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El Final del Sexto Sello

Este artículo pertenece al tema de Las Profecías Cumplidas. Parte 7 de 7

Siguiendo con el análisis de las profecías cumplidas, la Revelación o Apocalipsis de Juan, nos lleva hasta los capírtulos 15 y 16, para continuar con el análisis de las señales que corresponden al Sexto Sello (en el cual nos encontramos actualmente), y que como analizamos en momentos anteriores, fue abierto en 1866, con el regreso prometido del Profeta Elías. En estos capítulos, el apóstol hace una recapitulación de todos los acontecimientos profetizados para el Sexto Sello, y nos prepara para aquellos que serán el preámbulo para la apertura del Séptimo Sello, el cual será abierto a la Humanidad cuando las señales sean cumplidas.

Tratándose precisamente de profecías que son una recapitulación de los acontecimientos de que muchos ya hemos sido testigos en estos tiempos, el análisis de estos dos capítulos es mucho más claro, y por ello, solamente haremos una sinópsis muy concreta de cómo han sido y seguirán siendo cumplidas las señales que a ellos se refieren:

Vi en el cielo otra señal, grande

y admirable: siete ángeles que

tenían las siete plagas postreras;

porque en ellas se consumaba la ira

de Dios.


Apocalipsis 15:1



A pesar de que nos encontramos en la recta final en lo que al cumplimiento de las profecías señaladas para este Sexto Sello se refiere, muchos incrédulos siguen haciendo este comentario: ¡Siempre ha habido catástrofes en el mundo, siempre ha habido hambre y epidemias, los elementos siempre han dado muestras de su presencia! En efecto, el medio ambiente siempre nos ha recordado las consecuencias del mal uso que hacemos de todos nuestros recursos; mas nunca como ahora, las voces de todos los elementos se habían conjuntado en un concierto de destrucción y muerte como el que estamos presenciando; nunca la enfermedad había hecho presa del hombre manifestándose de tantas maneras diferentes; nunca había sido tan grande el abismo entre las familias y los pueblos y nunca el demonio de la violencia había hecho presa de los hombres al grado de atrapar ya sin miramiento incluso a las mujeres y los niños. Si después de hacer un análisis de todo esto, hay quien siga pensando que nada de esto tiene que ver con el cumplimiento de las profecías, le sugerimos que lea lo siguiente:


Vi también como un mar de vidrio

mezclado con fuego; y a los que habían

alcanzado la victoria sobre la

bestia y su imagen, y su marca y el

número de su nombre, en pie sobre


el mar de vidrio, con las arpas de Dios……..

Apocalipsis 15:2


Al mismo tiempo que las catástrofes provocadas por el hombre van haciendo presa del género humano, y las pruebas se tornan cada vez más cruentas y difíciles, el pueblo de aquellos escogidos que han sido llamados por el Señor se alista para la lucha. Son los que han logrado vencer a la bestia elevándose sobre sus propias pasiones, aquellos que han traído a la Humanidad la buena nueva de la palabra del Señor en este tiempo y que han sido fundidos metafóricamente en el mar de vidrio mezclado con fuego que contemplara Juan, el cual, es el símbolo de la Ley Divina, que es profunda como el mar, y cuando se penetra en ella, se descubre un mundo maravilloso lleno de sabiduría; la Ley es clara y transparente como el cristal, el cual se usa como símbolo en esta Revelación, porque para formarse, el vidrio tiene que pasar por el fuego que quema, purifica, funde y limpia; es una alegoría del proceso que vive el espíritu, cuando escucha y reconoce la Ley a través de la conciencia.



Oí una gran voz que decía desde

el templo a los siete ángeles; Id

y derramad sobre la tierra las siete


copas de la ira de Dios.

Apocalipsis 16: 1


Son cálices muy amrgos los que la Humanidad está bebiendo en este tiempo. Es el vino que ha sido resultado de su cosecha de tantos siglos de maldad y transgresiones a las Leyes divinas.


Fue el primero y derramó su copa

sobre la tierra, y vino una úlcera

maligna y pestilente sobre los hombres

que tenían la marca de la bestia, y

que adoraban su imagen.


Apocalipsis 16: 2

….»Ay de los pecadores…. Todos están

enfermos…. desde la planta del pie

hasta la cabeza….»

Isaías 1:4,5


En este Sexto Sello, las enfermedades extrañas más que nunca se han hecho presentes entre la Humanidad, que aun sin comprender la causa de tales males, levanta su voz contra el cielo diciendo que es castigo divino. Mas ¿quién sino la propia insensatéz de los hombres, y su desafío constante a las Leyes divinas han sido el origen de tales pruebas?

Por dar algunos datos para comprobar la magnitud del cumplimiento de esta profecía diremos por ejemplo que:



Hasta Diciembre de 1997, habían viviendo en el planeta, 30 millones de personas infectadas con el virus del SIDA. Hasta Diciembre del 97, habían muerto 11.7 millones de personas. Se calcula que para el año 2000, habrá más de 40 millones de personas infectadas de SIDA viviendo en el planeta, de los cuales, se cree que 30 millones morirán en la próxima década. (Datos proporcionados por UNAIDS & WHO).

El cancer es otro de los males que han aquejado a la Humanidad en este Tercer Tiempo. Por dar algunos datos, diremos que: solamente en los Estados Unidos, en 1997 se registraron 1 382 400 casos de cancer, y murieron 560 000 personas a causa de esta enfermedad. (Datos proporcionados por la American Cancer Society).

A través de World Health Organization nos encontramos con que solamente en este año de 1998, enfermedades como la Lepra, Cólera, Dengue, Hepatitis y Malaria, han afectado a más de 415 millones de personas en el mundo, y han acabado con la vida de más de cinco millones de seres humanos en este año.

Además de estas enfermedades, podríamos mencionar otras que han ocasionado grandes epidemias en el mundo en los últimos tiempos, por ejemplo: La Resistencia Antimicrobiana, , la Disentería, la Meningitis, la Encefalitis, la Fiebre Hemorrágica, la Influenza, la Fiebre Amarilla, la Tuberculosis, además de muchas otras nuevas y extrañas enfermedades que están surgiendo en el hombre.


El segundo ángel derramó su copa

sobre el mar, y éste se convirtió en

sangre como de muerto….


Apocalipsis 16:3

El cumplimiento de esta profecía se ha dado de muchas formas también, y el principal protagonista y causante, ha sido una vez más, el hombre.



Si recorremos un poco la historia de este siglo, nos encontraremos con que las guerras, por ejemplo, han teñido de sangre los mares del planeta en forma constante desde 1905, en que se llevó a cabo la batalla ruso-japonesa en el Estrecho de Tsushima, hasta nuestros días, con guerras como la que se dio en las costas de Kuwait durante la guerra del Golfo Pérsico en 1991. Todas estas guerras fratricidas que el hombre ha creado, han dejado teñidos de sangre los mares del mundo, dejando un saldo de aproximadamente un millón y medio de muertos y varios millones de heridos.




….y murió todo

ser vivo que había en el mar.


Apocalipsis 16:3


Aunado a este panorama de tragedia, nos encontramos otro no menos terrible, el cual ha provocado que nuestros mares se tiñan y llenen de muerte. Los constantes derramamientos petrolíferos en los mares de todo el planeta, los cuales se cuentan por miles de millones de litros, han ocasionado gigantescas contaminaciones en ellos, en las playas y reservas naturales. La mortandad de la vida marina ha sido terrible; habitats de corales, manglares, marismas y peces han sido destruídos, además de miles de aves, las cuales serán insustituíbles.


No podemos dejar de mencionar otras tragedias que han hecho que el mar se tiña de rojo:




El 14 de Abril de 1912, el trasatlántico inglés llamadoTitanic, sufre su hundimiento provocado por el choque con un iceberg, teniendo como consecuencia la muerte de 1513 personas.

El 17 de Julio de 1998, murieron 2000 personas por el typhoon ocurrido en Papúa, Nueva Guinea.

El 24 de Noviembre de 1998, Vietnam sufre graves daños causadas por un terrible typhoon que dejó una ola de destrucción y muerte.



El tercer ángel derramó su copa

sobre los ríos, y sobre la fuentes


de las aguas, y se convirtieron en sangre.


Apocalipsis 16:4





El saldo de muerte y destrucción ocasionado por el desbordamiento de los ríos en todo el planeta en el último siglo, nos habla sin lugar a dudas del contundente cumplimiento de esta profecía, y nos hace darnos cuenta de que nunca como ahora, se han registrado manifestaciones de la naturaleza, tan catastróficas y tan constantes como las que el hombre vive en estos momentos. Desde las inundaciones de Galveston en 1900, el desbordamiento del río Yangtsé en 1931, hasta la llegada del terrible huracán Mitch en este 1998, las muertes en todo el planeta han ascendido a más de un millón 600 mil, además de los millones de seres humanos que se han quedado sin hogar y las ciudades enteras que han quedado bajo las aguas.



El cuarto ángel derramó su copa

sobe el sol, al cual fue dado quemar


a los hombres con fuego….


Apocalipsis 16:8


«….Los pondrás como horno de fuego

en el tiempo de tu ira;

Jehová los deshará en su ira,

y fuego los consumirá»

Salmos 21: 9


Es necesario que el hombre entienda el sentido de las profecías, para que a través de ellas encuentre los grandes mensajes que el Señor envía desde lo alto a sus hijos.

Así como las revelaciones se cumplen en lo material, también se cumplen en lo espiritual. Ese fuego que actualmente está quemando a los hombres, no lo está haciendo únicamente en forma material, sino que ante todos los acontecimientos que se presentan frente a los ojos de la Humanidad, la conciencia está empezando a ser escuchada por aquellos que están siendo purificados hasta lo más profundo de sus ser, con ese fuego que surge del reconocimiento del espíritu ante las faltas cometidas. Aquellos que pasen por el fuego de la purificación, serán los que más tarde se levanten fuertes para resistir las pruebas que aun faltan por tocar a la Humanidad y para ayudarla a soportarlas. Serán aquellos que comprendan que no se trata de un castigo divino y elevarán sus voces para dar gracias a Dios por la fortaleza recibida ante las pruebas. Aquellos que no entiendan el sentido de las pruebas y la razón del cumplimiento de las profecías, seguirán sufriendo sus consecuencias tanto en espíritu como en materia, pensando que Dios es injusto y sin comprender que es el mismo hombre el que ha puesto la medida a su soberbia y está pagando su precio.

El cumplimiento de esta profecía en lo material, lo hemos visto en este siglo también de muchas maneras; los incendios y las sequías han hecho presa del hombre en todo el planeta. Comenzando con la destrucción de San Francisco en 1906 por un incendio que duró tres días, hasta los millones de incendios que en este 1998 han consumido más hectáreas de bosques y zonas cultibables alrededor del mundo, que nunca en la historia. Las sequías desde Afganistán en los años 70s., hasta las de Ulch en 1998, han causado la muerte de miles de personas.

….y los hombres se quemaron


con el gran calor….

Apocalipsis 16:9



En los años setentas, se descubre un agujero en la capa de ozono del planeta, en la zona de la Antártida. Los rayos ultravioleta que penetran directamente en la Tierra a causa de la falta de ozono, producen quemaduras y cancer en la piel. Se descubrió que se está gestando el mismo problema en el Artico.

La temperatura del planeta está aumentando; las causas principañes: el efecto Greenhouse y las detonaciones nucleares, entre las que podemos mencionar las bombas de Hiroshima y Nagasaki (1945), y el desastre nuclear de Chernobil (1986), que han representado verdaderas tragedias para el planeta y para el género humano.

Los científicos alrededor del mundo coinciden en que el aumento de temperatura de todo el planeta en este siglo ha sido de 0.6C. En esta década se han dado los siete años de temperaturas más elevadas en todo el globo, y este año de 1998 ha sido el más caluroso de todos los registrados a nivel mundial. Esto quiere decir, que en el próximo siglo, la temperatura seguirá elevándose según los cálculos entre: 1C y 3.5C, lo que traerá como consecuencia: el deshiele de los glaciares, el aumento de los niveles de mares y ríos, inundaciones más graves, sequías más severas, más hambre, más contaminación de las aguas, aumento en enfermedades como la malaria, el cólera, el dengue, aumento en el número de incendios y por consecuencia más contaminación del aire, un desbalance entre las especies depredadoras (serpientes, búhos, pájaros, murciélagos), los cuales son encargados de mantener el equilibrio en la reproducción de insectos y roedores, etc. etc. (Datos proporcionados por BBC Online Network).

Lo más trágico de este panorama apocalíptico, es el confirmar una vez más, que ha sido el hombre el arquitecto de su propio destino.




El quinto ángel derramó su copa

sobre el trono de la bestia; y su reino

se cubrió de tinieblas, y mordían


de dolor sus lenguas.

Apocalipsis 16: 10

«Y mirarán a la tierra, y he aquí

tribulación y tinieblas, oscuridad y

angustia; y serán sumidos en las tinieblas».

Isaías 8:22



Una lepra inmaterial se ha extendido por la Tierra, una enfermedad interior que carcome los corazones y destruye la fe y la virtud. El dolor ha sido desatado en todos los rincones de la Tierra, la bestia del mal que habita en el hombre, ha logrado su dominio. Mas su reino, es un reino de caos, enfermedad y muerte; es esa densa tiniebla, ese velo de oscuridad que no permite ver la luz a aquellos que han sido dominados por ella.

Todas las instituciones humanas han sido corrompidas, tanto las religiosas como las económicas, las de educación como las de salud, las políticas como las recreativas, las de ayuda social como las ecológicas, las artísticas como las filosóficas. Todo ha sido contaminado, y por eso mismo, todo tendrá que pasar por la purificación y probar el fruto de su cosecha, todos tendrán que saborear el vino, para conocer la calidad de la uva, aunque muchos sigan pensando que es castigo, lo que en realidad es justicia divina.


El sexto ángel derramó su copa

sobre el gran río Eufrates; y el agua

de este se secó, para que estuviese

preparado el camino a los reyes del


oriente.

Apocalipsis 16: 12


Esta parte de la Revelación de Juan, nos habla de acontecimentos que están comenzando a cumplirse en el tiempo que estamos viviendo actualmente, y nos prepara para otros tiempos ya cercanos, que formarán parte de las profecías marcadas para este Sexto Sello en el que actualmente vivimos; no falta mucho tiempo para que estas profecías sean cumplidas, ya todo está preparado, mas el tiempo exacto, sólo le pertenece al Señor.

Los fenómenos que el hombre tendrá que presenciar en este tiempo de juicio y pruebas para la Humanidad serán grandes, serán acontecimientos que harán temblar aun a los más insensibles.


….derramó su copa sobre el


gran río Eufrates….





¿Por qué menciona el profeta al río Eufrates en su revelación? ¿Por qué el Eufrates y no otro río? Porque como ya hemos mencionado en otros momentos de este análisis de las profecías, para poder hacer un verdadero análisis espiritual, es necesario llegar a la virtud de las cosas para comprender el sentido profético de las revelaciones, esto es, llegar a su esencia y naturaleza.

El río Eufrates es el más importante del Asia Occidental, es por muchas razones símbolo de poder material, símblo de abundancia y dominio; a las orillas de él, además de ciudades como Ur y civilizaciones como la Asiria, a un lado y otro del Eufrates fue construida la gran Babilonia, el gran imperio que mantuvo esclavo al pueblo de Israel, además fue testigo del florecimiento de numerosas ciudades pertenecientes al Imperio Romano. Mas así como ha sido testigo de momentos de poder y gloria, también está siendo testigo de profecías cumplidas y será testigo de otras que prontas están a cumplirse. Los grandes imperios de la tierra serán derrumbados, ya la guerra ha dejado su sello de muerte a ambos lados del Eufrates, y las pruebas no han terminado. Todos los poderoso serán tocados.

Todo aquello que simbolice poder humano y no actúe conforme a las leyes divinas desaparecerá. Los tiempos cambiarán y donde hubo abundancia, llegará la sequía, las aguas serán retenidas y los ríos se secarán, el hombre ya no sabrá distinguir entre una estación y otra en el año, porque habrá grandes cambios en la naturaleza. El hambre, las enfermedades y la guerra seguirán tocando a aquellos que sigan dominados por la bestia.


Y vi salir de la boca del dragón, y

de la boca de la bestia, y de la boca

del falso profeta, tres espíritus inmundos

a manera de ranas….


Apocalipsis 16:13


Surgirán los falsos profetas entre los hombres; aquellos que harán grandes prodigios materiales para impresionar los sentidos de sus seguidores, serán aquellos falsos profetas los que destruirán el poder de algunas religiones, y los que dándose cuenta de la crisis y el resquebrajamiento de creencias espirituales, se alimentarán de aquellos que no han velado ni orado, aprovechando el momento para llenar el vacío de la Humanidad con una falsa luz.



….y van a los reyes de la tierra en

todo el mundo, para reunirlos a la

batalla de aquel gran día del Dios


Todopoderoso.

Apocalipsis 16:14

Una nueva guerra se avecina, en la que tomarán parte todas las potencias y fuerzas del hombre, mas no será una guerra de armas materiales, sino una mucho más peligrosa y sutil; será la guerra de ideas, de creencias, de sentimientos. Será una guerra en la que participen los científicos, los teólogos, los sabios, los filósofos, los gobernantes. Hombres que tuvieron una gran fe la perderán, muchos otros cambiarán sus creencias y otros más irán tocando puertas en busca de la verdad para su espíritu. Los teólogos tratarán de escrutar más allá de donde han escudriñado; los filósofos lanzarán al mundo nuevas ideas; los hombres de ciencia proclamarán su saber como la única verdad; los fanáticos de las religiones se levantarán en bandos para lanzarse unos contra otros.

Mas también el mundo se conmoverá ante acontecimientos extraños y sorprendentes; así como la Humanidad será testigo del caos en todos los órdenes de su vida, también será testigo del ejemplo de hombres que han sido grandes y poderosos en el mundo, que de pronto abandonarán a sus pueblos y naciones para buscar en el desierto y en la soledad, la paz con su conciencia; otros que han sido notables por sus odios y ambiciones, se levantarán de pronto sorprendiendo al mundo porque la luz llegará a ellos y hablarán con palabras de amor y de paz.


He aquí, yo vengo como ladrón.

Bienaventurado el que vela, y guarda

sus ropas, para que no ande desnudo,


y vean su vergüenza.

Apocalipsis 16:15


Una vez más el Señor ha llegado sorprendiendo al hombre en su letargo; en un momento en que el caos se ha extendido por todo el planeta. Algunos se preparan espiritualmente para poder pasar las pruebas y hacer frente a la batalla, mientras otros sucumben ante los encantos del poder material y la guerra, sin reconocer que el día del juicio divino ha llegado.


Y los reunió en el lugar que en

hebreo se llama Armagedón.


Apocalipsis 16:16


«En aquel día habrá gran llanto en

Jerusalén, como el llanto de Hadad-

rimón en el valle de Megido».

Zacarías 12:11



.El juicio de Dios a los hombres, no es, como equivocadamente algunos piensan, un día o una hora determinada; el juicio comenzó desde hace tiempo, desde que el Sexto Sello fue abierto a la Humanidad. Es tiempo de llanto, de purificación y restitución en el que el hombre se convertirá en su propio juez ante la luz de la conciencia que es la voz de Dios.

Armagedón o Harmagedón, es nombre hebreo que simboliza «el valle de Megiddó o Megido», lugar bíblico en donde se dieron grandes batallas, en las que se juzgó y decidió con frecuencia el destino del pueblo de Israel, en él murieron los reyes de Judá Ococías y Josías. Es por tanto Armagedón el símbolo del lugar del juicio, que también es mencionado por Joel como el valle de Josafat, lo que en hebreo quiere decir «el Señor juzga».

«Reuniré a todas las naciones, y las

haré descender al valle de Josafat,

y allí entraré en juicio con ellas….»

Joel 3:2


El séptimo ángel derramó su copa

por el aire; y salió una gran voz del

templo del cielo, del trono, diciendo:


Hecho está.

Apocalipsis 16: 17


La palabra de Dios es palabra de Rey y no retrocede. No importa que sobre ella hayan pasado miles de años, Su voluntad es inmutable y tiene que cumplirse.


Entonce hubo relámpagos y voces

y truenos, y un gran temblor de

tierra, un terremoto tan grande, cual

no lo hubo jamás desde que los

hombres han estado sobre la tierra.


Apocalipsis 16:18

Todo ha sido profanado por el hombre, este planeta que ha sido como una madre pródiga para la Humanidad, le está reclamando a gritos el mal uso que de ella ha hecho. Sus gritos son los elementos desatados que le hablan para hacerle comprender que ha rebasado el límite del libre albedrío.



Además del enorme número de huracanes y tempestades que han ocasionado tanta destrucción en los últimos tiempos, los terremotos nos hablan también en este siglo del tiempo de juicio, en el que haciendo un recuento solamente de los terremotos más importantes que han sacudido al planeta en el último siglo, nos encontramos con un saldo aproximado de: un millón noventa y dos mil quinientos muertos.



Y la gran ciudad fue dividida en

tres partes, y las ciudades de las

naciones cayeron; y la gran Babilonia

vino en memoria delante de Dios,

para darle el cáliz del vino del ardor

de su ira.

Y toda isla huyó, y los montes no

fueron hallados….

Apocalipsis 16:19,20


Aunque los saldos de destrucción y muerte que las manifestaciones de la naturaleza han dejado alrededor del planeta son impresionantes, son solo parte de lo que esta Humanidad tedrá que vivir en cuestión de terremotos o desastres naturales, lo peor aun está por venir. Sabemos por las profecías entregadas en tiempos pasados y que han sido confirmadas en este Tercer Tiempo, que tres cuartas partes de la Tierra van a desaparecer. En una de las Enseñanzas recibidas en este tiempo a través de la comunicación por el entendimiento humano, el Señor dijo:


«No os confundáis, porque antes de que el Sexto Sello se cierre,

sucederán grandes acontecimientos: Los astros darán

grandes señales, las naciones de la Tierra gemirán y de este

planeta tres partes desaparecerán y sólo una quedará, en la cual

brotará la simiente del Espíritu de Verdad como nueva vida. La Humanidad

comenzará una nueva existencia unida por una sola doctrina,

una sola lengua y un mismo lazo de paz y de fraternidad».

Album de la Sabiduría. Enseñanza 250:54




y cayó del cielo sobre los hombres

un enorme granizo como del peso de

un talento; y los hombres blasfemaron

contra Dios por la plaga del granizo;

porque su plaga fue sobremanera


grande.

Apocalipsis 16:21




Los primeros avisos del cumplimiento de esta profecía, ya los hemos visto ocurrir en distintos lugares del Planeta, tormentas de granizo que van desde unos milímetros hasta bolas de granizo del tamaño de un melón ya han sido contempladas en distintos lugares causando grandes destrozos y muertes de muchos seres humanos, por ejemplo: la que en 1992, causo la muerte de 25 personas y la destrucción de 18 000 edificios en China; la de 1997 en India que ocasionó la muerte a 25 personas también; o la de Hanoi, Vietnam, en 1998, considerada como la peor tormenta de granizo en la historia de ese lugar; la cual ocasionó terribles daños y provocó que corriera el rumor entre la gente de que era el heraldo del fin del mundo. El director de la estación de pronóstico del tiempo, se vió obligado a aparecer en televisión, para calmar a la gente y explicar que se trataba de un fenómeno natural.



Las profecías seguirán cumpliéndose, y muchos incrédulos seguirán pensando que las profecías son producto de la imaginación de alarmistas y místicos; la tarea y obligación de los profetas y de todos aquellos que han alcanzado a ver la verdad detrás de las palabras de las revelaciones, es darlas a conocer, para que sirvan de advertencia y aviso, y para tratar de abrir los ojos de todos aquellos que insisten en no querer ver la luz.


«Hoy vivís los días sombríos que precederán a la luz,

sin embargo, esa luz, aprovechando los pequeños claros

de vuestro cielo nebuloso, lo atraviesa con rayos fugaces

que llegan a algunos puntos de la Tierra, tocando corazones,

estremeciendo y despertando a los espíritus».

Album de la Sabiduría. Enseñanza 279:22