forjado con vuestra mente.
El concepto que tenéis de ese ser que a cada paso me ponéis por adversario, es falso.
Yo os he enseñado a velar y orar, para que os libréis de tentaciones e influencias maléficas, que lo mismo pueden provenir de seres humanos, que de seres espirituales.
Os he dicho que sobrepongáis el espíritu a la carne, porque ésta es criatura débil que a cada paso está en peligro de tropezar si no veláis por ella.
El corazón, la mente y los sentidos son puertas abiertas para que las pasiones del mundo azoten al espíritu.
Si vosotros os habéis imaginado que los seres en tiniebla son como monstruos, Yo sólo los veo como criaturas imperfectas, a las cuales les tiendo mi mano para salvarles, porque también son mis hijos.
Vosotros preguntáis: -Maestro, ¿para aquéllos hay salvación?- Yo os digo: Hay salvación para todos, pero la paz y la luz llegarán a aquellos espíritus hasta que las tinieblas de la turbación se aparten.
¿Habéis sentido vosotros alguna vez piedad ante un hombre cuya razón extraviada le hace contemplar lo que no existe? ¡Cuánto mayor sería vuestro dolor si contemplaseis en el Más Allá a aquellos seres turbados que están mirando su infierno imaginario!
temas extraídos de las comunicaciones divinas de El Tercer Testamento
Consejos del mundo espiritual de luz acerca de los seres en tiniebla
CONSEJOS DEL MUNDO ESPIRITUAL DE LUZ ACERCA DE LOS SERES EN TINIEBLA
«En todos los tiempos ha existido en el Más Allá un número infinito de espíritus en diversas escalas, con diferentes grados de espiritualidad; los que se han encontrado en la parte más baja de la escala debido a su confusión, han tendido siempre a buscar a los seres humanos, abrumados por el peso de su materialismo.
«También podemos deciros que los seres en tinieblas, los espíritus enfermos, los espíritus obsesores, están saturados de influencias maléficas, influencias malsanas que depositan en los seres encarnados, enfermándoles a su vez.
«Esos espíritus faltos de evolución, manejan a las materias y ejercen un efecto de sugestión sobre todos aquellos que les dan cabida, a través de los hilos fluídicos que todo espíritu posee.
«Dios ha permitido que esos espíritus que necesitan de los hombres, desciendan entre ellos para experimentar y comprender muchas cosas, para restituir y hacer restituir a los demás.
«La mayor parte de los seres espirituales turbados, lo son porque todavía no se han dado cuenta de que se hallan ya en estado espiritual, conservan la creencia de que continúan en el mundo material y persisten en querer vivir como vivieron cuando eran seres humanos.
«Estando en espíritu, insisten en creer que son seres humanos, porque la impresión que la carne dejó en su espíritu fue muy profunda, muy intensa, debido a que vivieron sumergidos en el materialismo, en las pasiones, en el pecado y el fanatismo.
«La ignorancia que tuvieron en su vida terrestre, les envolvió el espíritu, y éste no tuvo fuerzas, al llegar la transición que llamáis muerte material, para despojarse de esa pesada carga, de ese pesado fardo.
«Esos espíritus son dignos de la más grande caridad, porque no están plenamente en el valle material, como estáis vosotros, ni tampoco plenamente en el valle espiritual, como estamos nosotros.
«Una gran parte de esos espíritus, viene en busca de consuelo, en busca de luz, de una mano que les ayude, de un afecto, de un corazón sensible.
«Esos espíritus materializados, necesitados y turbados, han rodeado siempre a la Humanidad, más aún en este tiempo del Espíritu Santo, en que Él, con Su divina llave de amor y de luz, ha abierto las puertas del más allá para dar paso a la comunicación de espíritus entre sí, y entre ellos y su Creador.
«Los espíritus necesitados descienden en este tiempo a las naciones, a los pueblos, a los hogares, invadiendo las comarcas, rodeando a los hombres y a todo ser viviente, y según sea lo que ellos contemplen y escuchen, será lo que reciban de la Humanidad.
«Si donde penetran es un antro de vicio, su turbación será mayor y no recibirán la luz; si donde penetran encuentran un ambiente de dolor y desesperación, no pueden recibir consuelo alguno.
«Mas, por el contrario, si ellos se acercan a hermanos con buenos sentimientos, con espiritualidad o con virtudes manifiestas, esos espíritus irán perdiendo su materialismo, sus malas tendencias y recibirán la luz que emana de aquellos espíritus encarnados.
«Si esos espíritus en tinieblas penetran en un ambiente de espiritualidad, de fraternidad, de oración y de fe, ahí reciben luz, razón, paz y fortaleza.
«Los espíritus necesitados en este Tiempo, saben que en el seno de la Humanidad vive Israel, el pueblo de Dios, aquél que ha llevado la marca del Padre en los tres Tiempos, el sello trinitario, la luz del Espíritu Santo; esas enormes legiones acuden presurosas entre vosotros para rodearos, no siempre con el deseo de recibir luz.
«¿Habéis practicado de una manera correcta tan delicada misión, hermanos míos?
Israel tiene el deber, en todos los tiempos, de dar luz a sus hermanos, hasta que el último de los espíritus la haya recibido plenamente.
«¿Qué luz podrá recibir un espíritu de parte vuestra, si no sentís la caridad que debéis impartir a ese necesitado? ¿Qué podréis entregar, si en el momento de practicar vuestra misión, no se ha sensibilizado vuestro corazón ni elevado vuestro espíritu, si no habéis meditado en lo que estáis haciendo, si os halláis materializados o dominados por las tendencias humanas?
«En vez de hablar con amor a esos espíritus, tomáis en vuestras manos las aguas que llamáis benditas y las esgrimís como látigos, y tomáis el nombre de Dios Todopoderoso para apartar a esos espíritus.
«¡Ah, hermanos míos! Lo único que lográis con todo ésto, es ofenderlos y desafiarlos, y por su misma turbación no son capaces de perdonar las ofensas; entonces se levantan contra vosotros, aún con más saña.
«En vez de entregar luz, habréis entregado confusión que es tiniebla.
«Os repetimos, la luz del espíritu es amor, paz, caridad, consuelo y fortaleza.
«Entre ellos, como sucede con los seres humanos, hay espíritus de índole diversa, y la misión que el Padre ha confiado a Israel en este Tercer Tiempo es la de dar luz a todos los espíritus, la luz espiritual que es razón, paz, consuelo, verdad y fuerza: en una palabra, la luz del amor.
«Cuando os encontréis rodeados de espíritus en tiniebla, sea en vuestro hogar, en vuestros caminos o en vuestra propia persona ¿cómo entregar en forma efectiva la luz a esos espíritus?
«A través de vuestra oración espiritual; después, a través de vuestra caridad y, más tarde, practicando la virtud, los buenos modales y la moral en vuestra vida, y ellos, que habitan con vosotros y que os miran incesantemente, al contemplar que sois más fuertes por la virtud que ellos por el mal, se irán doblegando, deponiendo sus malas inclinaciones al recibir la luz.
«No les arrojéis de vuestra vida y cuando fuese posible atraerles, hacedlo con amor, con caridad, y entonces formaréis en torno a vosotros, un ambiente de verdadera espiritualidad.
«Y esos seres, que se acercaron para probar vuestra fuerza y la Doctrina que practicáis, al verse iluminados por la luz de vuestro amor y de vuestra caridad, se convertirán en la barrera que os proteja, serán vuestro escudo, vuestros defensores y amigos en la vida humana; y cuando vuestro espíritu traspase los umbrales del más allá, se encontrará seguido y bendecido por esas legiones de espíritus que os recibirán con amor y paz, y vuestro espíritu se sorprenderá al contemplarlos tan llenos de luz, la luz que vosotros supisteis darles.
«La mayor parte de los seres espirituales turbados, lo son porque todavía no se han dado cuenta de que se hallan ya en estado espiritual, conservan la creencia de que continúan en el mundo material y persisten en querer vivir como vivieron cuando eran seres humanos.
«Estando en espíritu, insisten en creer que son seres humanos, porque la impresión que la carne dejó en su espíritu fue muy profunda, muy intensa, debido a que vivieron sumergidos en el materialismo, en las pasiones, en el pecado y el fanatismo.
«La ignorancia que tuvieron en su vida terrestre, les envolvió el espíritu y éste no tuvo fuerzas, al llegar la transición que llamáis muerte material, para despojarse de esa pesada carga, de ese pesado fardo.
«Esos espíritus son dignos de la más grande caridad, porque no están plenamente en el valle material, como estáis vosotros, ni tampoco plenamente en el valle espiritual, como estamos nosotros.
«Son seres que vagan en una situación muy penosa, mas aun dentro de su tristeza, el espíritu adquiere experiencia, evoluciona y alcanza a comprender que ha pasado a una vida distinta. Su postración no puede ser eterna y su turbación se puede apartar si se acercaran a un espíritu, a un corazón obediente de la Ley, a un labriego del Señor.
«Cuando un espíritu turbado se acerca a una de vuestras congregaciones y se asoma a la enseñanza del Padre, una tempestad tiene lugar en su espíritu y en un instante toma el control de sí mismo y se entera de que es un espíritu que pertenece a otra vida; desde ese momento se pone obedientemente bajo la conducción del mundo espiritual de luz.
«Pero no todos los espíritus alcanzan a perder su turbación en una sola ocasión y tendrán que regresar varias veces entre vosotros a aprender y a despejar su confusión.
«Después de 1950 proseguiremos entregando la luz, tanto en el valle espiritual como en el material y vosotros, en materia, llevaréis también la luz espiritual a todos.
«Y ¿en qué forma habremos de entregar la luz para entonces? Os volvemos a decir: con nuestro amor, con nuestra virtud, con la caridad y la luz que el Señor ha depositado en nuestro espíritu.»
temas extraídos de las comunicaciones divinas de El Tercer Testamento
Alerta para luchar contra las malas influencias. La invaluable ayuda del mundo espiritual de luz
ALERTA PARA LUCHAR CONTRA LAS MALAS INFLUENCIAS
Existe en vuestro espíritu la simiente de Jacob, a quien llamé Israel, que quiere decir fuerte. Aquel patriarca fue sometido por Mí a grandes pruebas para que diese grandes ejemplos. Yo le envié un ángel para que luchara con él, y el brazo fuerte del varón no se dejó vencer. Desde ese instante le nombré Israel, y por ese nombre fue conocido por la posteridad.
Mas si Yo os preguntase qué habéis hecho de aquella simiente espiritual que os transmitió Jacob, ¿entenderíais mi pregunta y sabríais responderme? A vuestro paso se han presentado mis ángeles para luchar contra vuestras imperfecciones y no les habéis sabido recibir. Os han sorprendido los seres en tiniebla y habéis sido débiles ante ellos.
Os vuelvo a interrogar: Dónde está la espada de Jacob, su celo y su fortaleza?
Os he concedido la presencia de los seres de luz en vuestra vida terrestre, para que os protejan, os ayuden y os inspiren. Ellos, que se encuentran más evolucionados que vosotros, descienden a cumplir un destino de amor, una misión de sembrar caridad y bálsamo entre sus hermanos.
Los seres en tiniebla o espíritus en estado de turbación, involuntariamente cumplen la misión de probar a los hombres en su fe, en su virtud, en su firmeza en el bien; y cuando al fin son vencidos por la fortaleza y perseverancia en el bien de aquél a quien han tentado, reciben la luz y renacen a la vida y al amor.
A vosotros, discípulos, os he dado sensibilidad para que podáis percibir la presencia de vuestros hermanos. El que no posee el don de videncia, tiene el de revelación o posee la facultad en su cerebro para recibir al mundo espiritual, o por lo menos tiene el don del presentimiento.
Pero os ha faltado mayor amor para desarrollar vuestros dones.
Por eso os aconsejo que viváis alerta, para que escuchéis la voz del pastor y de los guardianes que os cuidan, el lamento de las ovejas o los pasos del lobo que acecha entre la maleza.
No durmáis en este tiempo de asechanza y peligros, de abismos y tentaciones. Comprended que todo aquél que posea un don o la misión de dar luz espiritual, tendrá que ser asediado y perseguido de continuo.
No vengo a despertar prejuicios ni supersticiones en mi pueblo, vengo a fortalecer vuestra fe en la existencia de lo espiritual, para abrir vuestros ojos a lo eterno y entonces podáis mirar más allá de lo que es materia y para que sepáis que no todo lo que existe en el valle espiritual está envuelto en luz, porque también en lo invisible existen tinieblas que es preciso disipar e imperfecciones que es menester se transformen en elevada espiritualidad.
Un hombre entregado a una vida de pecado es capaz de arrastrar tras de sí una legión de seres en tiniebla, que harán que a su paso vaya dejando una estela de influencias maléficas.
Los hombres se han alejado de la senda que les marca su conciencia, han perdido la razón, se han apartado del sendero de la moral y de los buenos sentimientos.
No han querido detenerse a tiempo, no han meditado y van hacia el fondo del abismo que han labrado, al encuentro de las tinieblas.
Sin embargo, mi amor les ha perdonado sus faltas y mi luz ha tratado de detenerles, mostrándoles que van por un camino equivocado; pero mi Ley respeta el libre albedrío de que les he dotado, aunque mi justicia les dejará que recojan el fruto de lo que van sembrando en su vida.
Y cuando parezca que todo ha terminado para el hombre y que la muerte es la que ha vencido o que el mal es el que ha triunfado, de las tinieblas surgirán los seres a la luz; de la muerte resucitarán a la verdadera vida y del abismo del mal se levantarán a practicar la Ley eterna de Dios.
Un gran número de seres de luz velan por vosotros; el día que sepáis uniros en oración en pensamiento y en fe a ellos, experimentaréis en vuestra vida una fuerza invencible, una fuerza sobrehumana y nunca tropezaréis.
También en torno a los hombres vibra un mundo invisible de tinieblas y turbación; el día que estéis preparados para luchar contra sus asechanzas, sentiréis en vuestra vida una libertad y una paz desconocidas.
Sabed que una mente jamás dejará de recibir la vibración y la influencia de mi Divinidad y del mundo espiritual.
LA INVALUABLE AYUDA DEL MUNDO ESPIRITUAL DE LUZ
No temáis ser pocos y pequeños; junto con vosotros irá un ejército invisible de seres de luz, preparando camino, abriendo puertas para que paséis, derribando obstáculos y venciendo escollos.
Contra un mundo de tinieblas contaréis con ese mundo de luz; para vencer la influencia de la guerra contaréis con el ángel de la paz; contra la enfermedad, la peste y la muerte, tendréis con vosotros la caridad de aquellos seres invisibles, prestos a derramar sobre la Humanidad su bálsamo de caridad y de consuelo.
Jamás mis discípulos han sido desamparados por Mí; jamás han sido abandonados por aquellos seres que habitan en regiones de luz y armonía.
¿Quiénes inspiraron a algunos de mis discípulos del Segundo Tiempo para que recordasen la divina palabra de su Maestro y la escribiesen para herencia de todas las generaciones? ¿Quiénes conducían a mis discípulos por caminos desconocidos hacia lejanas ciudades? ¿Quiénes libraron a Pedro de su prisión mientras sus carceleros dormían y quiénes acompañaron a aquellos apóstoles de mi verdad en la hora suprema de su sacrificio? Los seres espirituales, vuestros hermanos, a quienes los hombres han llamado ángeles.
¡Oh, si vosotros supieseis el valor que aquella influencia tiene en vuestra vida! Seríais más dóciles, más humildes y más obedientes a sus llamados y a sus indicaciones. Pero sois criaturas de poca fe, porque quisieseis palpar y ver con vuestros sentidos corporales la vida espiritual; y como no lo habéis logrado, os habéis sentido defraudados en vuestra fe.
En verdad os digo que si fuese cierta vuestra fe, no necesitaríais palpar con los sentidos de la carne la presencia de lo espiritual, porque entonces sería el espíritu el que percibiría con su sensibilidad sutil aquel mundo que vibra sin cesar en torno de vosotros.
Sí, Humanidad; si vos os sentís distantes del mundo espiritual, en cambio aquellos seres no pueden sentirse lejanos de los hombres, puesto que para ellos no existen distancias, ni límites, ni barreras. Ellos viven dentro de lo espiritual y por lo mismo no pueden ser ajenos a la vida de lo seres humanos, cuyo más alto destino es el de la elevación y el perfeccionamiento de su espíritu.
temas extraídos de las comunicaciones divinas de El Tercer Testamento
Para dar luz a las tinieblas. El engañoso espejismo del materialismo
PARA DAR LUZ A LAS TINIEBLAS
Hasta ahora no habéis sabido la forma verdadera de hacer luz en los seres turbados o presas del remordimiento.
Esos seres buscan caridad espiritual, consuelo, amor, comprensión, mas, ¿cómo poder ofrecerles una ayuda espiritual? Mi palabra viene a ilustraros sobre la forma de hacer caridad a aquellos a quienes ni siquiera contempláis.
No confundáis la práctica de la verdadera espiritualidad que es comunión y acercamiento al Creador por medio del amor, de la caridad y del culto interior, con la práctica de aquellas ciencias por medio de las cuales profanan y materializan los hombres a los seres del más allá.
Para que esta Humanidad pueda defenderse y librarse de las malas influencias, necesita tener conocimiento de la verdad que la rodea; necesita aprender a orar con el espíritu y también saber de cuántos dones está revestido su ser, para poder emplearlos como armas en esta gran batalla del bien contra el mal, de la luz contra las tinieblas, de la espiritualidad contra el materialismo.
Cuánta discordia, cuánta confusión y dolor ha acumulado el hombre sobre sí. La falta de oración, de moral y de espiritualidad, han atraído a los seres impuros y turbados y ¿qué se puede esperar de los que han partido sin luz y sin preparación?.
Precisamente el mundo espiritual de luz trabaja y lucha preparándolo todo, para que el mundo llegue a encauzarse un día por la senda de la espiritualidad.
Reflexionad en todo esto y podréis imaginar lo intenso de esta lucha para vuestros hermanos espirituales que trabajan por la salvación de los hombres; lucha que es para ellos un cáliz en que les dais a beber a cada instante la hiel de la ingratitud, ya que os concretáis a recibir de ellos todo el bien que os hacen, pero sin poneros jamás de su parte para ayudarles en su lucha.
Pocos son los que saben unirse a ellos, pocos son los que saben ser sensibles a sus inspiraciones y obedientes a sus indicaciones; pero cuán fuertes caminan éstos por la vida, cuán seguros se sienten, qué goces e inspiraciones deleitan a su espíritu.
Si en verdad queréis hacer un bien a vuestros hermanos espirituales librándoos a la vez de sus malas influencias, deberéis orar por ellos, con oración sentida, plena de piedad y de elevados pensamientos.
Convertid con vuestra oración a los seres en tinieblas, que como ejércitos combaten y luchan mientras dormís. Daos cuenta de que en torno vuestro y sobre vosotros flota y se agita un mundo desconocido, donde la luz lucha contra las tinieblas en una guerra cuyo estruendo e influencia trastorna vuestro mundo, vuestro corazón y vuestra mente.
Por eso la tranquilidad y la paz también han huido del corazón de la Humanidad; mas bienaventurado el que sintiendo esa batalla, ora, porque él saldrá avante.
¿Estáis dispuestos a poner en práctica los conocimientos que en esta lección os doy? Ved que en ella no os estoy autorizando a que materialicéis en alguna forma a aquellos seres, por el contrario, os inspiro la forma de que les conduzcáis hacia la espiritualidad ofreciéndoles el ejemplo de una vida virtuosa y limpia, y a que apartéis de ellos sus confusiones y tinieblas por medio de vuestras oraciones, cuyos pensamientos e ideas hagan luz en sus entendimientos.
Vosotros que poseéis la luz, orad y tened caridad de ese mundo desconocido para vosotros y ayudadlo a liberarse y a encauzarse en la vida a que pertenecen; no huyáis de su presencia ni les temáis. Yo os acerco para que unidos oréis y vengáis a Mí.
Si sentís que en vuestra vida humana se manifiestan esos seres espirituales en alguna forma, presentadles buenos ejemplos y buenas obras, para que en ellas tomen luz para su espíritu.
Dejad que os vean sanar enfermos, que os contemplen perdonar a quien os haya ofendido, que vean brillar nobles ideas en vuestra mente, que sólo escuchen buenas palabras en vuestros labios.
Ayudad con vuestro ejemplo a esas legiones de espíritus desencarnados que viven materializados. Sentid cómo se acercan en demanda de oración y de consejos; no les rechacéis, hacedles salir de su estado de turbación, influid en ellos con vuestra caridad antes de que ellos influyan en vosotros.
Y aquellos que por vuestro amor alcancen la luz de mi enseñanza, llenos de gratitud se convertirán en abogados vuestros y os ayudarán en vuestro cumplimiento. Todo se desarrollará dentro de mis leyes de amor y justicia.
Amaos todos en Mí, aunque habitéis distintos planos espirituales. Perdonaos también.
A los que creyendo pertenecer a este mundo, vivan turbados y confundidos en su espíritu, ayudadlos con amor a salir de su gran error.
No uséis la violencia pero llenad de ternura y de compasión vuestro corazón para tratar a todos los seres.
También existen en lo espiritual enormes legiones de seres que no saben a dónde ir, ni qué pensar, ni qué hacer; son los que ha poco dejaron este mundo y aún no sienten el despertar de sus facultades y potencias latentes.
Por ellos, orad, que vuestra voz espiritual resonará en su espíritu y les despertará para que puedan encontrar el camino que Jesús les trazó desde el mundo con Su palabra y Su sangre en la cruz.
Los seres que se encuentran errantes por el espacio, luchando por alcanzar la luz de un mundo superior, son aquellos que conservan las miserias e imperfecciones que en ellos dejó la materia y la vida terrestre; luchan entre las dos fuerzas que les atraen, la espiritual y la material, porque aún sienten el apego y el amor por las satisfacciones de este mundo.
¿Cómo podrá perderse irremisiblemente para Mí un espíritu, si lleva en sí un destello de mi luz que jamás se extingue y doquier que vaya me tiene delante? Por muy larga que sea su reaciedad o muy duradera su turbación, nunca serán esas tinieblas más largas que mi eternidad.
Será muy agradable para vuestro espíritu ser recibido por ellos a vuestra llegada al valle espiritual, recibiendo muestras de gratitud por la caridad que les brindásteis y será grande vuestro gozo viéndoles inundados de luz.
Os he dado de mi luz con la que podréis iluminar a vuestros hermanos.
Con esa potestad desataréis, a imitación de Jesús, a los espíritus en tiniebla que encadenados y turbados se encuentran poblando el Universo.
Y esos seres, que se acercaron para probar vuestra fuerza y la Doctrina que practicáis, al verse iluminados por la luz de vuestro amor y de vuestra caridad, se convertirán en la barrera que os proteja, serán vuestro escudo, vuestros defensores y amigos en la vida humana; y cuando vuestro espíritu traspase los umbrales del más allá, se encontrará seguido y bendecido por esas legiones de espíritus que os recibirán con amor y paz, y vuestro espíritu se sorprenderá al contemplarles tan llenos de luz, la luz que vosotros supisteis darles.
EL ENGAÑOSO ESPEJISMO DEL MATERIALISMO.
La mayoría de los hombres luchan entre las dos influencias, sin decidirse por una, sin entregarse totalmente al materialismo, pero sin esforzarse por librarse de él para espiritualizar su vida, es decir, para elevarla por el bien, por el saber y la fuerza espiritual. Estos están en plena lucha interior.
Los que se han entregado íntegros al materialismo, sin preocuparles más la voz de la conciencia, y, desentendiéndose de todo cuanto se refiere a su espíritu, ya no luchan, han sido derrotados en el combate.
Creen haber triunfado, creen ser libres y no se dan cuenta de que están prisioneros y que será menester que las legiones de la luz vengan a las tinieblas, para que ellos sean puestos en libertad.
Este mensaje de luz lo envío a todos los pueblos de la Tierra, para que sea el despertar de los hombres, para que se den cuenta de cuál es el enemigo al que tienen que combatir hasta vencerlo y cuáles son las armas que, sin darse cuenta, llevan consigo.
temas extraídos de las comunicaciones divinas de El Tercer Testamento
El origen de las influencias del mal. Consecuencia de las malas influencias espirituales.
Aquella lucha entre ellos proviene de la diferencia de evolución en que unos y otros se encuentran.
Mientras los seres de luz elevados por el ideal del amor, de la armonía, de la paz y el perfeccionamiento, van regando de luz el camino de la Humanidad, inspirándole siempre el bien y revelándole todo aquello que sea para bien de los hombres, los seres que aún conservan el materialismo de la Tierra, que no han logrado despojarse de su egoísmo y de su amor al mundo o que alimentan por tiempo indefinido tendencias e inclinaciones humanas, son los que siembran de confusiones el camino de la Humanidad, ofuscando las mentes, cegando los corazones, esclavizando las voluntades, para servirse de los hombres, convirtiéndoles en instrumentos para sus planes o tomándoles como si fuesen sus propios cuerpos.
Mientras el mundo espiritual de luz lucha por conquistar el espíritu de la Humanidad para abrirle brecha hacia la eternidad, mientras aquellas benditas legiones trabajan sin cesar, multiplicándose en amor, convertidos en enfermeros junto al lecho de dolor, de consejeros a la diestra del hombre que lleva el peso de una gran responsabilidad, de consejeros de la juventud, de guardianes de la niñez, de compañeros de quienes viven olvidados y solos, las legiones de seres sin la luz de la sabiduría espiritual y sin la elevación del amor, también trabajan sin cesar entre la Humanidad, pero su finalidad no es la de facilitaros la senda hacia el reino espiritual; no, la idea de estos seres es opuesta completamente; es su intención dominar al mundo, continuar siendo dueños de él, perpetuarse en la Tierra, dominar a los hombres, convirtiéndolos en esclavos e instrumentos de su voluntad, en fin, no dejarse despojar de lo que han creído siempre suyo: el mundo.
Pues bien, discípulos, entre unos y otros seres existe una lucha intensa, una lucha que no contemplan vuestros ojos corporales, pero cuyos reflejos se hacen presentes día a día en vuestro mundo.
EL ORIGEN DE LAS INFLUENCIAS DEL MAL
Hay fuerzas invisibles a la mirada humana e imperceptibles a la ciencia del hombre, que influyen constante mente en vuestra vida. Las hay buenas y las hay malas, las hay de luz y también obscuras.
¿De dónde surgen esas influencias? Del espíritu, de la mente, de los sentimientos.
Unas y otras vibraciones invaden el espacio, luchan entre sí e influyen en vuestra vida; esas influencias lo mismo brotan de espíritus encarnados que de seres sin materia, porque lo mismo en la Tierra que en el Más Allá existen espíritus de luz así como turbados.
Los espíritus en tiniebla, cruzándose en el camino espiritual de la Humanidad, la confunden induciéndola a la idolatría, al paganismo, al fanatismo.
CONSECUENCIA DE LAS MALAS INFLUENCIAS ESPIRITUALES
En verdad os digo que existen en el valle espiritual muchos espíritus en tiniebla, sembradores de discordias, de odios y perversidad; existen multitudes de espíritus cuya influencia alcanza a los hombres al transmitirles malos pensamientos e inducirles a malas obras.
Pero esos seres no son demonios, son seres imperfectos, turbados, confundidos, oscurecidos por el dolor, por la envidia o por el rencor.
No os asombréis si os digo que su naturaleza es la misma que tiene vuestro espíritu y la misma que tienen aquellos seres llamados ángeles por vosotros.
¿Por qué no llamáis demonios a los malos hombres que habitan la Tierra, si ellos también os tientan, si también os inducen al mal y os apartan del camino verdadero? Ellos, como los seres turbados del espacio, también son espíritus imperfectos, pero que han alcanzado poder y fuerza, porque se ha apoderado de ellos un ideal de grandeza.
En verdad os digo que ni entre los que habitan en la Tierra, ni en los que se encuentran en espíritu tengo enemigos.
No existe uno que se dedique a odiarme, a blasfemar contra Mí, o a apartar de la buena senda a sus semejantes por el solo placer de ofenderme.
Quienes apartan a los hombres de la fe, quienes borran del corazón de sus hermanos mi nombre y quienes luchan contra lo espiritual, no lo hacen por ofenderme, lo hacen porque así conviene a sus ambiciones terrestres, a sus sueños de grandeza y de gloria humana.
A similitud de eso acontece con los seres del Más Allá que no han despertado a la luz que eleva por el camino del amor.
Ellos han tratado de ser grandes por la ciencia simplemente, y cuando influyen en sus hermanos y los apartan de la buena senda, no es con el fin de causarme un dolor, de rivalizar con mi poder, de gozarse en el triunfo del mal sobre el bien; no, el móvil, aunque malo, no es el de ofenderme.
¿Cómo podéis estar pensando toda la vida en que frente a Mí se encuentra un poderoso adversario que a cada paso me arrebata lo que es mío?
¿Cómo concebís que Yo hubiese puesto en la senda de los hombres a un ser infinitamente más poderoso que ellos, para que les estuviese tentando sin cesar y que al final los empujase a la perdición eterna?
¡Qué mal pensáis de Mí y de mi justicia, los que decís conocerme y amarme!
Ciertamente los malos tientan a los buenos, los fuertes abusan de los débiles, los injustos escarnecen a los inocentes y los impuros violan lo que es puro.
Pero son tentaciones que aquél que las encuentra las puede rechazar, porque posee armas y escudo para luchar y defenderse.
Su espada es la conciencia y tras ella están la moral, la fe y la razón, para no dejarse seducir por las malas influencias; y no solamente debe hacer eso, sino también sembrar la virtud con sus obras, contrarrestando en todo lo posible al mal; si ve que hay quienes siembran perdición, vicios y destrucción, levantarse a sembrar luz, a salvar al perdido, a levantar al que ha caído.
Es la lucha del bien contra el mal y de la luz contra la tiniebla, lucha indispensable para escalar y alcanzar las alturas de la perfección.