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1950 – El inicio de la etapa de la comunicación de espíritu a Espíritu

¿Cuándo cesará la comunicación por el entendimiento humano para dar paso a la comunicación de espíritu a Espíritu?

Todo el pueblo Espiritualista Trinitario Mariano sabe y está de acuerdo en que fue en el año de 1866, cuando se abrió el Tercer Tiempo al abrirse también el Sexto Sello, y que fué en el año 1884 cuando se inició la etapa de la comunicación divina por medio del entendimiento humano de los portavoces, hombres y mujeres, siendo Damiana Oviedo la doncella escogida por el Padre para ser Su primera portavoz.

Y todo el pueblo sabe que el Padre anunció, desde aquel entonces y por múltiples portavoces, el inicio de la etapa de la comunicación del espíritu de Sus hijos con el Espíritu divino, una vez que cesara la comunicación por medio del entendimiento humano de los portavoces.

Pero aún hoy, no todos están de acuerdo respecto a cuando es que esta etapa habría de cesar, a pesar de que el Padre marcara esa fecha inexorable de manera repetida en todos los recintos.

De hecho, todavía en algunos recintos espiritualistas (cada vez más escasos) llamados «templos» por sus componentes, se continúa con la práctica de creer paso, muchas veces de buena fe, a la comunicación espiritual a través del entendimiento humano, mientras que la enorme mayoría de discípulos de las enseñanzas divinas del Tercer Tiempo, practica, desde 1950 y siguiendo las órdenes perfectas de la Divinidad, la comunicación de espíritu a Espíritu tanto con el Espíritu divino como con María, la Madre Celestial así como con Elías y el mundo espiritual de luz.

¿Por qué esta diferencia tan fundamental en la práctica de algo tan elevado como es el culto divino?

¿Por qué para algunos,a pesar de estar ya en el siglo 21, no se ha iniciado -al menos aparentemente- la etapa de la comunicación anunciada, de espíritu a Espíritu?

Los Hechos

ANTECEDENTES

Así como en el Primer Tiempo, la etapa de comunicación divina por medio de Moisés tuvo que cesar, y en el Segundo Tiempo se diera la partida de Jesús, en el Tercer Tiempo también habría de llegar la partida de la comunicación del Espíritu Santo a través de portavoces humanos, para dar paso a la comunicación de espíritu a Espíritu que es la forma perfecta de comunicación, ya que ésta, siendo sublime y totalmente espiritual, se proyecta hacia la eternidad.

En Exodo 16:22 está escrito: «En el sexto día recogieron doble porción…», simbolizando el maná la palabra divina y el sexto día el Sexto Sello; y en el capítulo de Zacarías donde viene profetizada la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén (Zacarías 9:9), se profetiza lo que habría de suceder también en el Sexto Sello: «Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble…» (Zac. 9:12)

Si vemos que la vida de Jesús tuvo una duración de 33 años, es fácil deducir que esa doble porción a la cual hacen referencia las profecías equivalen a 66 años, mismos que durara la comunicación del Rayo divino por medio de los portavoces, contados a partir de 1884, fecha de Su primera comunicación por medio de Damiana Oviedo, hasta el final de 1950, cuando Sus comunicaciones eran recibidas por múltiples portavoces en innumerables recintos.

Y si se analiza con cuidado, se verá que una etapa ha dado paso a la otra; el Divino Maestro así se lo explicó a Sus apóstoles: «Voy pues, a preparar lugar para vosotros» (Juan 14:2)… y en verdad, si Él no hubiera primero partido, en Pentecostés no se hubiera dado la llegada del Espíritu Santo, simbolizado en lenguas de fuego.

Si no cesara la comunicación por el entendimiento humano ¿cómo entonces habría de dar inicio la etapa de comunicación de espíritu a Espíritu, que es la forma perfecta de comunicación?

Pero el hecho es de que ¡ésta se inició desde el año de 1950!

EN EL TERCER TIEMPO

Desde la primera cátedra entregada a través de Damiana Oviedo (léela presionando aquí), el 11 de Mayo de 1884, y en concordancia con los profetas de Israel, el Señor anunció que «…a mediados del siglo venidero, surgirá la batalla de ideas, porque mientras unos despierten a la verdad, otros querrán permanecer en su fanatismo y se aferrarán a sus tradiciones y combatirán unos contra otros.»

En otra de las primeras cátedras entregadas en la casa de oración de Damiana Oviedo el Señor anunció: «De cierto que para el año de 1950, tiempo en que levantaré para siempre esta forma de entregaros mi palabra, los recintos como éste se habrán multiplicado por doquier, mi Verbo resonará en todos ellos y habrá millares y millares de labriegos. El eco de mi palabra y la fama de mi presencia habrán penetrado en los hogares más humildes y en los suntuosos palacios y los extranjeros vendrán de los distintos países de la Tierra a inclinar su cerviz y convertirse en mis labriego. Después de mi partida, los portavoces se dividirán los unos a los otros. Todo lo contempla mi mirada.» (Cátedra divina recibida por Damiana Oviedo en 1888)…

Y continuamente, en numerosas cátedras posteriores en los años siguientes y ya por todos los múltiples y distintos portavoces en todo México, incluídos el Templo del Mediodía y el Templo de la Fe, el Señor anunció que sería el 31 de Diciembre de 1950 la fecha inexorable del término de la comunicación de Su rayo divino por medio del entendimiento humano, para poder dar paso a una etapa más elevada y de más profunda espiritualidad: la comunicación de Espíritu a espíritu, donde a semejanza de como sucede con los ángeles, el Señor habría de conversar con cada uno de Sus hijos, los hombres, por medio de la conciencia y de los dones espirituales desarrollados.

El mundo espiritual de luz, una y otra vez, le recordaba al pueblo del mandato del Señor, e incluso, en el año de 1948, el Señor marcó en el Templo de la Fe, a 7 emisarios para que fueran a todos los recintos a recordarle a Su pueblo que la fecha determinada por Su sabiduría para el cese de la comunicación divina por esta forma se acercaba a grandes pasos.

Y ese tiempo llegó, y tal como el Señor profetizara, hubo una gran lucha entre quienes dieron el paso hacia esa nueva etapa ordenada por el Padre y aquellos que, como sucediera antes, tanto con Moisés a las faldas del Sinaí como en la época de Roque Rojas, se aferraban a prácticas y tradiciones atrasadas y materializadas.

A pesar de las múltiples enseñanzas divinas que anunciaban el cese de la comunicación por el entendimiento humano, y de que el mundo espiritual de luz así como Elías, nuestro Pastor espiritual, advirtieran en numerosas ocasiones al pueblo en absolutamente todos los recintos espiritualistas acerca del final inexorable de la etapa de la comunicación por el entendimiento humano, hubo guías que, por razones que solo al Padre le toca juzgar, dividieron al pueblo diciéndole que ¡el Señor había cambiando de opinión! atendiendo los ruegos de quienes no soportaban que se terminara esa etapa, y que esta continuaría indefinidamente.

Esto, por supuesto, pasa por alto que Dios es inmutable (no cambia), es sabio (todo lo sabe, nada le puede tomar por sorpresa), y es perfecto (no existe error alguno en Él).

¿Sería posible entonces que Dios, actuando como si ignorara que parte de Su pueblo iba a negarse a Su partida por el entendimiento humano, cambiara de opinión y cometiera el error de profetizar una y otra vez algo que finalmente no habría de suceder?

¿Sería posible que Dios actuara como los gobernantes humanos, quienes cambian de opinión, ignoran lo que ha de suceder y cometen errores?

Ahora, décadas después de ésto, muchos recintos y muchos párvulos espiritualistas de buena fe como tú, a quienes se les han ocultado las primeras cátedras de Damiana Oviedo conteniendo las profecías acerca del fin de la etapa de los portavoces, continúan en su mayoría con total inocencia, prácticas y creencias que aprendieron de quienes les antecedieron, las cuales contradicen y niegan las órdenes divinas.

Lee por favor, estos párrafos de algunas de las muchas enseñanzas que hablan de ésto, entregadas en absolutamente todos los recintos de entonces (incluyendo el Templo de la Fe y el del Mediodía):

«Rebaño mío, sois vosotros los indicados para llevar la Buena Nueva a las naciones, tenéis que ir a las distintas comarcas y a los distintos pueblos para anunciarles que el Divino Maestro, como Espíritu Santo, una vez más ha descendido entre la Humanidad en cumplimiento de Su palabra.

«Desde el primer entendimiento del cual me serví para esta manifestación, os dije que esta comunicación divina iniciada en 1884 tendría su término en 1950, y que después de ese año no quedaríais huérfanos, porque mi presencia sería sentida más próxima, si sabíais prepararos.

«Las nuevas generaciones ya no me escucharán bajo la forma que ahora presenciáis, porque el término señalado por Mí en que dejaré de manifestarme así se acerca, es 1950. Hasta el último día de ese año postrero os daré mi palabra en esta forma, os hablaré incansablemente, os animaré y Mi voz dulcísima, plena de esencia y de luz, llegará como un torrente sobre Mi pueblo.» (Cátedra del Divino Maestro entregada en 1942)

«Mi comunicación, si la analizáis a fondo, no cesará en 1950, sino que seguirá, porque el Verbo de Dios es eterno y nunca ha cesado de iluminar a sus hijos; mas esta forma de comunicación por medio de un portavoz humano, sí dejará de ser en la hora fijada por mi voluntad, para dar paso al tiempo en que habré de comunicarme a través de vuestra conciencia.

» Todos, desde las congregaciones más antiguas, hasta los que comienzan a reunirse en los recintos más recientes, han escuchado de Mí, que esta comunicación cesará al finalizar el año de 1950, que es mi voluntad divina que así sea, y que el pueblo en ninguna forma deberá oponerse a lo dispuesto por el Padre.

«Pretender hacerme esperar un tiempo más entre vosotros sería necio, sería negarle al Padre Su perfección y Su justicia y sería negar que he sido Yo, el inmutable, quien os ha hablado.

«Os digo esto porque, aunque en estos instantes ninguno se siente capaz de consumar esa profanación, Yo sé que en los momentos decisivos, en la hora amarga y triste de mi despedida, no faltará un traidor en mi mesa, un débil que arroje lejos de sí el pan que por mucho tiempo lo alimentó y con un falso beso de amor me entregué al escarnio y a la burla de la Humanidad.

«¿Quién creéis que se comunique por estos entendimientos, cuando haya cesado el tiempo de mi comunicación? ¿Por ventura queréis hacerme partícipe de vuestra desobediencia?

«Pensad que una desobediencia vuestra, originaría más tarde la confusión entre la Humanidad; que una profanación de tal magnitud fomentaría el caos entre las multitudes, nadie creería en mi manifestación como Espíritu Santo, todos perderían la fe.

«Desde ahora os digo que los que quieran hacer creer que me sigo comunicando por su conducto, después del tiempo fijado por Mí, serán negados y llamados impostores y quien se comunique por sus entendimientos será llamado falso Cristo; y los videntes que hiciesen causa común con aquel engaño, serán llamados falsos profetas.»(Cátedra del Padre entregada en 1949)

«No se oirá mi palabra como la oyó Moisés en el Sinaí, materializada en el estruendo de la tempestad, ni humanizada como en el Segundo Tiempo en labios de Jesús, ni tampoco a través de portavoces humanos como la habéis escuchado del Espíritu Santo en este tiempo. Todo el que se prepare alcanzará la comunicación de espíritu a Espíritu, que no será privilegio sólo de algunos.

«¿Veis cuántas multitudes me rodean en este tiempo de comunicación? Pues Yo os digo que después de 1950, pocos serán los que me sigan.

«Nadie diga que voy a ausentarme, ni crea que el mundo espiritual que se ha manifestado entre este pueblo va a su descanso, porque estaríais muy lejos de la verdad.

«Sabed desde ahora, y tened fe en lo que os digo, que será en los días en que ya no escuchéis esta palabra cuando comencéis a sentir en vuestro interior la presencia del Maestro, cuando comprendáis la preparación que deberéis conservar para haceros dignos de alguna gracia y cuando busquéis la forma de no alejaros de aquellos benditos seres que son como faros o estrellas que iluminan el camino de vuestra vida.» (Entregada por el Divino Maestro en 1948)

«¡Cuánto dolor han causado a mi corazón los siervos que no han comprendido mi Ley, y cuánto dolor están causando aquéllos que, habiéndoles preparado y entregado, hoy han dado cabida a la duda, a la incertidumbre, han dicho por su incomprensión y egoísmo que Yo he de permanecer un tiempo más entre el pueblo comunicándome en esta forma que no es la más elevada, que va a descender una vez más mi Rayo Universal, según su voluntad humana y que yo me seguiré manifestando por un tiempo largo! Por eso os he dicho: ¿Cuándo he manifestado indecisión, incertidumbre o doble voluntad en mi palabra? ¡Nunca, en verdad, porque dejaría de ser vuestro Dios y vuestro Creador!

«Ahora os digo a vosotros: En el año de 1950 se levantarán los que desobedecerán mi palabra y me llevarán a consumar nuevamente el sacrificio, que será la desobediencia y desconocimiento entre vosotros mismos. Entonces diré como en aquel tiempo: «Yo deposité la simiente en estos corazones y ella florecerá y de sus frutos comerán las naciones, que conocerán mi palabra conservada en los escritos.

«Se levanta la voluntad humana diciendo que mi Verbo divino no cesará de comunicarse a través del entendimiento humano, que aún mi rayo Universal descenderá para comunicarse un tiempo más después de 1950 por conducto de los portavoces.

«¡Grave error y grande falta han cometido los espíritus encarnados en esas materias, porque han olvidado que Yo soy la perfección! Han olvidado que Yo soy la Ley inexorable, han olvidado que mi palabra es de rey y no vuelve atrás; porque os he dicho que antes dejaría de alumbrar el astro rey, que mi palabra no se cumpliere en el Universo.

«Y Yo os he profetizado, os he marcado un tiempo para el final de mi comunicación a través del entendimiento humano y ello será efectivo. Mas también os he dicho que no os abandonaré, que Yo contemplaré vuestra preparación y escucharé la oración de los discípulos, de aquellos a quienes en el último instante he de entregar las últimas órdenes para que ellos lleven la orientación y sepan aprovechar hasta el último instante de vida que Yo les conceda en este mundo para preparar las nuevas generaciones, para que dejen preparada esta Tierra con amor, comprensión y caridad. Yo prepararé los caminos por los cuales va a transitar mi pueblo amado.» (Entregada por el Señor Gran Dios Jehová al final de 1950)

¿Quién se está comunicando?

LA LUMINOSA VERDAD

Muchos párvulos espiritualistas trinitarios marianos que llegaron a la Doctrina después de 1950 y que asisten a un recinto donde todavía el portavoz entrega cátedras cada domingo naturalmente se preguntarán: «¿Cómo puede ser ésto? A través de esas comunicaciones he aprendido muchas cosas, recibido mucha luz y mucho conocimiento espiritual…si ya cesó la comunicación divina por el entendimiento humano, entonces ¿quién se está comunicando?»

Atrapados entre su lealtad hacia los guías y facultades quienes les guiaron hacia la Obra Espiritualista Trinitaria Mariana, y el sorprendente conocimiento de la verdad de que esas prácticas son en realidad, desobediencia hacia ese Dios Padre amoroso a quien dicen rendirle culto, muchos inocentes se desconciertan. Y se preguntan: «Si el Señor levantó Su comunicación en 1950, ¿quién se está comunicando por el portavoz y las facultades? Muchas veces he recibido consejos que me han ayudado…¿cómo puede ser ésto tiniebla?»

Y aquí cabe hacerse la pregunta: ¿Por ventura el Señor abandonaría a Sus ovejas, cuando muchas de ellas son inocentes y asisten de buena fe a esos recintos en busca de luz y de elevación espiritual? Ciertamente que no.

Pero sin contravenir a Sus mandatos, en Su inmenso amor el Señor ha permitido que los portavoces que trabajan en esos recintos, muchos de ellos inocentes a quienes se les ocultó la verdad, entreguen con devoción y respeto repeticiones de las enseñanzas que durante años fueron recogidas en los múltiples recintos en los cuales realmente se manifestó el Rayo Divino. Esas repeticiones son sencillamente la resonancia eterna del eco de las palabras de nuestro Padre, porque lo divino no puede morir, y esas palabras divinas vibran eternamente en todos los valles y todas las moradas.

Basta para comprobar esto, revisar la versión compendiada del El Libro de la Vida Verdadera, parte fundamental de El Tercer Testamento, donde están escritas gran parte de dichas enseñanzas, aunque la versión completa consta de 12 tomos. El párvulo espiritualista que asiste a esos recintos que quedaron estacionados en prácticas que pertenecen a una etapa ya terminada, podrá constatar lo que aquí se asevera, y con asombro podrá darse cuenta que esa cátedra que apenas el domingo anterior aparentemente el portavoz recibió, se encuentra, en su totalidad, escrita en esos libros publicados desde el año 1962.

La advertencia precisa respecto a todo cuanto sucedió, la dió el Padre desde hace mucho tiempo así como la explicó con toda claridad el mundo espiritual de luz desde mucho antes que llegara 1950:

«Preparaos, mi pueblo, y no os dejéis sorprender por los malos guías, no dejéis que ellos os presenten su ley, porque contemplo que ocultan mi enseñanza y sólo dan a conocer la suya y se han levantado lucrando con mi Obra y la muestran llenas de misterios y materialismo.»

«¿Véis cuántas multitudes me rodean en este tiempo de comunicación a través del entendimiento humano? De cierto os digo que después de 1950, pocos serán los que me sigan.»

«Hoy no sabéis lo que os digo, más entonces lo comprenderéis».

«Veo en algunos la intención de continuar invocando al Mundo Espiritual de Luz y a otros, con la esperanza de que se revoque mi determinación, mas no concederé a unos ni a otros los que me piden, no porque Yo no me conmueva ante la petición de ellos, pero la hora está marcada y mis designios son perfectos, sabios e irrevocables.»

«Lo mismo sucedió en el Segundo Tiempo, cuando estuve en Jesús entre vosotros. Jesús fue seguido por grandes multitudes que lo amaban profundamente. No había nada para aquellos discípulos que no fuera el oir su Maestro predicando su divina enseñanza, mas Él les decía: «La hora se acerca y es preciso que retorne al lugar donde he venido.» Aquellas palabras entristecían a los discípulos y a medida que la hora se acercaba, Jesús repetía con mayor frecuencia aquel anuncio, hablaba de su partida.»

«Entonces, como a similitud de ahora, el Espíritu Divino estaba anunciando en esas palabras el final de una etapa y el comienzo de otra».

«Desde 1866 hasta 1950, todo cuanto os he revelado por este conducto podéis encontrarlo en el Libro de los Siete Sellos, y todos los acontecimientos de esta Humanidad confirman lo que escrito está en él. Siempre me he comunicado con mis hijos. Ahora tenéis esta forma que presto desaparecerá de entre vosotros.»

La Comunicación de espíritu a Espíritu

«Nueva forma de comunicarme vendrá: La forma perfecta de Espíritu a espíritu. La comunicación espiritual alcanzará alto grado de perfección entre los hombres, pero su grado máximo lo tendrá cuando hayáis dejado el mundo y la envoltura. A través de este don muchos misterios seguiré esclareciendo, nuevas y grandes revelaciones os haré. Por el sendero de la espiritualidad penetrarán los hombres, y en esa senda hallarán la luz para sus empresas, para sus misiones, para sus cargos y para su ciencia.»

«Por medio de la comunicación de espíritu a Espíritu seré interrogado, buscado por todos; por ese medio Yo hablaré e inspiraré a mis hijos. Bienaventurado aquél, os digo en este día, que me busque por medio de esta gracia con humildad, con mansedumbre y con respeto, porque él encontrará en Mí una fuente pródiga e inagotable de luz, de revelación, de beneficio.»

«¡Ay de aquel que en mala forma me busque, porque Yo le tocaré para hacerle comprender su error, y si aún fuese necio, entonces se comunicará solamente con la luz aparente, que es tiniebla y es tentación!»

El Ineludible Deber de Espiritualizarnos

¿QUÉ DEBO HACER?

Todos somos parte del mismo pueblo y no debe haber diferencias ni distingos entre nosotros.

Por tanto, la unificación en torno a los mandatos perfectos del Señor es absolutamente necesaria.

Si tú, hermano espiritualista trinitario mariano, después de elevarte y someterte a la verdad tomas consciencia de que debes continuar en tu progreso espiritual, practicando tus dones, tus virtudes y la comunicación de espíritu a Espíritu, es menester que continúes analizando y viviendo las enseñanzas divinas.

Al hacerlo, irás abandonando poco a poco esas cadenas de materialidad y fanatismo que ha atrasado a una parte del pueblo del Señor, recuperando el paso y uniéndote a quienes como tú, se han dado cuenta que una Obra espiritual es precisamente eso, espiritual.

El Espiritualismo Trinitario Mariano no es una religión más, y no es digno que quienes dicen profesarla conserven prácticas que el Señor aborrece, como puedes ver en Oseas 6:6:

«Porque misericordia quise, y no sacrificio; y conocimiento de Dios más que holocaustos»

Y respecto al concepto equivocado que muchos tienen, llamando «templos» a las casas de oración:

(Isaías 66:1) Jehova dijo así: El cielo es mi solio, y la tierra estrado de mis pies: ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde este lugar de mi reposo?

Porque si desde hace casi 2,000 años el Divino Maestro le dijera a la samaritana: «Dios es espíritu», y anunciándole esta época le dijo: «Vendrán los verdaderos adoradores del Padre, quienes le adorarán en espíritu y en verdad», entonces el pueblo espiritualista trinitario mariano tiene el ineludible deber de dejar atrás prácticas materializadas, indignas del verdadero pueblo de Dios.

La Oración Espiritual


Existe un lazo entre el Padre y sus hijos que jamás se puede romper, y ese lazo es la causa de que exista la comunicación entre mi Espíritu divino y el de todos vosotros.
 

La oración es el medio espiritual que he inspirado al hombre para comunicarse con mi Divinidad, por eso ella se manifestó desde un principio en vosotros como un anhelo, como una necesidad del espíritu, como un refugio en las horas de prueba.

Pueblo: El tiempo en que debéis orar ha llegado entre vosotros. Hoy no vengo a deciros que os postréis en tierra; no vengo a enseñaros a que oréis con vuestros labios o que me claméis con palabras floridas en oraciones hermosas en lo material. Buscadme con el pensamiento, elevad vuestro espíritu y siempre os haré sentir mi presencia.

Si no sabéis hablar con vuestro Dios, me bastará el arrepentimiento, vuestro dolor, vuestro amor.

Este es el lenguaje que Yo escucho , el que Yo entiendo; el lenguaje sin palabras, el de la verdad y la sinceridad. Esa es la oración que he venido a enseñaros en este Tercer Tiempo.

El poder de la oración espiritual

La oración debe ser para vosotros algo más grande y poderoso que repetir las palabras aprendidas de memoria con las que nada alcanzáis si no tenéis elevación espiritual. No acostumbréis a orar únicamente con palabras, orad con el espíritu. También os digo: Bendecid con la oración, enviad pensamientos de luz a vuestros hermanos, no pidáis nada para vosotros, recordad que quien se ocupe de lo mio, siempre me tendrá velando por él.

Por la oración se logra la paz, se adquiere sabiduría , se obtiene salud, se comprende lo profundo, se ilumina la mente y se fortalece el espíritu.

Orar con el espíritu, no con la materia.

El que sabe orar de espíritu a Espíritu se siente acompañado en todas partes, no así el que busca formas e imágenes porque necesita ir a donde están ellas para percibir su presencia y sentirse seguro.

Todas las horas y todos los sitios pueden ser propicios para orar y meditar, nunca os dije en mis enseñanzas que hubiesen lugares o momentos destinados a ello.¿Por qué buscar en el mundo lugares determinados para orar siendo vuestro espíritu más grande que el mundo que habitáis?

¿Qué es la oración espiritual?

Me preguntáis en qué consiste la oración y Yo os digo: En permitir que vuestro espíritu se eleve libremente hacia el Padre, en entregaros con plena confianza y fe en aquel acto, en recibir en el corazón y en la mente las sensaciones recogidas por el espíritu, en aceptar con verdadera humildad la voluntad del Padre. El que ora de esta manera goza de mi presencia en cualquier instante de su vida y jamás se siente menesteroso.

Cuando al orar me interroguéis o me pidáis, no os esforcéis en tratar de explicarme con claridad las frases mejor construidas; a Mí me basta con que vuestro espíritu se desprenda del mundo en ese instante y que deje limpios el corazón y el entendimiento, para que ellos puedan recibir mi inspiración. ¿De qué os servirá decirme muy bellas palabras si no sois capaces de sentir mi presencia en vuestro interior?

Cuando la petición es elevada y verdadera, sobreviene la parte más importante de la oración: El éxtasis. Es en ese éxtasis donde se escucha la voz de la conciencia, en donde, se hace transparente lo impenetrable y se ilumina la obscuridad. Es cuando se logran despertar los sentidos superiores, surgen la intuición, la inspiración brilla y el futuro se presiente.

Es a través del éxtasis como el espíritu comprende su grandeza y percibe todo lo que aun le falta por conocer. Es en ese instante en el que los dones se agigantan y surgen las más grandes revelaciones, es cuando el espíritu regresa a su casa y está en los brazos de su Padre, entonces la oración se convierte en una verdadera comunión en la que el espíritu habla y escucha, pide y recibe. Es cuando el hombre en cumplimiento de las profecías, ha alcanzado la comunicación de espíritu a Espíritu.

Cuando el hombre logra la oración perfecta, cuando logra comunicarse espíritu a Espíritu con su Padre, comprende el por qué de su existencia, el motivo de las pruebas, comprende su misión como espíritu y se ilumina su entendimiento.

Cinco minutos para orar, toda una vida para cumplir

No os déis por satisfechos creyendo que con orar habéis cumplido vuestra misión. Yo sólo os pido cinco minutos de oración para que el resto del tiempo lo dediquéis a luchar por la vida material y cumplir dentro de ella con los deberes de vuestro espíritu, sembrando entre vuestros hermanos la simiente de amor y caridad con vuestras obras.

Orad más con el espíritu que con la carne. Para salvarse no basta un instante de oración o un día de amor, sino una vida de perseverancia, de paciencia, de obras elevadas, de acatamientos a mis mandatos.